𝗦𝗵𝗲 ; 𝘏𝘢𝘫𝘪𝘮𝘦 𝘒𝘰𝘬𝘰𝘯𝘰𝘪

19

—¿Y ustedes son novios? —Preguntó la pelirroja, quien se había presentado como Hinata Tachibana.

Los cuatro adolescentes habían decidido pasar a comer algo, el rubio a quién llamaban Takemichi junto con él pelinegro habían ido a comprar algo para comer mientras que Saori junto con Hina se habían quedado esperando en una mesa para cuatro personas.

Saori negó con la cabeza.

—¿Son amigos? —Volvió a preguntar la muchacha.

—Algo así… Es complicado. —Suspiró la rubia.

—¿Complicado? Pues desde mi perspectiva, ustedes son novios. —Sonrió. —Los vi tomados de la mano, eso no hacen los amigos.

Saori suspiró mientras que con su mirada buscaba a Hajime, no quería reconocerlo, pero aquella conversación le incomodaba un poco y es que ni ella misma sabía que eran ambos.

—Si te soy sincera ni yo se que somos. —Respondió con la mirada puesta esta vez en sus manos.

—Pero se gustan ¿No?

—Hajime me gusta… Supongo que yo a él también o no sé. —Negó con su cabeza. —No soy una persona insegura, al contrario, pero con Hajime se me han despertado todas esas malditas inseguridades y me estoy volviendo loca… ¿Por qué de un día para otro tengo miedo de perderlo? ¿O miedo de que él no sienta lo mismo? —Negó con su cabeza. —No sé por que te cuento estas cosas, lo siento por molestarte.

La muchacha sonrió.

—Se nota que te gusta y a él también le gustas… Deberías hablar con él y preguntarle que intenciones tiene contigo si es que te surge todas aquellas inseguridades, pero desde mi punto de vista, él siente lo mismo que tú.

—Eso espero… —La rubia levantó la vista encontrándose con la mirada del pelinegro que al verla sonrió.

Maldita sea que guapo es, pensó.

El tiempo pasó muy rápido y Saori no se dio cuenta cuando fue el momento en que se tuvieron que despedir, como despedida le dio un gran abrazo a la muchacha y es que en tan poco tiempo le había caído demasiado bien, pensó en que sería genial volver a encontrarse con ella otra vez. Caminó junto con Hajime a su lado y este no pudo evitar estirar su mano para tomar la de Saori y entrelazar los dedos con los de esta. La rubia miró la unión de ambas manos y la pregunta de sí eran novios o amigos surgió en su mente.

Llegaron a la plaza en donde estaba Harry y este al verlos movió su cola feliz, ambos le dieron comida y cambiaron su agua, para después acariciar el pelaje del animal un rato.

—Hajime… —Habló la rubia haciendo que el pelinegro levantará la mirada hacia ella. —¿Qué somos? —Preguntó algo insegura.

El joven dejó de acariciar al animal para pararse en frente de la rubia quién observó todos sus movimientos.