𝗦𝗵𝗲 ; 𝘏𝘢𝘫𝘪𝘮𝘦 𝘒𝘰𝘬𝘰𝘯𝘰𝘪

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Saori tan sólo asintió a todo aquello que el joven le decía, no quiso decir nada más y es que sabía que sí abría su boca probablemente se pusiera a llorar. No dejó que el joven la fuera a dejar a su casa ni menos a la estación de trenes, no quería estar más tiempo con este ya que se sentía tan mal y triste que lo único que necesitaba era estar en su cama acostada comiendo chocolate. Sinceramente su corazón no le creía al cien por ciento a Hajime, pero este le gustaba tanto que aceptó todo aquello que el joven le propuso.

Había acordado demostrarle que realmente ella le gustaba y le juró que daría todo de sí para que Saori le creyera y no lo abandonará. Hajime aceptó que Saori se fuera sola y es que se notaba a simple vista que la rubia necesitaba un tiempo a solas, por lo que no dijo nada y tan sólo se despidió dándole un tierno besó en la frente a la joven. Antes de marcharse Saori alimentó a Harry y se fue sin mirar hacia atrás a Hajime que la observó hasta que sus ojos no vieron más a la rubia.

Sin nada de ánimos, Saori llegó a su casa y grande fue su sorpresa al ver a Sayumi junto a su madre sentadas en el sofá. Mary, la madre de Saori notó los ojos hinchados de su hija, pero prefirió no preguntar. Sayumi también notó aquello. Las tres mujeres miraban a la rubia quién no sabía que sucedía.

—¡Saori querida! ¡Tanto tiempo! —La madre de Sayumi, pelirroja al igual que su hija y esbelta, corrió hacía la rubia para darle un gran abrazo cariñoso.

—Hola...

—Que bueno verte. —Comentó la mujer alegre. —Fijate que vine para invitarlas a mi matrimonio que es el próximo mes... —Sonrió.

—¿Matrimonio? —Saori no pudo evitar dirigir su mirada a Sayumi quién tenía una expresión algo disgustada.

—Ajá, pero ya Sayumi te contará... Vayan a hablar de las cosas de adolescente, que nosotras acá con Mary hablaremos de detalles que a ustedes no les importa.

Sayumi felizmente se levantó del sofá y caminó hacia Saori quién tenía una expresión confusa en su rostro. Sin decir nada ambas caminaron hacia la habitación de Saori donde al momento en que cerraron la puerta, Saori corrió a abrazar a Sayumi rompiendo en llanto tomando bastante desprevenida a la pelirroja, quién la abrazó.

—¿Qué ocurrió? —Preguntó dulcemente mientras acariciaba el cabello rubio de su amiga.

—Hajime... —Habló esta. —Yo... No sé si deba creerle.

—¿Quieres contarme primero? Que no se de que me estas hablando y si no me cuentas no te podré ayudar, pero si quieres primero llorar, pues llora y después me cuentas.

—Gracias...

Saori lloró por un par de minutos mientras que Sayumi acariciaba su cabello con ternura, haciendo que prácticamente Saori botara toda esa pena. Luego de un rato el llanto paró, Sayumi se separó de Saori y tomó su mano para guiarla a la cama en donde se sentaron. Saori secó las lágrimas que comenzaban a salir nuevamente y lamio sus labios.