𝗦𝗵𝗲 ; 𝘏𝘢𝘫𝘪𝘮𝘦 𝘒𝘰𝘬𝘰𝘯𝘰𝘪

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Como día sábado, Saori odiaba estar en su casa por lo que cuando su padre se estaba duchando aprovechó el momento para meterse a su habitación para poder sacarle la billetera y de esta extraer la tarjeta de crédito. Siendo todo un éxito aquello, llamó a Aiko quién le contestó con una voz adormilada y para que esta la dejara seguir durmiendo dijo "si" a todo sin escuchar bien que le había dicho la rubia. También llamó a Sayumi que dormía al igual que Aiko, pero está despertó al escuchar la frase "de compras" que dijo Saori y el sueño se le fue instantáneamente.

Se reunieron un par de horas después en el centro comercial, donde Aiko llegó tarde por quedarse dormida. Prácticamente la pelinegra era un zombi caminando por aquel lugar guiada por sus amigas quienes felices veían vestidos de fiestas, siendo Aiko ajena a todo esto sin entender nada.

-Oye, pueden explicarme, ¿Por qué estamos viendo cosas de fiesta? -Preguntó la joven mientras veía un par de vestidos, pero que inmediatamente los dejó donde iban al ver el precio de estos.

-Oh... Es que mi mamá se va a casar, en casa tengo tu invitación... Te la pasó cuando nos veamos el lunes. -Contestó la pelirroja sonriente.

-¿Tú mamá se va a casar? -Sayumi asintió. -¿Y con quién?

-Con un tipo que tiene veintidós años, en verdad no se que tiene mi mamá en la cabeza como para hacer esa locura, ese tipo parece su hijo. -Suspiró mientras veía un largo vestido negro con corte de sirena.

-Bueno, pues supongo que quiere terminar de criar a ese tipo. -Bromeó la pelinegra haciendo reír a Saori quién estaba a su lado logrando que Sayumi las mirara mal a ambas.

-Que graciosa estas hoy Aiko... -Ironizó. -Mira, ¿Te gusta este vestido para ti? Yo pienso que te quedaría perfecto por que eres algo alta por lo que los vestidos así te vienen...¿Cuanto mides?

-Un metro setenta y dos media la última vez que lo hice, supongo que sigo igual. -Se encogió de hombros. -Pero no aceptaré ese vestido, ¿Viste el precio?

-Te dije que no lo aceptaría. -Habló Saori mientras tomaba un vestido de color vino.

-Y yo dije que lo aceptará de igual forma, -Sayumi suspiró mientras miraba a los ojos verdes de Aiko. - esto es un regalo de mi parte y se que te quedaría hermoso, por favor... Pruébatelo y veremos si te gusta o no y no vengas con el tema del precio mira que tengo el suficiente dinero como para comprarte cinco de estos o más.

Aiko suspiró y de mala gana tomó el bello vestido para caminar hacía los vestidores. Sayumi se giro para mirar a Saori levantando ambos pulgares mientras sonreía. Se acercó a esta felizmente y se sentó en aquellos sofás que estaban ahí seguida de Saori.

-¿Has hablado con Hajime? -Preguntó la pelirroja.

-Aja... -Saori formó una mueca con sus labios. -No puedo estar enojada con él, me siento jodidamente débil con él como que mi orgullo no existe con Hajime... -La rubia no pudo evitar cubrirse el rostro con ambas manos. -Te juro que si lo veo vestido en traje el día del matrimonio de tu madre me dará un paro cardíaco.