28

4K 521 139
                                    

Sayumi se ofreció para llevar a Aiko de vuelta a su casa junto con Jerry, por lo que ambas adolescentes se fueron juntas caminando hasta la salida del centro comercial

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Sayumi se ofreció para llevar a Aiko de vuelta a su casa junto con Jerry, por lo que ambas adolescentes se fueron juntas caminando hasta la salida del centro comercial. La pelirroja iba tan concentrada en su conversación con Aiko, que consistía en hablarle de lo mucho que le caía mal el tipo con quién su madre se iba a casar. Aiko por su parte tan solo escuchaba sin girarse a mirar a la pelirroja por miedo a chocar con las personas, algo que Sayumi estaba haciendo por lo que no pudo evitar chocar con una rubia, quién cayó al suelo por el choque con la pelirroja.

—¡Ay cuanto lo siento! —Exclamó la pelirroja mientras dejaba sus bolsas en el suelo para poder ayudar a la rubia a levantarse.

Aiko no pudo evitar reír por la torpeza de su amiga, quién le dio una mala mirada para que dejara de reírse. La rubia también, no pudo evitar mirar mal a la más alta por la risa, pensó que se reía de su caída.

—Soy muy torpe, lo siento... Iba tan pendiente de odiar a la pareja de mi mamá que no te vi. —Se disculpo nuevamente Sayumi logrando sacar una sonrisa en la rubia quién se levantó con la ayuda de la pelirroja.

—También fue mi culpa... Iba pensando y como que me fui a otro planeta por un momento. —Sonrió.

Sayumi no pudo evitar pensar que la rubia era muy guapa y se sonrojo un poco al ver la sonrisa de esta. Aquello Aiko lo notó, por lo que no pudo evitar rodar los ojos mientras que algo en su estómago le molestaba. Lo ignoró completamente.

—Oh bueno... —Sonrió Sayumi de vuelta. Se agachó para recoger sus bolsas. —De igual forma lo siento mucho...

—Sayumi tenemos que irnos. —Habló fríamente la pelinegra. —No quiero llegar tarde a mi casa.

Sayumi asintió mientras miraba a la rubia haciendo que a Aiko le dieran ganas de tirarse del segundo piso. En verdad se sintió algo ignorada, por lo que sin esperar a la pelirroja comenzó a caminar hacia la salida.

—Bueno debo de irme, —Informó la pelirroja algo avergonzada por la actitud de Aiko. —y de nuevo lo siento por chocar contigo... Eh... —No supo cómo preguntarle el nombre a la rubia, pero esta captando el mensaje río.

— Emma, mi nombre es Emma.

—¡Oh! ¡Un nombre americano! Que bonito... Bueno yo soy Sayumi. —Sonrió de vuelta. —Bueno adiós y que te vaya bien en lo que sea que vengas a hacer acá... —Comentó mientras se alejaba rápidamente de esta para seguir el rastro de la pelinegra.

La rubia vio como Sayumi comenzó prácticamente a correr y no pudo evitar sentir ternura al verla. Sayumi corría detrás de Aiko y ya cuando llegó a su lado tomó el brazo de esta algo enfadada.

—¿Se puede saber que te pasa? —Preguntó. —¿Por qué de la nada te comportas tan grosera? Estábamos bien hablando...

—No. —Aiko se giro interrumpiendo a Sayumi. —Tu estabas hablando, yo solo te escuchaba hablar.

Sayumi suspiró con algo de tristeza.

—¿Por qué de un momento a otro te pones así? Tan fría y apática...

—Por qué así soy yo y si no te gusta como soy pues no deberías de ser mi amiga. —Contestó Aiko fríamente.

—¿Qué te sucede? Estábamos muy bien, en verdad no te entiendo, ¿Tienes un problema conmigo? Me tratas bien, eres tierna y luego te pones así de rara y apática. Con Saori no eres así y conmigo sí, dices que yo soy rara pero tu eres más rara que yo... Por que te comportas como una niña pequeña y haces berrinches igual que Saori cuando no obtiene lo que quiere, maldita sea intento entenderte pero cada día te entiendo menos por que eres muy cambiante y no se por que solamente eres así conmigo por qué...

—¡Por qué me gustas! —Confesó Aiko aburrida de escuchar hablar tanto a la pelirroja, quién de cayó al momento de escuchar aquello.

—¿Qué...? —Sayumi negó con su cabeza. —Nadie gusta de mi Aiko, menos, menos tú. —Negó con su cabeza nuevamente.

—Sayumi eres jodidamente hermosa y un puto grano en el culo, y si estoy diciendo palabrotas, siempre te encontré de lo más extraña, pero eres una persona hermosa por dentro y por fuera... ¿Como no me vas a gustar?

—Pero te gustó como amiga —Sayumi rio nerviosamente. —, ya te dije que nadie gusta de mí, por que no soy bonita y por que soy rara.

—Eso es lo que tu piensas de ti, pero no por eso todo el mundo lo pensara y si, eres rara, pero me gusta tu rareza... Y no, no me gustas como amiga.

Sayumi suspiró.

—¿Estas bromeando? ¿Ahora es cuando sale Saori-san de algún escondite avisando que es una broma?

Aiko negó con su cabeza mientras se acercaba a la pelirroja.

—No es una broma Sayumi. —Miró los ojos cafés de la pelirroja y noto como estos brillaban.

Sayumi observó a su alrededor avergonzada.

—Aiko esto no está bien. —Negó con su cabeza mientras se alejaba. —Somos mujeres y esto... —Negó con su cabeza.

Aiko levantó una ceja.

—No me vengas con esas estupideces Sayumi, te vi coquetearle a esa rubia descaradamente y ahora me vienes con eso.

—Yo...

—Y que importa lo que opinen los demás, de sí esta bien o mal, me gustas y punto. Eres una mujer y me gustas, ¿Y qué?

—Aiko... —La pelirroja no pudo evitar acercarse a la pelinegra y abrazarla con cariño mientras sentía las lágrimas bajar por sus mejillas. —También me gustas...

Aiko sonrió mientras recibía el abrazo feliz.

—¿Más que Inupi? —Preguntó bromeando.

—Inupi no me gusta, es guapo y muy interesante, pero no se robo mi corazón...

—¿Y yo si?

—Siempre... Siempre me pareciste guapísima, me gustaba mirarte. —Confesó sonrojada la pelirroja.

—Pues para mí eras rara. —Río la pelinegra.

—Lo sé... —Sayumi se alejo un poco para mirar a los ojos verdes de Aiko. —Y ahora para mí eres bipolar, ¿Como es que estas feliz ahora?

Aiko no pudo evitar reír ante esto.

—Mejor vamonos a ver si esta Jerry.

—¡Oye! No cambies la conversa... —Sayumi cayó al momento en que vio como Saori se despedía de un rubio a quién pudo reconocer inmediatamente.

—¿Esa es Saori? —Preguntó Aiko también mientras veía a ambos jóvenes.

—Aja...

—¿Y quién es ese tipo?

—Rindo Haitani, hermano del tipo con quién Saori salió aquel día en que me invitó. Él supuestamente era mi cita, pero ese día Rindo solo se dedicó a mirar a Saori.

𝗦𝗵𝗲 ; 𝘏𝘢𝘫𝘪𝘮𝘦 𝘒𝘰𝘬𝘰𝘯𝘰𝘪    Donde viven las historias. Descúbrelo ahora