26. No juegues con fuego

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- ¡Con cuidado!

- Lo tengo...¡Listo!

Observé cómo Ivet subida en un banquito terminaba de arrancar la página del calendario que correspondía a diciembre, mientras que un par de nuestros hermanos más pequeños la miraban. Los tres lucía muy felices...me pregunto si así era yo antes de saber el secreto, me cuesta mucho recordar todo antes de eso.

- Oh, ¡______! ¡Tu cumpleaños y el de Ray son este mes!

Uno de los niños me señaló el calendario, los cuadros correspondientes a los días 15 y 20 de enero tenían escrita una corta oración que anunciaba la fecha del cumpleaños número 12 de nosotros dos.

Me obligué a sonreírle a los más pequeños y caminé hace ellos.

- ¿De verdad? No lo recordaba

- ¡Voy a hacerte un dibujo muy bonito ______!

- ¡Yo también!

Los dos más pequeños me abrazaron mientras tiraban un poco de mí camisa, intentando llamar mi atención.
Les acaricié el cabello suavemente a ambos.

- Apuesto a qué quedarán muy bonitos, ¿Qué les parece si salimos a jugar un rato al jardín antes de la comida?

Ambos sonrieron emocionados, les dije que se fueran adelantando y los empujé suavemente por la espalda antes de que echaran a correr hacia el jardín.

- Déjalo, yo me encargo

Ivet había cargado el banquito para ir a guardarlo a uno de los armarios, pero se lo quite de las manos con una sonrisa que la niña me correspondió.

- ¡De acuerdo!..._______, ¿Qué le pasa a Ray?

Me tomó por sorpresa la pregunta de la pequeña, mientras acomodaba el banco en su lugar medite un poco que podría contestarle.

-...¿De qué hablas?

- Bueno, se la pasa encerrado en la biblioteca, ya ni siquiera los veo juntos tan seguido a ustedes dos

En eso tiene razón, desde que hablamos lo que hablamos en el río, Ray se enfocó totalmente en su plan de rendirse y no hacer nada. Aun así ntento pasar tiempo con él, pero hay veces en las que la sensación de que no me quiere cerca es demasiado fuerte como para ignorarla y seguir ahí.

- Él... él sólo extraña a Norman, eran muy buenos amigos y probablemente aún no se acostumbra a qué se haya ido...del orfanato

-...¿Tu lo extrañas?

Cerré la puerta del armario, sentí unas repentinas ganas de llorar. Por puro impulso me lleve mi mano al cuello, pero en cuanto las puntas de mis dedos rozaron el collar me detuve.
Olvidé que había comenzado a utilizarlo de nuevo.

- Por supuesto que sí, pero seguro que él...que a él no le gustaría vernos mal por su culpa, ¿No crees?

Estaba a punto de decir que "seguro que él estará feliz con su nueva familia" pero era una mentira que no podía decir sin que me temblara la voz del coraje.
Me sequé rápidamente los ojos y le sonreí a Ivet.

- De cualquier forma, creo que no es correcto hacer esperar a tus hermanos, ¿Me acompañarias afuera?

Le ofrecí mi mano a Ivet, la pequeña la iba a tomar pero a ambos nos interrumpió una voz a nuestras espaldas.

- Hola ______

- Ah, hola Emma

Mi amiga me sonrió cansadamente, luciendo unas ojeras bastante notorias, mientras se aproximaba con ayuda de sus muletas. Se detuvo a pocos pasos de nosotros y volteó a ver a Ivet.

Ganado de Primera/-Ray x Male Reader (Omegaverse Soft)- Donde viven las historias. Descúbrelo ahora