Capítulo VI

283 22 5
                                    

El chico más lindo que alguna vez pisó el estado de Nueva Jersey. O al menos eso hacía creer. No sabía su nombre, pero era consciente de sus atributos y hacía uso de ellos: su pelo castaño, sus ojos celestes, su porte de modelo. Y aunque yo no era una chica popular y mucho menos sociable, estaba decidida a hablarle esa noche, quizás como una forma de demostrarme a mí misma que mi etapa de timidez tenía que ser superada de una vez por todas.

El no paraba de mirarme con una sonrisa de oreja a oreja. Me estaba empezando a intimidar. Se acercó lentamente a mí. Yo estaba paralizada, no podía creer que lo estaba viviendo en ese momento. Él podía hacer conmigo lo que quisiera en ese momento, mi cuerpo no estaba respondiendo como debía. Esas famosas mariposas en el estómago estaban haciendo de las suyas.

—Mucho gusto— extendió su mano para que yo le correspondiera el saludo.

—Mucho gusto—respondí con una tímida sonrisa.

—Mi nombre es Patrick, Patrick Wilson— dijo simpáticamente.

«¡Dios! Su voz es jodidamente sexy»

—Vera, Vera Farmiga— pasé mi mano por mi cabello, dejando un mechón detrás de mi oreja.

—Gusto en conocerte Vinka— replicó con una sonrisa de oreja a oreja.

—Es Vera— reí ante el pequeño error que había cometido Patrick al pronunciar mi nombre.

—Lo siento mucho— dijo apenado—. Lo que pasa es que no es muy común escuchar ese tipo de nombre aquí en Estados Unidos — continúo. Mil disculpas.

Para ser franca, era un chico más educado para estar en secundaria. Me refiero a que los chicos que yo conocía eran muy burdos lo que les hacía perder toda elegancia y atracción. Patrick era diferente.

—¿Te molestaría? — dijo señalando el asiento que estaba justo al lado mío.

—¡Oh, no! Adelante — repliqué un poco tímida, devolviendo mis manos a mi copa que ya había terminado.

—Veo que te gusta mucha la margarita—miró fijamente a la copa que ya estaba vacía —. Si quieres te puedo pedir otra— dijo esta vez mirándome fijamente a los ojos.

Realmente no sabía cómo actuar frente a este chico. De verdad que me ponía muy nerviosa.

—E...Está bien —balbuceé.

Él le pidió al barman otra margarita y adicional un vaso de whisky que supongo se iba a beber él. No paraba de mirarlo. Se parecía tanto al hombre que había retratado en mi absurda novela romántica. Su físico, su perfil y un carisma que no dejaba de atraerme.

—Y dime, ¿Cuántos años tienes...? —se detuvo un momento —. Vera.

—Jajaja—me reí de forma discreta —. Dieciocho.

—¡Wow! — exclamó—. Tienes la misma edad mía. Aunque debo suponer que soy un poco mayor que tú.

—¿Cómo podrías asumir eso si ni siquiera te he dicho cuando cumplo? — pregunté curiosa.

—Porque desde lejos puedo notar cómo irradias tanta belleza. Te hace ver más joven— dijo con un tono un poco seductor que me estremeció por completo.

—Fue un lindo argumento de tu parte, Wilson. —sonreí.

—Por favor no me digas Wilson. Me haces sentir viejo — se quejó poniendo una cara de decepción y poniendo una de sus manos en su pecho.

—Jajaja, lo siento mucho— dije riéndome a carcajadas—. Te adelanto: Soy de Agosto; seis, para ser precisa.

—Te dije. Soy de Julio; tres, para ser preciso— contestó.

Razones para enamorarse [Historia Parmiga] ❤️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora