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La pequeña niña rubia veía a su hermana mayor tirada en el piso sollozando. Se había levantado por un malestar en el estómago y había vomitado, ya que en esa cena había tanta comida que no pudo parar de comer hasta que su madre le dio una mirada de enfado haciendo que esta parara de comer. Poco a poco se acercó a su hermana mayor con sigilo y es que lo que menos quería era asustarla y que esta se enojara con ella. No le gustaba ver a las personas grandes llorar por que las personas grandes lloraban por cosas feas y Akemi no quería ver a su hermana triste, por lo que decidió sentarse a su lado y apoyar su cabeza en el brazo de Saori suavemente. Saori levantó la mirada para encontrarse con los ojos cafés de Akemi que la observaban curiosos.

—Vomite. —Habló la niña rompiendo el silencio.

Saori no pudo evitar sonreír. Rápidamente se seco sus lágrimas y extendió sus brazos para abrazar a su pequeña hermana.

—Si no le dices a mamá que vomite, no le diré que estabas llorando…

—Me parece un trato justo, ven vamos a lavarnos los dientes y de vuelta a la cama. —Comentó la joven mientras se levantaba y tomaba en brazos a la niña.

Akemi abrazo fuertemente a Saori mientras está comenzó a caminar.

—No me gusta verte triste Saori.

Saori no supo que responder a aquello y tan solo beso la frente de la niña haciendo que esta sonriera. La rubia después de hacer que Akemi se lavara los dientes correctamente la llevó de vuelta a su cama y la arropo, antes de irse tocó su frente para verificar que está no tuviera fiebre y sonrió al notar que no. Nuevamente besó la frente de la niña y se fue, no sin antes decirle que si se sentía mal no dudara en avisarle. Akemi asintió y con una sonrisa volvió a dormir.

Saori volvió a su habitación notando como su celular vibraba sobre la cama y sintió un revoltijo en su estómago al ver que era Hajime quién llamaba. No quiso contestar y dejó el celular sobre la cama, pero las constantes llamadas del joven hicieron que contestara de igual forma.

—Por favor... Sal. —Escucho apenas contestó. —Sal Saori, necesito que salgas...

—Ya te dije Hajime. —Contestó firme la joven, aunque su corazón latiera rápidamente jamás dejaría que el joven se diera cuenta de aquello.

—Por favor...

—Hajime.

—Te explicaré todo, pero por favor ven...

Saori cerró sus ojos con fuerza y corto la llamada. Se sintió una tonta al volver a bajar las escaleras e ir hacia Hajime, sentía que ya sus emociones hacía el pelinegro hacían las cosas por ella y ella solo veía todo de lejos. Abrió la puerta encontrándose con él rostro triste del joven, Hajime no pudo evitar acercarse a Saori cuando está abrió la puerta nuevamente, pero la rubia se apartó rápidamente haciendo que Hajime le diera una mirada algo dolida.

—Explícame. — Habló la joven mientras cerraba la puerta detrás de ella.

El silencio que reinó después de aquello hizo que la rubia perdiera la paciencia y se girará para abrir la puerta, pero Hajime no dejó que esta avanzará más ya que había alcanzado a tomar el brazo de esta para evitar que se fuera nuevamente.

— Por favor... No te vayas de nuevo. —Rogó.

—Entonces dime que es lo quieres realmente de mi Hajime ¿Y que mierda es lo que somos? Por que realmente no sé para dónde va todo esto, yo... —No pudo evitar llorar.

Hajime tironeo suavemente de él brazo de Saori haciendo que esta chocará con su pecho y la rodeo con sus brazos para apegarla más a él. Saori sintió como él pecho de Hajime saltaba por el corazón que latía tan rápidamente como latía el suyo y sin poder evitarlo abrazo al pelinegro mientras lloraba sin saber por qué.

𝗦𝗵𝗲 ; 𝘏𝘢𝘫𝘪𝘮𝘦 𝘒𝘰𝘬𝘰𝘯𝘰𝘪    Donde viven las historias. Descúbrelo ahora