𝗦𝗵𝗲 ; 𝘏𝘢𝘫𝘪𝘮𝘦 𝘒𝘰𝘬𝘰𝘯𝘰𝘪

16

Hajime se movió incómodo en el sofá mientras sentía la mirada azulada de la mujer que tenía en frente. Saori apretó su mano mientras le intentaba dar algo de tranquilidad, Akemi por su parte estaba al otro lado del pelinegro abrazada al brazo de este feliz. La mujer negó con su cabeza al ver a sus dos hijas locas por aquel joven pandillero.

—Bien, así que tu eres Hajime Kokonoi. —Habló la mujer rompiendo el silencio. —Bueno me presento, soy Mary la madre de Saori y de Akemi.

—Hola...

—Me gustaría saber que intenciones tienes con mi hija, necesito saberlo ya que como has notado es la mayor de mis hijas, pero no por eso dejara de ser una niña para mí y no me gustaría verla triste por que le rompiste el corazón.

Hajime abrió su boca sin saber que decir. En verdad jamás había pasado por esto y no sabía que tenía que decir, por lo que miró a la rubia quién se encogió de hombros sin saber tampoco que hacer.

—Empezamos con el pie izquierdo y me gustaría hacer como si eso no ocurrió... —Continuó hablando la madre de la rubia al no obtener respuesta del pelinegro. —Está señorita que está a tu lado como has notado es muy consentida y cuando no le das lo que quiere hace berrinche, supongo que ya lo notaste. Por lo que sé, que aunque le prohíban tener relación o lazo contigo lo tendrá de igual forma, por que así es ella y prefiero mil veces aceptar cualquier cosa a tener que escuchar estúpidas mentiras de Saori para salir contigo.

«Así que me gustaría que vengas a verla a la casa de día —Lo último lo dijo recalcandolo haciendo reír a la rubia. —, no quiero que se vean más de noche por que son adolescentes y se por que están pasando pero aún no es el momento de eso y si quieres venir a ver a Saori ven, pero tiene que ser en las horas en que no esta mi marido ya que él es muy cabeza dura y jamás aceptará su relación, ¿Entendido? —Hajime asintió haciendo que Mary levantará una de sus rubias cejas. —¿Acaso ahora no hablas?

—Hmm perdón, acepto todo lo que uste esta diciendo. —Contestó prácticamente como un robot haciendo que la mujer sonriera.

—Tranquilo niño, no te haré nada. Sé que empezamos con el pie izquierdo, pero te daré una oportunidad... Pero si veo a mi hija botar tan solo una lágrima por ti, ten por seguro que no te irá bien. —Sonrió con malicia la mujer al ver el rostro perplejo del pelinegro.

—¡Mamá no lo asustes! —Saori se tapo el rostro con ambas manos avergonzada.

La vibración del celular de esta hizo que Saori quitara sus manos del rostro para contestar. Junto sus cejas con duda al ver quién la llamaba, Saori vio el nombre de Sayumi brillar en la pantalla. Se levantó para poder hablar más tranquila sea cual sea la razón de por que la llamaba.

—¿Sayumi?

—Saori... —Escucho del otro lado de la línea como Sayumi hablaba un poco despacio.