THE ALPHA CLUB |Omegaverse Woosan, Seongjoong, Jongsang|

∆18 Semanas∆

El Omega con sus dieciocho semanas de embarazo estaba pasando un viernes ocupado manteniendo los parámetros de seguridad que Jongho le había pedido que tuviera, porque para el era mucho trabajo que pasará la aspiradora y no estaba dispuesto que sus bebés (ninguno de los tres) pudiesen salir lastimados.
Asi que Yeosang se había dedicado a limpiar eonpolvo de cada uno de los estantes de la casa.
En el cuarto donde los dos descansaban yacían los libros de estudio de ambos, Yeosang al estar limpiando los tomo de los libros de Jongho se distrajo con ese que en su lomo marcaba "Gestación". Lo tomo y se sentó sobre su cama para leerlo, comenzó leyendo lo que se suponía que era un primer trimestre y no se pudo acomodar en ningúna de las molestias descritas, pero si en el crecimiento de su cuerpo, había una imagen que ilustrada como levemente el abdomen bajo comenzaba a tomar una forma redonda y en definitiva su cuerpo había pasado por eso. Cuando paso a la sesión del segundo trimestre se encontró de nuevo la imagen que ilustrada como se suponía debía lucir un cuerpo de alguien con un embarazo simple, no múltiple, como era su caso. Yeosang en ese momento se puso de pie y levantó sus dos capas de suéteres para mirar como su pancita ya estaba sobresaliente y volvió a mirar la imagen del libro y no pudo evitar pensar "no me veo así" porque aunque su embarazo era múltiple, aún seguía bastante disimula le entre toda la ropa de invierno que usaba porque, otra cosa no, pero estaba siendo realmente friolento.

Sabía que ese viernes Jongho llegaría un poco tarde ya que iba a cubrir a Wooyoung con en una conferencia con los clientes de Japón así que estaba resignado a distraerse todo el día y no tener oportunidad de extrañar al alfa, al menos no tanto como lo haría si se dedicará a recostarse en el sofá para ver cualquier cosa que se cruce en la televisión.

Al terminar con el libro en su cabeza rondaban un par de miedos, la mayoría al ver cómo quedaba el cuerpo de un gestante cuando estaba en el último mes, ahora sí tenía miedo de como iba a vivir su vida con un abdomen de tales proporciones pero recordaba que Jongho le mencionaba que era posible que los bebés nacieron antes de tiempo por seguridad ya que su cuerpo era un poco pequeño para darles suficiente espacio para crecer sin que terminarán enredándose con su propio cordón umbilical, sintió un poco de paz, dejo el libro de vuelta en el sitio y se sentó en el suelo para de la parte de abajo comenzar a limpiar los suyos, recordó sus horas sentado repasando todas las técnicas de estudio para niños con necesidades especiales.

(...)

Yeosang con 19 años no sabía en realidad que hacer con su vida y después de una charla sincera con sus padres ellos dijeron que se tomará un años sabático, pero eso sí, que debía trabajar mientras pensaba que hacer con su vida. Yeosang lo hizo sin problema alguno y paso su año haciendo pequeñas cosas por ahí y allá, trabajo en una cafetería, en una biblioteca hasta que al final con la recomendación de su tía lo tomaron como asistente en un jardín infantil. Tenía la expectativa de que sería simplemente como un trabajo normal, uno de esos en que solo esperaría que se acabaran las horas, para así al fin de la semana recibir el sueldo que le podían dar a alguien de su edad sin estudio más allá de la escuela, pero se encontró con otra realidad.
El primer día que llegó vio en los ojitos de los pequeños una ilusión pura ante "el maestro nuevo", cada que un pequeño se acercaba a el corriendo para pedir ayuda cuando había que sacar punta a sus colores, le ayudará a borrar sin dañar la hoja o cuando los pequeños de tres a cinco años de peleaban por quién iba a compartir mesa con el profesor en el recreo, descubrió que le llenaba su alma de verdad.
En ese trabajo fue la primera vez que no sintió urgencia para volver a casa, incluso se sentía triste de hacerlo al ver a sus pequeños favoritos hacer pucheros antes de irse sin querer dejar si lado, también recuerda la felicidad que los niños tenían mientras se dedicaban a seguir las instrucciones para hacer la pintura de un osito, que aunque algunos quisieron su oso rojo o verde, trataban con sus manitas seguir las instrucciones realmente básicas que el les daba, fue un mundo nuevo.
Yeosang con eso decidió ingresar a la universidad para estudiar una licenciatura que enfocaría en educación primaria.
Realmente en su vida nunca se había esmerado tanto en estudiar como lo hizo antes de presentar el examen para la universidad que para su suerte paso con un promedio que incluso le dió la media beca Facilitando así que pudiese pagar lo primero que pedían con el dinero que recogió sus trabajos. Fue un momento muy triste cuando se tuvo que despedir de los pequeños, era invierno y llegó a su último día colaborando en el jardín infantil paso el día como si nada pasara, pero mientras llegaba el fin de la jornada se sentó con sus niños en una de las pequeñas mesas y estaba tan felices que Yeosang al final no tuvo el corazón de decirles que probablemente no lo volverían a ver así que les contó una historia fantástica tratando de explicar porque no volvería, los niños solo pedían desde su inocencia cosas como que si se podía llegar a tomar fotos con las ballenas que iba a conocer, Yeosang dijo que si a cada una de sus peticiones para al final quedar en el aula colorida con la compañía de los maestros y otros asistentes que le hicieron una pequeña fiesta de despedida que logro disipar la tristeza del adiós.