70. Calma

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Empezamos explorando las inahbitadas tierras orientales. Nos tomó más de medio año cubrir todas las posibilidades por ese lado, estuvimos más tiempo fuera que dentro del refugio, así que me pareció que todo lo que crecieron y cambiaron todos los miembros de mi familia en ese tiempo pasó en un parpadeo.

Pasamos desde tierras tranquilas hasta bosques infestados de demonios, afortunadamente sin ninguna baja o herida grave.
Exploramos hasta el último de los sitios por ese lado sin éxito alguno.
Se llegó a cumplir más de un año desde nuestro escape de Grace Field, y aún así no localizamos nada similar al templo que buscábamos o a las aguas doradas.
Y aún en todo ese tiempo, no tuvimos noticias de nuestros aliados.

En medio del gran problema que esto representaba, fue sumamente fácil ignorar otro tipo de problemas más personales.
Cosas de las que ni siquiera te das cuenta hasta que te las recuerdan.

- Seguiremos con las tierras del oeste, no hay tiempo que perder. ¡No podemos permitir que esto nos desanime!

- Entiendo, pero será mejor que vayas a descansar. Ese último viaje nos tomó toda una semana para regresar, ve a ducharte y a comer

- ¡Pero...!

Le quité el mapa de las manos a Emma, alzándolo sobre mi cabeza cuando ella hizo ademán de querer quitármelo.
Negué suavemente y señalé la puerta.

- Ve a ducharte, tu cabello parece castaño en lugar de anaranjado. Le pediré a Yuugo y Lucas que me ayuden a preparar todo para salir mañana mismo, pero en ese caso tendrás que estar limpia y descansada... ¡Igual que todos!

Alcé la voz al final, mirando a los otros chicos que nos habían acompañado en esta ocasión.
Cómo siempre, Ray también fue con nosotros, pero en esta oportunidad quienes nos acompañaron fueron Oliver, Gillian, Don y Sonia.

Todos parecían tener un poco de motivación para renegar, pero el cansancio en sus cuerpos terminó ganando y obedecieron a mi orden, incluso el par de alfas.
Me parece que Sonia y Don están demasiado cansados como para salir mañana, hablaré después con Emma para discutir quien debería suplirlos.

Mientras todos abandonaban la biblioteca, abrí el mapa que le había quitado a Emma para echar un vistazo a nuestro siguiente destino.

Si seguiremos con las tierras orientales, lo mejor sería empezar desde las más cercanas. Por este lado las distancias no son un problema, pero en su lugar hay otro detalle mucho más grave.

- Un omega gritándole a betas y alfas... Cada vez te pareces más al viejo

- Callate

Hice una mueca cuando Ray llegó a mi lado, apoyando su brazo en mi hombro y quitándome fácilmente el mapa de las manos.

- En verdad estás creciendo, no había tenido tiempo de darme cuenta de eso

- Mira quién lo dice

Ray me acarició el sucio cabello bruscamente, dejándolo aún más desordenado de lo que ya estaba.
Por mi parte, me limité a limpiarle lo mejor que pude una mancha de suciedad del rostro.

Sé que a los alfas la pubertad les empieza a pegar muy pronto y bastante más fuerte que al resto de tipos, pero esto es un poco ridículo.
Ray apenas tiene trece, y está creciendo bastante. Incluso su rostro está cambiando... Pero sigue siendo muy lindo.

- Esto... Es un problema

- ¿También lo notaste?

Me metí entre los brazos de Ray, apoyando mi espalda contra su pecho para poder mirar el mapa que ahora él estaba sosteniendo frente a nosotros.

Ganado de Primera/-Ray x Male Reader (Omegaverse Soft)- Donde viven las historias. Descúbrelo ahora