Razones para enamorarse [Historia Parmiga] ❤️

Capítulo XLIII

¿Será que habrá encontrado a otra mujer? Aunque a veces no quiera aceptarlo su vida no giraba a mi alrededor. Sabía que por más de que estuviéramos juntos, él tenía otra vida, una que no incluía planes a mi lado, ni te amos merecido. Una vida donde nuestros caminos nunca llegaron a encontrarse pero donde ambos habíamos deseado ser felices de alguna manera A veces solo quisiera decirle que me perdone por haberlo alejado de mí tan injustamente. Me atrevo a afirmar que todos somos cobardes en el algún momento de nuestras vidas y más cuando se trata del amor. Y no es que queramos huir de él, simplemente nos hacemos la idea de que todo lo bueno también tiene su fin.

Patrick fue y ha sido la persona que retiró el velo de mis sentimientos. Fue el único hombre que llegó a conocer más de mí que lo que yo sabía de mí misma. Fue esa persona que me tenía desvelada de amor, sedienta de deseo y enamorada de la vida. Esa persona que se sentía orgullosa de mí con cada logro y sobretodo por tener a alguien como yo. Sinceramente, a veces no lograba entender cómo Patrick se había llegado a enamorar de una persona tan básica como yo, con la cabeza hecha un desastre y un corazón lleno de miedo. Y aunque me duela aún más decirlo, fue el único que realmente estuvo ahí para mí.

Pero si la vida estuviera dada a nuestra suerte y nuestro propio deseo, seguramente ahora estaría entre sus brazos suplicando por una disculpa aceptada y un corazón dispuesto a amar. Tal como era antes. El amor tal vez puede ser para siempre, el único error es pensar que se puede dar con la misma persona. Todos en algún punto estamos dispuestos a amar, pero el amor temporal deja cicatrices profundas. Solo basta con una valiente decisión de hacer que el mismo amor sea el que las cure.

Y aunque suene medianamente racional lo que estoy diciendo, lo cierto es que no entiendo cómo estoy logrando decir esto sin siquiera chistar o quejarme de lo absurdamente real que suena. ¿Mi peor consejo? Decir que no se enamoren, aunque razones sobren para ello. Y sería también mi peor consejo porque fui yo la primera que se enamoró del mismo hombre que después alejó por amor. Enamorarse es arriesgado, enamorarse es tétrico. Pero el amor aunque castiga siempre busca una manera de sorprender y tal vez recupere la confianza a partir de otro amor. Sin embargo, cuando el amor fue siempre correspondido y verdadero, llegará siempre en el momento más inflexivo e inesperado de tu vida.

No. No he dejado de sentir amor. Alejarse con el corazón roto no duele tanto como irse con el amor intacto.

Queda claro que mis deseos de irla a buscar han sido más grandes que mi orgullo. No puedo. No puedo no dejar de sentir amor de un momento a otro. Sí, han pasado muchos años desde entonces, pero el amor no se cura con rituales y alcohol como me la he pasado últimamente. Definitivamente conectar tan profundamente con el corazón deja estragos irreversibles no solo en el corazón sino también en la mente.

He intentado superar el momento sintiéndome el hombre más apasionado con mi trabajo, que ha sido más un salvación que un camino de competencia. Un cura y un efímero olvido. Ojalá todo lo relacionado con los sentimientos funcionara tan robótica y automáticamente: una separación, un perdón, una botella de vodka y recuerdo desechado. Listo. No. El corazón también tiene memoria y por eso se nos es tan difícil de olvidar a quienes amamos de verdad. Y el problema es que el que se va con el corazón y el sentimiento entero, le teme más a amar de nuevo, a sostener un amor porque la idea de ser feliz en el amor es catastrófica cuando no se trata de esa persona.

Pero, ¿cuantás veces nos tenemos que retractar de amar? ¿cuántas veces se supone que tenemos que sufrir por temor a amar? El miedo siempre va a ocultar la cara más hermosa de la confianza, en aquellos que amas y temes amar. ¿Cómo saber si es la persona correcta para ti si no dejas que te demuestre de que de verdad lo es? El amor no se hizo para atar el corazón. El amor se moldea a cada cuerpo, a cada historia. A veces está bien permitirse escribir una nueva. ¿Tener miedo de salir lastimado otra vez?  De eso se trata la vida, pero no por tratarse significa que va a ser siempre tu karma.