Aún con todo lo sucedido en la noche anterior, en realidad, sus pequeñas vacaciones apenas comenzaban esa mañana. Wooyoung abrió primero los ojos y como no era de extrañarse estaba hecho un ovillo el Omega a su lado.
Wooyoung frunció un poco su ceño y se estiró para alcanzar sus lentes al ver en las manchas de su visión algo que le llamó la atención y confirmó cuando al final la imagen se aclaró frente a sus ojos, en los hombros del menor habían varias manchas moradas y no pudo evitar pensar en cómo estaría el resto de su cuerpo, se había pasado un poco en la noche anterior y besó la coronilla de San casi pidiéndole perdón, San se estiró y abrió lentamente sus ojos encontrándose al alfa sonriendo, parpadeó un par de veces y levantó su mano para abrazar al mayor frotando su nariz con su fornido pecho, podría quedarse ahí hasta que su vejiga le hiciese correr al baño.
-Perdonáme...- Wooyoung dijo envolviendo con su mano la cabeza de San.
-¿Por qué?- San dijo escuchándose bajito por estar con su cara clavada en el alfa.
-Creo que anoche... Me excedí en cuanto a fuerza- San le miró sacudiendo su cabeza.
-Me siento bien, no pidas perdón... No soy tan débil como parezco a tu lado- San llevó la mano que estaba abrazando a Wooyoung hasta el pecho de este y con su pulgar comenzó a acariciarle- De hecho... Fue una noche muy buena.
-¿Seguro que cuando te pongas de pie no vas a querer asesinarme?- Wooyoung lo pensó y es que era consiente que San con más de media docena de copas de vino en su sangre y la quercetina de este colaborando como un afrodisíaco, su pequeño para cuando llegaron al hotel estaba en su modo exigente, lo quería ya, rápido y sin rodeos. Y también Wooyoung aún con su modo de alfa real al cual le habían intentado doblegar a su Omega sentía por otro lado la necesidad de dejar en San marcas por todas partes que era suyo.
Había una vez más llenado al Omega hasta el tope con su escencia cargada de sus feromonas además de haber prolongado el tiempo de su mordida en el estilizado hombro de San, cuando se separó y le miró con la luz azulada de la luna que se colaba por la ventana pudo ver los ojos de San brillantes, casi con lágrimas al haber sentido tal nivel de éxtasis, su cuerpo estaba igual brillante por las 2 veces que su pene habia liberado descargas de semen sobre sí mismo, su abdomen subía y bajaba agitado e incluso su cuerpo estaba en una ligera convulsión porque aún sus músculos se contraían al sentir en su torrente sanguíneo el material del alfa.
Wooyoung algo preocupado aún así antes de que se quedará dormido le dió un fuerte analgésico y antiinflamatorio que Jongho le había recomendado previamente cuando tuvo que explicarle, muy superficialmente porque no quería sobre informarlo, el motivo del porque San estaba muriendo de dolor causa de sus músculos lumbares inflamados "algunas veces... Nos excedemos"; Wooyoung dijo y Jongho le reprendió por no ser cuidadoso pero en realidad cuando intentaba ser cuidadoso San no le daba la más mínima oportunidad así que se había comenzado a adaptar a lo que San pedía con tanto anhelo "una vez comienza, la suavidad hace parte del ritual post-sexo", y no tenía la cara de quejarse, la diosa luna le había elegido alguien que podía aguantar- de hecho exigía- el comportamiento natural de un alfa real que en cuestiones de sexo tendía a asustar a muchos porque si era algo más tosco cuando se nublaba su razón.
-Señor Jung...- San se empujó más hacia laparte alta de la cama- No tendría deseos de asesinarte cuando yo mismo lo pedí, sería muy incongruente para mí.
-Hermoso joven Choi, ¿qué te dije ayer con respecto a llamarme así?- San sonrió y lo encaró.
-Que eso le ponía caliente, señor Jung- Cuando se dijeron eso se dieron un beso entre una risa jocosa, en definitiva era un buen ánimo para comenzar la mañana.
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THE ALPHA CLUB |Omegaverse Woosan, Seongjoong, Jongsang|
RomanceEl club alfa Compuesto por los verdaderos alfas, respetados, temidos y de buenas familias. Sus instintos fuertes luchan por ser contenidos y una vez desatados no hay marcha atrás. Su ambición es tan grande como el deseó de su criatura interior, y e...