Online (Yaoi/Gay)

Capítulo 27 ''Impaciencia, curiosidad y amenaza''

Hola, aquí os traigo el capítulo 27 de Online ^^
Bueeeno, que os puedo decir de este capítulo(?) es muy asdfjkld también(?)
Pero por el título sospecharéis que hay cosas no tan asdjkld(?) o sí(?)

Bueno, no diré más because spoiler :v mejor leed la nota final, como siempre :)

AVISO: Este capítulo puede o no puede contener horrores gramaticales(?)

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~~DEREK~~

Cuando salimos de la ducha, nos quedamos secándonos mutuamente en silencio. Ambos evitábamos mirarnos a los ojos. Quizá para no sentir vergüenza. Al menos más de la que ya sentíamos.

Los dos nos habíamos dejado llevar. Bastante.
¿Pero porqué? ¿Por qué me había dejado dominar completamente por él?

Podía haberlo considerado cualquier otro polvo más, pero había muchas cosas que no cuadraban: Ian era un hombre, no tiene sentido alguno que quisiera acostarme con otro hombre. Sentía que él era el único. Además de que se había sentido diferente. Muy diferente a las otras veces que lo había hecho con otra persona.

Mierda... incluso estaba sintiendo mariposas en mi estómago y todo. Jodidas mariposas...

¿No se supone que lo odio? ¿Y desde cuándo lo había estado deseando?
Porque era deseo, ¿no? No podía ser amor.

Porqué el amor no existía. Aunque me gustaría creer que existía al lado de Ian...

Me distraje de mis pensamientos cuando sentí un fuerte y punzante dolor por la extensión de mi espalda. Lancé un quejido de dolor.

-¿Estás bien? -preguntó preocupado por mí Ian -. Creo que me he pasado un poco... -observó.

-¿¡Solo un poco?! -exclamé incrédulo, ajustándome la toalla a la cintura -. ¡Me has dejado inválido, imbécil!

-Perdón -me miró fijamente -. Pero es que contigo.... no puedo evitar perder el control -confesó causando que mi sonrojo y cara de embobado empeorara.

Me llevé una mano al rostro para ocultar mi increíble rubor.

-C-Cállate, no digas más... -balbuceé avergonzado y lo miré de reojo.

Cabía añadir que el muy maldito estaba jodidamente bien formado. En todos los sentidos.

-No, tú cállate -me cargó en brazos con una sonrisa divertida en su rostro y comenzó a dirigirse hacia su habitación.

-Oblígame -le provoqué.

-Lo haré. Pero puede que gimas un poco -sonrió arrogante.

Volví a sonrojarme y Ian me dejó sobre su cama, para sentarse el al lado mío.

-¿Porqué? -cuestioné mientras me vestía con el pijama que me había dejado Ian -que me quedaba un poco grande-.

-¿Porqué qué? -preguntó Ian no entendiendo a que me refería.

-¿Porqué... tardaste... tanto en hacerme e-eso?

Ian me miró perplejo. Y él no era el único.

¿¡Por qué mierda le había preguntado eso?!

-No sabía que querías hacerlo...

Yo tampoco...

-Y-Ya veo -volteé mi mirada para otro lado.

-¿Porqué lo preguntas? -enarcó una ceja intrigado.

-¡Por nada!

-Por cómo lo decías sonaba cómo si tu también lo hubieses querido... -me picó con una media sonrisa.