XXXIX

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[Jaemin]
A pesar de haber tenido un día tranquilo, de haber podido salir, me sentía extraño, vacío, como sólo.

Y se a que se debía, era estúpido incluso sentirse así cuando apenas y nos conocíamos poco más de dos meses, ni si quiera habíamos llegado a oficializar ese "algo". Y eso dolía aún más.

No era estúpido ni ingenuo, quizás los primeros días me creía las mentiras de los chicos para mantener una fe un poco fantasiosa, pero al pasar los días se hacía más evidente y sólo tenía que sonreír y asentir ante algo que no me creía.

Se que se fue, el me lo dijo, pero me había prometido volver, el siempre cumplía con su palabra, ¿verdad?.

Quizás el amor no era un tema para mi, no quería ser pesimista ni nada pero no creo poder pensar de otra manera en la situación que estoy. Por supuesto que quiero creer en él y en sus palabras, pero también soy realista y no siempre es rosa.

Hay días en los que me pregunto si hubiese sido mejor no haberme involucrado con él, quizás no nos habría causado tanto daño y no le hubiese obligado a cambiar su manera de ser. Ya nose lo que hubiese sido bueno o no para los dos, soy un desastre andante y lo único que hago es resignarme como el perdedor que soy.

Al terminar las clases mamá me paso a buscar, estaba aliviado de no sentirme ansioso estando con ella, odiaba sentirme así con ella, odie a mi Omega por eso.

Me despedí de los chicos y subí al auto.

- Compre galletas-. Fue lo primero que dijo al verme, no es que mamá fuese tosca y fría, todo lo contrario, es una bola de azúcar andante, como yo, y no necesito que este encima mía para saber que me ama y me protege siempre, Se que también ah sido difícil para ella, ver a tu cachorro sufrir no debe ser algo lindo, menos cuando casi se repite lo mismo que hace ocho años. Yo no hubiese podido mantenerme de pie al igual que lo hace ella.

Le sonreí y recibí la bolsa que me inundó con ese intenso olor a galletas calientes, como Juno y ante eso hice un puchero involuntario, unas inmensas ganas de llorar me inundaron por completo, quizás porque acabo de ser más consciente de que hace un mes nose nada de él, de que pudo haberme abandonado o algo malo le había pasado y nadie sabía.

Y sin darme cuenta comencé a sollozar.

- Oh?, que paso?, no te gustan?, pero son las básicas, amas las galletas básicas, bebé no llores, aigo-. Se quito el cinturón y se lanzó a abrazarme y ocultarme en su pecho.

Mamá olía a Durazno mezclado con el aroma a Roble de papá.

Lo quiero, lo quiero conmigo, porque no me dejan disfrutar?, porque no lo dejan a él ser feliz?, porque no podemos salir como él resto?, que está mal?, cual es la diferencia entre el y el resto, entre nosotros?, que no encaja?.

Quizás fui muy egoísta, llegue a su vida de prepo, sin avisarle y cambie todo su estilo de vida a la fuerza y para colmo le exiji cambiar, Dios que clase de persona fui?.

Lloré un rato más como un imbécil hasta que logre parar un poco así mamá podía arrancar así podíamos irnos de una vez a casa y así podía llorar bajo mis cobijas como él niñito que soy.

En el recorrido mi pecho había comenzado a doler, conocía esa sensación, la había tenido cuando supe tener aquel ataque junto a Jeno, casi llegando a casa un calor me había inundado todo el cuerpo, la boca se me había secado y el aire se había puesto denso, sentía el sudor bajar por mi frente y como el oxígeno cada vez pasaba menos.

Apoye mis manos con fuerza en la cabina del auto llamando la atención de mamá que me miraba de reojo ya que estaba prestando atención a la calle.

[PHOTOGRAPH] [NOMIN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora