THE ALPHA CLUB |Omegaverse Woosan, Seongjoong, Jongsang|

∆De Charlas Sinceras, Perdón y Vergüenza∆

En el espejo San miraba su cara inflamada por el llanto y frunció el seño al darse cuenta el desastre que estaba hecho, limpió su nariz con un trozo de papel higiénico y mojo su rostro en el lavamanos, miro su teléfono y rogo que prendiera después del golpe que le había dado al lanzarlo al piso, para su suerte el estuche le había salvado está vez.
Mientras su teléfono reiniciaba organizo sus cabellos y preparo en su cabeza más palabras para dirigirle al alfa, no podía dejarse llevar de las emociones de nuevo y en la boca de su estómago se sentía la incomodidad agrupándose, pero debía mantener el control, abrió la puerta dispuesto a salir pero al escuchar a la pareja en la sala en una pequeña discusión que se hacía entre risas por parte del alfa, así que prefirió encerrarse de nuevo en el baño, se deslizó en la puerta hasta sentarse en el suelo y con unas crecientes ganas de vomitar marco el teléfono del alfa. El teléfono timbró un par de veces hasta que sintió como contestaban y aguanto el aire al interior de sus pulmones con su boca seca como estropajo.

-¿Sannie?- el alfa estaba un poco retraído por las palabras que San le había dicho anteriormente.

-Wooyoung... Em, Hongjoong me mostró el vídeo, ¿Podemos hablar?- San si antes estaba aguantando el aire ahora estaba hiperventilando mientras su corazón latía hasta en sus propios oídos.

-Si, está bien, ¿Dónde nos vemos?- Wooyoung pregunto.

-Puede ser en casa...-

-Si, está bien... Después tengo que volver porque el señor Osaki está... Mal en realidad - Wooyoung dejo salir un suspiro buscando dejar libre algo del estrés -Si desde un principio era loco con lo de su poder y sus posiciones no quiero saber lo que me va a esperar-

-Si vines pronto quizás nos de tiempo a dejar todo claro- San trastabillo un poco -Y...y pueda acompañarte a decirle que yo soy tu Omega.

-¿Eh?... ¡Oh!- Wooyoung sintió su corazón volverse a unir cuando escucho esas palabras pero antes de poder decir algo el pancito de San actuó.

-¡Nos vemos!- así san colgó abruptamente la llamada y luego apoyo el teléfono contra su pecho. Cuando salió se sintió algo mareado por el aroma a eucalipto que llenaba toda la casa e incluso hizo arder su garganta pero cuando llegó a la sala vio a Seonghwa y Hongjoong abrazados justo frente a la puerta.
San aún algo mareado por el aroma del otro alfa trato de hacer un ruido empujando un portarretrato sobre una mesa de cristal que decoraba la casa y fue Efectivo para separarlos, Hongjoong sonrió apenado y seonghwa tenía sus mejillas rojas aún clavando su cabeza en el hueco entre el hombro y el cuello de su alfa.

-Pido perdón por el revuelo que cause, les agradezco mucho su apoyo pero creo que ya solucionaremos lo demás Wooyoung y yo...- San se encamino hacia la puerta rápido sin querer sentirse peor con el aroma del alfa ajeno y apenas si consiguió salir sin doblegarse.
El motivo de ese estridente aroma es que Hongjoong puede que haya decidido aprovecharse de su lado de alfa real para calmar a su omega mediante la liberación de grandes cantidades de feromonas y había funcionado a la perfección y rápidamente, ahora en lugar de un novio lindo enojado, tenía un novio lindo que se acicalaba contra su brazo gustoso.

(...)

San entro a la casa y aún olía a quemado, se sintió algo culpable de que pudo causar un accidente por ser tan impulsivo y limpio lo que pudo pero lastimosamente la sartén estaba insalvable. Cuando termino ese camino al baño a darse una ducha corta para recuperarse más de su seción de llanto y estar bien para cuando Wooyoung le viera, su habilidad eea organizarse en mínimo cinco minutos, pero estaba tan nervioso son poder distraerse en nada que tardo solo tres minutos en hacerlo, se vistió y fue a la sala a esperar ansioso que Wooyoung llegará.
Cuando llegó y le vio aún con su pijama puesto además de muy agitado, San le miro incrédulo ya que ese alfa que siempre cuidaba tanto su imagen dentro del trabajo ahora estaba así, hecho un pequeño desastre, ese solo aumento las ganas de correr y abrazarle mientras el mismo era el que le pedía perdón. Pero sabía que aún también necesitaba una explicación.