𝗦𝗵𝗲 ; 𝘏𝘢𝘫𝘪𝘮𝘦 𝘒𝘰𝘬𝘰𝘯𝘰𝘪

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—¿Qué le gustan a la mujeres? ¿Flores? ¿Chocolate? —Hajime vio como Inupi se encogió de hombros haciendo que comenzará a perder un poco la paciencia. —Inupi, te traje para que me ayudes.

—Mira tu decidiste traerme ahora te aguantas, no te puedo ayudar por que no tengo una novia como para aconsejarte lo que le gusta y lo que no… No sé por qué estas haciendo esto, ¿Segundo que no la cagaste con Saori?

—No —Negó el pelinegro mientras observaba una bella blusa para Saori. —, está extraña y la siento algo triste… Quiero alegrarla con un regalo.

—¿Seguro que no le dijiste Akane por error? —Bromeó el rubio.

Hajime no pudo evitar golpear la cabeza de su amigo al escuchar aquella pregunta.

—Cállate y no, Akane ya es pasado.

—Ajá.

El pelinegro le dio una última mirada de odio a su mejor amigo antes de continuar observando la ropa. Habían pasado dos semanas y Saori seguía extraña según el joven. La había visto un par de veces en la semana y la notaba bastante ida, como metida en sus pensamientos algo que lo estaba volviendo loco ya que Saori se negaba a contarle que le ocurría.

—Llevas como dos semanas de novio con Saori y ya la cagaste… —Volvió a comentar el rubio riendo.

—¡Que no la cague!

—¿Y por qué le quieres comprar algo? Mayormente cuando nos mandamos cagadas le regalamos cosas a la persona afectada…

—¿Inupi que estas insinuando?

—No lo sé… Yo solo digo.

Hajime tan solo ignoro al rubio y continuó con su búsqueda, en verdad no le había gustado nada y decidió irse. Llegaron a una florería en donde compró un par de rosas bajo la mirada burlesca del rubio y comenzaron a caminar hacia la motocicleta de Inupi que estaba estacionada.

—¿Me vas a dejar a donde Saori? —Preguntó el pelinegro de forma amigable.

—Solo te llevaré por que vamos para el mismo lado…

Hajime arrugó su frente al escuchar aquello.

—¿Qué? —Preguntó confundido.

—Iré a buscar a Sayumi, me invitó a su casa para mostrarme la colección de zapatos de su mamá.

—¿La colección de zapatos?

—Ajá, de echo por mensaje me mando fotos de algunos y están bien bonitos, dijo que podía darme algún par si es que me quedan y pues que te diré, no me pude negar ante esa propuesta.

—¿Mostrar la colección de zapatos de la mamá se dice ahora? —Hajime rio recibiendo esta vez él un golpe en la cabeza por parte del rubio.

—Cállate, Sayumi es muy tierna y me cae bien, es más como una amiga… Ya súbete o me iré sólo.