Capítulo 14 ''Descubrimiento''

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Bueno, bueno empezamos con fuerza el inicio ewe xD
Este capítulo no es tan intenso como el anterior, pero hay una parte narrada por Derek y por los que os burlábais diciendo que Red es el hermano perdido de Agustus Waters(?) este capítulo rompe esa teoría con
el final ( ͡° ͜ʖ ͡°)
Hay una nota final como siempre al final del capítulo que no sé si la mayoría siquiera las lee xD pero si no lo hacéis, hacedlo esta vez(?) os voy a proponer algo kúl ( ͡° ͜ʖ ͡°)
Sin más, Espero que os guste ^^

AVISO: Este capítulo puede o no puede contener horrores gramáticales(?)

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—¡Qué te den, Red Waters!  Deseo y espero que te montes en tú estúpida moto, conduzcas hasta el sol y te caigas de la faz de la tierra con tus pelotas atadas a tu lengua. ¿Por qué sabes qué? ¡Puedes lamer las pelotas que quieras! Pero déjame decirte que definitivamente ¡No lamerás estas! —grité cabreado y dirigí una mano a mi entrepierna, por supuesto, en unas de las zonas de los pasillos más vacías.

Se oyó el sonido de una risa contenida por parte de Red cuando terminé de hablar o más bien gritar.
¡Iba muy en serio! ¿¡Qué coño hacía tanta gracia?!

—Ten, un dulce —con tono y rostro inexpresivo sacó un caramelo del bolsillo de su chaqueta de cuero negra —. Necesitas calmarte un poco… cariñito —me apodó con una sonrisa maliciosa.

Me llené aún más de impotencia y rabia al escucharle decir eso.
Dios. Si tan solo tuviese el poder de hacer que un rayo se cayera encima de Red en este momento… Quizá luego me arrepentiría… porque tan solo estaba absoluta y jodidamente cabreado pero no le odiaba. Creo.

— ¿Sabes que voy a hacer con este dulce? —lo agarré de sus manos bruscamente —.  ¡Metérmelo por el culo! ¡No quiero tus malditos caramelos o dulces, Red! —acabé arrojándolo al suelo causando que se rompiera.

¿Este tío tenía alguna clase de obsesión con los dulces o algo?

Alcé la vista y por curiosidad me fijé en el rostro de Red.
Estaba completamente en calma. Ningún rastro alguno de furia. Aunque su mirada era demasiado seria.

—No te olvides de invitarme a ver eso cuando vayas a hacerlo —evadió el tema con soltura y burla. Sin que faltara una sonrisa ladeada en sus labios como siempre.

Me quedé sin habla y un rubor invadió mis mejillas.

—C-Callate idiota —lo silencié con un intento fallido de mirada asesina —. Además… ¿Qué te pasa a ti con los dulces? Ni siquiera te pega… —murmuré esto último.

—Me gustan —respondió encogiéndose de hombros—. ¿Porque no me pegan? En el fondo soy tan dulce como un caramelo —terminó por decir con una sonrisa afectada.

Por favor…

No pude evitar sentir las ganas de reírme descontroladamente ante su comentario.

—¿Dulce? ¿Tú? ¿El chico que quiso arrastrar por toda la ciudad a otro chico por una cuerda conectada a su cuello y a la moto? —destaqué incrédulo.

—Se ríe el chico que casi recibe una paliza de la reencarnación de King Kong —arqueó una ceja.

—Cómo sea —murmuré a regañadientes y volteé la mirada para otro lado —. Red… tan sólo quiero saber… ¿Porqué yo?

—¿Porqué no tú? —sonrió para él mismo —. Esa es una mejor pregunta. Toda la escuela está enterada, ya no hay nada que puedas hacer chico virgen. El trato sigue en pie hasta que yo decida lo contrario.

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