𝗦𝗵𝗲 ; 𝘏𝘢𝘫𝘪𝘮𝘦 𝘒𝘰𝘬𝘰𝘯𝘰𝘪

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Capítulo corregido♡

Día sábado y Saori estaba acostada en su cama mientras miraba el techo de su habitación preguntándose como lo estaría pasando Aiko en aquella fiesta. Odiaba los fines de semana por que debía de pasar todo el día con sus padres, cosa que le desagradaba ya que estos con suerte le dirigían la palabra, además de que siempre le daban dinero paa que se fuera a comprar cosas y se mantuviera ocupada.

A veces se sentía sola en aquella casa tan grande y detestaba un poco su vida.

Se acomodó en la cama para poder dormir, ya que no tenía nada más que hacer. Soltó un suspiró mientras se acomodaba mejor y cerró sus ojos para dormir. Sin embargo, el sonido constante de su celular le hizo volver a abrir sus ojos y con bastante molestia tomó este para contestar la llamada.

Pero todo rastro de molestia desapareció al ver quién era la persona que le estaba llamando.

—¿Qué ocurre Aiko? —Preguntó rápidamente al contestar la llamada.

—¡Saori! Solo llamaba para decirte que te quiero muchooooo y que aunque te guste ese pandillero, te aceptó y que espero ser la madrina de tu hijo delincuente... Al igual que su padre. —Escuchó como después de eso Aiko comenzó a reírse sin parar.

—¿Estas borracha?—La rubia se sentó en su cama mientras estiraba su mano para así encender la luz. —Aiko, ¿aún estas en la fiesta? —Preguntó nuevamente al no obtener respuesta por parte de la pelinegra.

—¡Pues claro! No me iré a ningún lado...

—Bien, voy para allá.

—¡¿Enserio?! ¡Aw! Que bueno por que te echo de menos... Enserio este lugar es una caca si no estas tú.

—Bien, no te muevas de ahí. Iré para allá.

—¡Bien! Te invitó unas cervezas...

—Esta bien, pero por favor no te muevas de ahí. —Pidió mientras se mordía su labio inferior.

—Me quedaré acá hasta que llegues... No te demores.

—Nop.

Saori colgó el teléfono y rápidamente se vistió con lo primero que encontró a mano. Se miró al espejo y decidió hacerse una coleta, por último tomó una chaqueta para salir silenciosamente de su habitación no sin antes tomar sus llaves intentando que estas hicieran el menor ruido posible.

Apenas puso un pie afuera de su casa corrió hacia su bicicleta la cuál tenía un pequeño asiento para una persona extra y salió de su hogar rápidamente.

Las calles estaban desoladas algo que le causó un poco de inseguridad ya que no quería sufrir algún robo o algo peor. Soltó un suspiró y comenzó a pedalear más rápido para así llegar al hogar de su compañero en donde era la fiesta y en donde se encontraba Aiko en aquel estado.