∆No Puedo... No Quiero∆

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Wooyoung volvía a su casa después de dejar a su amigo alfa que cada vez estaba más reducido en tristeza y daba la impresión de ser un niño pequeño perdido. Comenzó una caminata nerviosa en la sala con su teléfono en mano pero antes de llamar fue rápido al baño de su cuarto, miro en su botiquín, saco una jeringuilla, levantó su camiseta y bajo un poco el lado de su pantalón para dejar a la vista parte inferior derecha de su abdomen, clavó la aguja y dejo ir el contenido en su torrente sanguíneo.

-Perdón lobo, es por el bien de ambos- Young  desde ahí marco el número de Jongho en lo que iba a abrir la puerta a esperar que el ascensor llegará al tercer piso donde estaba su vivienda, por fin la flecha indica que subía y sus ansias le carcomía poco a poco, antes de que si quiera se abrieran las puertas ya sentía ese olor, ya su cuerpo estaba reaccionando, el calor se acumulaba, su frente se perla a con sudor.

Se separaron las puertas de metal y vio a ese chico de cabellos castaños y ojos finos que se entre cerraban al sentir el aroma de su alfa indicado.

Wooyoung camino donde el y le tomo de la cintura, el más pequeño se desplomó un segundo y volvió en si para clavar con ansias sus manos en la ropa del mayor, fue tomado en brazos como un bebé y lo llevo rápidamente a su habitación, al verlo en el borde de su cama, sonrojado, jadeando con su boca abierta y respirando escandalosamente le calentó más. Wooyoung delineó con su lengua los colmillos que acababan de salir ansiosos por marcar a ese lindo chico, se quitó la camiseta y la lanzó lejos. Nunca separó su mirada de la cara del pequeño Omega, el Omega también se comenzaba a quitar su ropa.

-¿Alfa?- gimió con su voz débil, el chico estaba en el trance de unión y su lobo se encargaba de todo, hasta de seducir a su alfa para que sellará su vínculo con la bendición de la diosa de la luna que los había destinado.

-Por fin te encuentro...- Wooyoung soltó un gruñido y recostó en la cama al embriagante Omega, le besó con desesperó, su lengua invadió la aterciopelada y caliente boca, su lobo estaba más excitado y feliz con cada segundo, el concierto de gemidos de placer total del Omega fuera de sus sentidos era lo mejor que había vivido en mucho tiempo, el cuello le llamaba a morderle e inyectar sus feromonas de alfa verdadero para unirlos en un vínculo total. Quitó la molestia camiseta del pijama del Omega del borde de la cama y bajo sin cuidado su pantalón con su ropa interior, vio ese cuerpo suave, blanco, tan perfecto. Su boca se dedicó a besar desde los lunares de su cuello, por sus protuberantes caderas, separó sus piernas y dió besos por su ingle aguantando sus ganas incontrolables de morderle su grande mano tanteo la entrada del Omega que chorreaba en humedad su lubricación natural, sus dedos estaban conectados al canal del Omega por un hilo de líquido transparente que desprendía un aroma que lo enloquecía, metió dos de sus dedos sin cuidado buscando el punto sensible de su Omega, lo apretó a su gusto y cada vez tenía más unos agudos "Mi alfa".
Ya sin rodeos el alfa verdadero se terminó de desnudar, el Omega abrió sus piernas dejándole todo a su vista, miro con ojos llorosos por calor y placer el marcado cuerpo del alfa, su piel morena, el sudor que le cubría, ese aroma a chocolate que encajaba tan bien, su lobo estaba totalmente feliz. Vio cuando bajo su ropa interior y noto el grueso miembro que se ensanchaba en la base con un nudo que no podía esperar a sentir cuando se anclará en su interior, su lobo se sacudió ansioso y se giró para darle la espalda preparando su unión y su mordida. Wooyoung se posición rápido y se deslizó al fondo de las entrañas de su Omega, se resbalaba sin esfuerzo por la abundante cantidad de líquido soltado por el libido de Omega, lo empujaba sin cuidado alguno para meter su pene lo más profundo que se pudiera, su pulso se aceleró al límite, su frente, su cuello y sus brazos tenían las venas palpitando de manera estrambótica, los gemidos del Omega eran una deliciosa seda en el aire, su cabello era un total desastre y ya su mejilla tocaba el colchón dejando a la vista su culo en alto sonrojado, sus omóplatos marcados y la línea de sus vértebras.
Wooyoung salió y miro tentado a la entrada rosada, abierta y babeante del chico de su destino, metía un poco su pene y lo volvía a sacar disfrutando ver los hilos colgar desde su glande hasta el ano del más pequeño, se hincó un poco y huevo con su lengua probando el dulce nectar que chorreaba sin contención, limpio sin cuidado los alrededores de su boca y volvió a meterse cerrando los ojos para disfrutar de las sensaciones.
El Omega solo podía dar pequeños alaridos cada que intentaba llenar sus pulmones de aire, era sacudido contra la cama y aunque iba con toda la intención en un principio de detener todo, a medida que en el ascensor se acercaba el aroma le calentaba como el infierno y el movimiento nervioso de sus piernas le permitió sentir lo mojado que estaba, su orgullo salto por la borda listo a dejarse sumir en una oscuridad para que antes de darse cuenta estar en los brazos del fuerte alfa, y en este punto ya no podía pararlo, ya no quería pararlo.

THE ALPHA CLUB |Omegaverse Woosan, Seongjoong, Jongsang| Donde viven las historias. Descúbrelo ahora