22. Caramelos agridulces I/II

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Ray

Al inicio de la última semana del tratamiento _______ pudo comenzar a comer con nosotros de nuevo.
Emma y varios más se mostraron bastante felices de ver a _______ mejor, Isabella también estaba complacida con la mejora de mi omega, pero por otros motivos.

- Debo admitir que nunca ví a un omega terminar en tan buen estado el tratamiento, hiciste un excelente trabajo Ray, como agradecimiento él se irá hasta el día de su cumpleaños tal y como te había prometido inicialmente

Osea que mi omega se irá cinco días después de que yo lo haga, al cumplir doce años. Ignoré el comentario de Isabella y terminé de hacer tiempo en lo que _______ hablaba con Emma y algunos de los pequeños.

- _________, tenemos que ir a darte tu última dosis

Mi omega de inmediato se despidió con un torpe gesto de la mano antes de dar un par de pasos hacia mí.
Extendió su mano ligeramente, suspiré y lo tomé de la mano para guiarlo hacia su habitación.

- ¿Aún no aprendes como llegar tu solo?

- Sí,...pero, me gusta...tomar tu mano, es tan cálida...

Su mano apretó ligeramente la mía y lo voltee a ver mientras caminábamos, esta vez él también me miró y lo que es más, me sonrió alegremente.
Le correspondí la sonrisa y entrelacé mis dedos con los suyos.
.......

- Voy a tocar aquí, ¿De acuerdo?

- Sí

_______ apartó por su cuenta el cabello de su espalda, dejando despejada su nuca.
La marca de Norman se había convertido en apenas unas cuantas líneas de un tono ligeramente más oscuro que el de su piel, la formación que tenían recordaba muy vagamente a un círculo.

Tomé la jeringa con la última dosis de medicina y apliqué con cuidado la inyección en medio de la zona apenas visible.

Me extrañó que por primera vez ______ no dijera ni una palabra acerca de que la medicina le provocara dolor, pero no dije nada.

- ...bien, ya quedó

Tomé las cosas que había necesitado y me levanté de la cama para ir a dejarlas dónde correspondían.

- Está semana te daré aún menos pastillas que la anterior, con suerte para el siguiente lunes ya no tendrás que tomarlas...

Me giré para ver a _______ y quedé paralizado. Él mantenía la mirada fija en algún punto mientras el labio inferior le temblaba ligeramente, por una de sus mejillas corría lentamente la primera lágrima que le había visto soltar en semanas.

Reaccioné cuando mi omega soltó un gimoteo ahogado que me hizo saltar el corazón y sentir una inquietud desagradable en mi pecho.

- ¡¿Qué pasa?! ¿Te dolió mucho?

Fui de inmediato a su lado y sin saber muy bien que hacer opté por agacharme para poder tomar su rostro entre mis manos, repartiendo suaves caricias en sus mejillas en un torpe intento de tranquilizarlo.
Sus ojos se cruzaron con los míos, seguían manteniendo ese velo blanco en su iris que evitaba que el color luciera con naturalidad, pero habían recuperado su brillo, en verdad parecían vivos de nuevo.

Me hubiera alegrado de no ser porque _______ sollozó y comenzaron a escaparse más lágrimas por sus ojos.

- ¿Qué sucede? ¿Dónde te duele?, ¡Dime algo por favor!

Mi omega parpadeo un par de veces y por primera vez en lo que a mí se me había hecho una eternidad supe que de verdad me observaba, no sólo me veía como si fuera una decoración más de la casa.

Ganado de Primera/-Ray x Male Reader (Omegaverse Soft)- Donde viven las historias. Descúbrelo ahora