𝗦𝗵𝗲 ; 𝘏𝘢𝘫𝘪𝘮𝘦 𝘒𝘰𝘬𝘰𝘯𝘰𝘪

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"Hasta pronto".

Saori no pudo dar ni dos pasos ya que su rostro impacto con la espalda de Rindo golpeándose en la nariz. Se alejó mientras acariciaba la zona afectada por el choque. Abrió su boca para alegarle al rubio y preguntar por qué este había frenado tan abruptamente, pero calló al ver a Hajime parado frente a ellos mientras miraba con bastante molestia a Rindo.

Abrió sus ojos sorprendida al verlo ahí parado vestido con un traje negro. El joven puso su mirada en Saori y aquella expresión de molestia fue reemplazado por sorpresa.

—¿Hajime? —Preguntó Saori aún sin poder creer lo que sus ojos veían.

Hace un mes que no veía al pelinegro y a pesar de tener esperanzas de que este fuera al velorio de su padre, las posibilidades eran muy pocas. Pero acá estaba el joven parado frente a ellos con una expresión de molestia en el rostro.

—Hola Saori. —Saludó este. —Sayumi me contó lo de tu padre... —Trago saliva. —Yo no pude evitar venir y saber como estabas, pero veo que estas más que bien... —Comentó esto último mientras su mirada se dirigía a Rindo, quién se mantenía en silencio.

—¿Como crees que esta bien maldito idiota, si acaba de perder a su padre? —Preguntó el rubio haciendo que Saori quitara su mirada del pelinegro para colocarla en este.

—Estoy hablando con Saori, no contigo Rindo. —Contestó Hajime mientras se acercaba al rubio apretando sus puños con fuerza.

—Basta, los dos. —Habló esta vez Saori colocándose en medio de ambos jóvenes. —Estamos en el maldito velorio de mi papá, no me vengan con sus peleas ahora... Si se quieren matar, pues háganlo fuera de acá.

—Tranquila, yo ya me voy. —Contestó Hajime mirando a la peliazulada. —Al parecer estorbo acá.

—Que manipulador de tu parte Koko, hacerte la víctima después de cambiarla por dinero. —Comentó Rindo con su expresión neutra de siempre.

—¡Rindo, ya basta! —Exclamó Saori interrumpiendo al pelinegro quién tenía pensado contestarle al rubio. Rindo sin más se alejó de esta mientras la miraba seriamente. Sin decir nada caminó hacía la salida pasando por al lado de Hajime y golpeando el hombro de este con el suyo intencionalmente. —Rindo... —Habló la joven mientras caminaba detrás de este.

Frenó al ver que no podría alcanzarlo y suspiró mientras veía al rubio alejarse cada vez más. Luego de un par de segundos se giró para mirar al pelinegro quién la observaba con rostro serio.

—¿Qué quieres Hajime? —Preguntó fríamente. —Ya estoy aburrida de que juegues conmigo, que te alejes y luego vuelvas como si nada... Siempre has hecho esa mierda y ya estoy aburrida. Ahora te pediré por favor que te vayas, no sabes lo mucho que te necesito en estos momentos, pero mi salud mental va primero y contigo mentalmente no estoy bien.  —No se dio cuenta del momento en que comenzó a llorar. Secó rápidamente aquellas lágrimas con la palma de su mano con algo de rabia por mostrarse tan vulnerable frente al pelinegro.