𝗦𝗵𝗲 ; 𝘏𝘢𝘫𝘪𝘮𝘦 𝘒𝘰𝘬𝘰𝘯𝘰𝘪

12

—Me... me parece. —Mordió su labio mientras ignoraba esa extraña sensación.


—Ah y lo otro —Escucho la risa del joven. —si es que tienes alguna amiga, es que probablemente mi madre me diga que vaya con mi hermano y así para que esté no se sienta solo... Tu me entiendes.


—Oh... Hmmm déjame preguntarle a una. —Sonrió. — Pero probablemente me diga que si.


—Bien... No hay necesidad de que me digas donde estudias, tu madre vino el otro día y menciono tu colegio, pero dime a que hora sales para cuando salgas yo ya estar ahí.


—Oh si... Salgo a las dos y media.


—Bien, ahí estaré... Adiós guapa. —Sin darle tiempo a responder el joven corto la llamada.


Saori se quedó sin hacer nada por al menos diez segundos haciendo que ambas muchachas se acercaran preocupadas.


—¿Que pasó? —Preguntó Aiko. Saori la miró mientras mordía su labio inferior. —¡Saori!


—Creo que tengo una cita... —Contó sorprendida de sus propias palabras.


—¿Con el pandillero? —Preguntó Sayumi emocionada.


—No... —Negó la rubia. —Con Ran... Y necesitó que una de ustedes me acompañe para que sea la cita del hermano de este.


—¡Elígeme a mi! —Gritó emocionada Sayumi.


Aiko seguía observando a Saori en silencio y es que la conocía perfectamente como para saber de qué no estaba feliz, sabía que había algo que Saori no quería contar, pero prefirió callar y preguntar después cuando estuvieran solas. No sabía exactamente quién era ese tipo y le extrañaba de todas formas que Saori aceptará salir con este y es que últimamente siempre se veía con el pandillero por lo que se le hacía extraño. Sayumi por su parte estaba feliz de ser la acompañante de Saori y conocer a ese hermano del tal Ran.


El timbre anunció el término del receso por lo que las tres jóvenes comenzaron a caminar de vuelta a sus salones. Sayumi no paraba de saltar feliz por saber que en unas horas más tendría una cita. Aiko espero a que la pelirroja se alejara un poco y tomó del brazo a Saori impidiendo que esta caminara.


—¿Que tramas Saori? —Preguntó rápidamente. —¿Por qué de la nada aparece este tipo y tendrás una cita con él? ¿Y Hajime? —Saori trago saliva mientras esquivan a la mirada de la pelinegra. —¡Mírame!


Saori miró por fin el rostro de Aiko.


—Yo, no se que acabo de hacer… —Respondió.


Aiko arrugó su frente sin entender.


—Comienza contando quién es ese tal Ran.


—Es hijo de una amiga de la escuela de mamá y es muy guapo, tiene dinero… Mierda es todo lo que he soñado.


—Pero…


—Pero Hajime no sale de mi cabeza y esto me está matando… No se que hacer.


Aiko miró el rostro de Saori notando la expresión de desesperación en su rostro.


—Aceptaste la salida, ya no hay vuelta atrás.


—Lo sé... Pero Hajime... —Saori negó con su cabeza. —Hajime es solo un pasatiempo, con Ran tengo futuro. —Habló firme.


Aiko arrugó su frente al momento de escuchar aquello.


—¿Te estás escuchando? —Preguntó Aiko disgustada por lo dicho por parte de la rubia. —¿Un pasatiempo? ¿Que es Hajime, un juguete acaso?


—No... Pero mi futuro está con Ran.


—¿Que futuro? ¿El futuro de mierda que siempre has querido con muchos lujos?


—Ran tiene dinero y es hijo de la amiga de mi mamá... Es prácticamente todo lo que he soñado toda mi vida y...


—Si, pero ni siquiera te hace cosquillas en el estómago maldita sea, quieres dejar de ser una maldita codiciosa y pensar claramente, estás prácticamente tratando al maldito pandillero como a un juguete... ¿Es que tan solo te estás escuchando?


Saori observó a los ojos a su mejor amiga notando el enfado de Aiko, trago saliva mientras que por dentro se sentía de lo peor al pensar aquello de Hajime. La vibración de su celular hizo que la rubia dejara de mirar a una disgustada Aiko, un mensaje de Hajime aparecía ahí haciendo que su corazón latiera rápidamente.


—¿Es Hajime, no?


—Si...


—Pues dile, dile que saldrás con el hombre de tu futuro, mientras que él es solo un maldito pasatiempo tan solo por no cumplir con tus expectativas materialistas…—Aiko negó con su cabeza disgustada. —A veces hablas como tu mamá, dices que es lo que menos quieres ser en la vida pero cada día te pareces más a ella. No me gusta Hajime tampoco para ti, pero esto que le estás haciendo es horrible. —Sin decir nada más la se alejó dejando a Saori parada ahí sintiéndose peor.



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El timbre anunció el término de las clases, Saori suspiró mientras se levantaba para guardar sus cosas en su bolso. No pudo evitar poner su mirada en Aiko que ni la miró de vuelta y tan solo se fue.