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Dos días habían pasado, Ran no había vuelto a contactar con Saori y esto la rubia lo agradecía, ya que quería evadir lo más posible al chico

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Dos días habían pasado, Ran no había vuelto a contactar con Saori y esto la rubia lo agradecía, ya que quería evadir lo más posible al chico. Por otra parte se había estado en contacto con Hajime todo el tiempo y más en la noche ya que cuando sus padres dormían, el pelinegro llamaba a Saori para saber cómo había estado su día y viceversa. Hace dos días también que Aiko no iba a la escuela y aquello tenía a Saori con una extraña sensación y es que saber que su padre alcohólico había vuelto a la casa la tenía con algo de miedo.

El timbreanunció el término de las clases y Saori no espero más para guardar sus cosas y salir, grande fue su sorpresa al ver a Hajime esperándola a la salida de su escuela. No pudo evitar correr feliz y abrazarlo cuando ya estuvo lo suficientemente cerca, aquello al pelinegro lo tomó bastante desprevenido, pero de igual forma respondió al abrazo. Saori no pudo evitar aspirar el perfume del joven y cerrar sus ojos disgustado aquel olor, no quería soltarlo por lo que apretó un poco más el abrazo. No quería admitirlo, pero le había extrañado mucho. Hajime sonrió al sentir como Saori se apegaba más a él y sin darse cuenta ya estaba dando un tierno besó en la frente de la rubia que al sentir los labios del pelinegro no pudo evitar sonrojarse. Poco a poco fueron separándose y ya estando frente a frente con una distancia prudente ambos no pudieron evitar sonreírse al verse.

—Hola... —Saori noto que el pelinegro llevaba algo en su mano izquierda. 

Hajime vio hacia dónde se fue la mirada de la rubia y sonrió.

—Ah... Pase al supermercado y vi estas galletas para perros, dicen que son buenas por que fortalecen sus dientes y eso... —Rasco su nuca nervioso.

—¿Se las compraste a Harry y a Darren...? Que tierno de tu parte Hajime.

—No es nada, solo los vi y quise comprárselo.

Saori sonrió con ternura.

—¿Entonces que esperamos? Vayamos a darles su comida y a entregarles tu regalo.

Ambos jóvenes comenzaron a caminar, Saori no podía evitar acercarse a Hajime mientras caminaban y esto al joven lo ponía algo nervioso por lo que no podía evitar alejarse cuando la rubia hacía aquello. Saori dándose cuenta de aquello sin más tomo el brazo de Hajime y lo entrelazo con el suyo. Hajime la observó hacer esto y sonrió con ternura.

Así se fueron todo el camino en silencio, un silencio bastante cómodo para ambos que disfrutaban de la compañía del otro. Al llegar al lugar en donde se encontraban ambos animales, tan sólo vieron a Harry que apenas les vio comenzó a mover la cola con alegría, Saori arrugó su frente al ver al perro solo y es que era extraño verlo sin Darren y es que ambos animales siempre estaban juntos.

—¡Hola mi amor! —Saludo con alegría la rubia y comenzando a buscar a Darren con la mirada. —¿Dónde está Darren?

Hajime observó hacia todos lados también buscando al perro, algo llamó su atención y es que al otro lado de la calle había algo, sin darse cuenta ya estaba caminando hacia aquel lugar y al llegar no pudo evitar soltar la bolsa que contenían las galletas del espantó. No podía creer lo que sus ojos veían.

𝗦𝗵𝗲 ; 𝘏𝘢𝘫𝘪𝘮𝘦 𝘒𝘰𝘬𝘰𝘯𝘰𝘪    Donde viven las historias. Descúbrelo ahora