𝗦𝗵𝗲 ; 𝘏𝘢𝘫𝘪𝘮𝘦 𝘒𝘰𝘬𝘰𝘯𝘰𝘪

11

El sonido de la alarma hizo que Saori despertará de un salto y notará que estaba sola en su cama, busco con la mirada al pelinegro y ya después se dio cuenta de que se había marchado. Suspiró con tristeza ya que tenía la leve esperanza de que aún se encontrará acostada con él. El sonido de la alarma volvió a sonar y Saori lo apago para luego estirar sus brazos y así poder ir a meterse a la ducha.


Se levantó con mucha pereza y se metió a la ducha para poder despertar bien. Mientras el agua caliente recorría su cuerpo recordó la noche anterior y el casi beso que si no hubiera sido por su madre habría ocurrido. Sin darse cuenta su mano subió hacia sus labios y tocando la parte en que sintió el leve roce de los labios de Hajime. No sabía exactamente qué sentía hacia él pelinegro, pero tenía más que claro que cariño no era, era algo mucho más intenso, sentía que cuando estaba cerca de él su corazón latía rápidamente y sus nervios aumentaban, sus piernas temblaban y solo lo quería cerca suyo. Necesitaba volver a ver a Hajime y al salir de la ducha no pudo evitar mandarle un mensaje preguntando si estaría libre después en la tarde.


Mordió su labio inferior mientras lanzaba el celular a la cama con nervios, se arrepintió de mandar el mensaje por el miedo de ser ignorada por el pelinegro. Decidió vestirse para distraerse, pero no podía evitar de vez en cuando mirar su celular con la esperanza de que sonará anunciando un nuevo mensaje y que este sea de Hajime. Se coloco el uniforme de la escuela y se ató el cabello en una coleta alta.


Antes de salir de su habitación tomó su mochila y sus llaves. Al llegar a la cocina tomó una manzana encontrándose con su padre tomando desayuno, este le sonrió para luego continuar leyendo el diario.


—Apúrate Saori para llevarte a la escuela. —Habló sin mirarla.


—No tengo hambre, pero llevo esta manzana. —Contestó la joven.


—Bien, entonces vamos. —El hombre se levantó y seguido de Saori salieron hacia donde estaba el auto estacionado.


Saori sintió que el camino hacia su escuela estuvo demasiado corto y antes de bajarse se despidió de su padre con un beso en la mejilla. Cuando se dio la vuelta para entrar vio a su mejor amiga esperándola en la entrada de la escuela por lo que corrió hacia esta y le abrazo como forma de saludo.


—¡Whoa! Se que te emociona verme, pero no pensé que tanto... —Comentó sorprendía Aiko por el abrazo cariñoso de Saori.


—Es que no puedo vivir sin ti. —Bromeó la joven haciendo reír a la pelinegra.


Ambas entraron a la escuela notando que ya habían hartos alumnos. Sin embargo algo llamó la atención de las amigas que pararon de caminar al ver aquello; un grupo de muchachas molestaba a una pelirroja que ambas jóvenes conocían perfectamente. Sayumi estaba acorralada por el grupo de chicas que la rodeaban mientras se reían de ella, Saori miró a Aiko y esta entendió inmediatamente por lo que asintió y sólo esto bastó para que Saori caminara hacia el grupo de chicas.


Todas reían mientras Sayumi estaba con sus ojos cristalizados a punto de llorar haciendo que las demás riegan con más ganas.


—¡Ya basta! —Gritó Saori mientras corría a socorrer a la pelirroja.


—No te metas Saori... —Una de las muchachas tomó el brazo de la rubia impidiéndole avanzar más.


—Suéltame. —Exigió.


—¿O qué llamaras a tu papi para que venga a buscarte? —La desafío está.


—Te dijo que la soltaras. —Aiko sin esperar respuesta empujó a la castaña haciendo que esta se alejara de ambas.


—Vaya, vaya, pero si es la becada... Dime querida becada, ¿Que se siente estar rodeada de personas con dinero y luego llegar a la posiga de tu casa en esos barrios bajos? —Río.


Tan solo eso bastó para que la paciencia de la pelinegra se acabará. Aiko golpeó el rostro de la castaña haciendo que todas quedarán en silencio, sin esperar que esta respondiera al golpe continuó, golpeando otra vez el rostro de esta y un par de veces más antes de que Saori tomará su brazo para detenerla.


—¡Basta Aiko! —Gritó esta mientras tironeaba de la pelinegra. —¡Te meterás en problemas!


Aiko frenó los golpes al escuchar aquello, por su parte Saori tironeaba de esta y a su vez intentaba consolar a la pelirroja que había comenzado a llorar. Sin darse cuenta ya estaban algo alejadas del grupo de muchachas que habían quedado ayudando a la castaña tirada en el suelo y no supo dónde más llevar a ambas jóvenes que al baño. Al entrar Sayumi se lavo el rostro mientras que Aiko estaba callada.


—Deberías aprender a defenderte. —Fue lo primero que dijo la pelinegra mientras veía a Sayumi a través del espejo.


La pelirroja negó con su cabeza.


—Estoy en contra de la violencia, la violencia trae más violencia. —Respondió esta.


—¡Pff!


—¡Aiko mira tus puños! —Comentó Saori con horror al ver las heridas que tenían las manos de Aiko.


—Esto no es nada Saori. —Suspiró.


—¡Por dios Aiko! ¿En que estabas pensando?


—No iba a dejar que esa estúpida se riera de mí... —Negó con su cabeza.


—Pudiste haberte controlado, ¿Viste su rostro? Estaba lleno de sangre, probablemente le rompiste la nariz, ¿Sabes lo que eso significa? Te podrían echar de la escuela. —Saori habló preocupada.


—¡Lo sé! ¿Pero que quieres que le haga? Prácticamente se río en mi cara por que yo soy pobre...


—Pero...


—¡No! ¡Es que tu no entiendes, jamás entenderás pero no es la única que me refriega en la cara que soy una maldita pobretona acá y que si no fuera por esa maldita beca no estaría acá! Estoy harta de que estos ricachones me miren por sobre el hombro solo por que sus papis les compran todo, estoy aburrida.


—¡Si lo sé! ¡Pero esto te puede costar tu beca maldita sea!


—Quieren calmarse las dos, están comenzando a gritar y probablemente si siguen así alguien nos descubrirá. —Interrumpió Sayumi mientras se interponia entre ambas jóvenes.


Saori no se había dado cuenta del momento en que se había acercado a Aiko. La pelinegra sólo negó con su cabeza y se sentó en el suelo enfadada.


—Si llegan a pensar tan solo de expulsar a Aiko diremos que fue en defensa ya que ellas estaban haciendo algo peor, te estaban haciendo bulling Sayumi, si eso diremos. —Comentó Saori más calmada.


—Cómo sea...


—Aiko quieres limpiar tus manos por favor, no me gusta la sangre. —Habló Sayumi mientras miraba el suelo.


Aiko rodó sus ojos y de mala gana se levantó para limpiar sus puños.


Las tres jóvenes se quedaron en silencio mientras escuchaban el sonido de la campana anunciando el comienzo de clases. Saori vio cómo Aiko y Sayumi se quedaban en el baño a pesar de que ya habían comenzado las clases, no quiso preguntar nada y solamente se sentó en el suelo mientras veía a Aiko secar sus manos y a Sayumi comenzar a maquillarse.


Saori no pudo quedarse quieta sentada en suelo por lo que comenzó a caminar de un lado a otro intentando pensar en alguna cosa para decir si decidían expulsar a la pelinegro.


—Lo más probable es que nos estén buscando... —Comentó Sayumi luego de un largo silencio mientras veía a la rubia pasearse de un lado a otro.


—No creo que nos acusen, ellas saben que podemos ganar en todo esto... Te estaban haciendo bulling Sayumi y esa mierda es sancionada. —Contestó Aiko. —¿Por qué no habías contado que te molestan?


Sayumi giro su rostro para mirar a Aiko que la observaba seriamente. Saori también miró a Aiko cuando escucho aquella pregunta y es que ni ella sabía que Sayumi era molestada en la escuela.