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LXX

[Donghyuck]

Siento que estuve en un eterno sueño, cuando me desperté, algo desorientado por cierto, trate de ubicarme un poco, mire a mi alrededor, una amplia habitación, blanca y pulcra, cierto, estaba en el hospital.
La última vez que había pisado uno por mi cuenta fue cuando tenía Ochos años y fue porque me había tragado mi diente y mamá Irene tenía miedo de que me pasará algo. Yo solo lloraba porque creía que el hada de los dientes no me dejaría dinero.

Así que ahora, con casi diecinueve, me ponía un poco ansioso, aún más al ver que no había nadie conmigo. Había soñado todo? Soñé a mark?, Probablemente, aunque lo sentí muy real, estoy algo confundido.

Me enderece despacio para no tirar de la intravenosa, un pequeño tirón me dió en el cuello, lleve mi mano, notando que estaba algo inflamado, pero no dolia, lo sentía muy cálido de hecho, más bien me sentía calido, feliz y tranquilo. Ya no me invadia esa ansiedad, el miedo y muchas cosas malas. Toque mi pecho, sintiendo el latir de mi corazón y como una fuente de calor al lado. La puerta del cuarto se abrió, me voltee a ver y su cabellera negra se hizo paso, traía una bandeja con comida y al levantar su vista no pude evitar sonreír. No lo soñé, si está aquí, conmigo. Se acercó rápido, dejo la bandeja en la pequeña mesa, se dirigió hacia mi lado, sostuvo mi rostro con sus manos y dejo leves caricias a lo que por instinto cerré los ojos, disfrutando de aquel gesto. Lo próximo que sentí fue algo cálido sobre mis labios, acepte el beso. Se sintió tan diferente a los otros que hemos compartido, aunque suene loco. Fue más dulce, tierno, había mucho en ese beso que se me era difícil de explicar.

Me separé y tome su mano, se sentó en frente mía y volví a sonreír. Me sentía bobo, pequeño, lo único que quería era enredarme entre sus brazos y nada más, explotar todo mi ser cursi porque el idiota lo vale, lo vale a pesar de todo.

- Iré a avisarles a tus mamás que estás despierto-. Quiso levantarse pero lo detuve

- Makku-. Solté, el me miró confundido y un sonrojo adorno sus mejillas

- HaeHae?-. Sonreí

- Te quedarás conmigo luego, verdad?-.

- Por supuesto, come con ellas han estado muy preocupadas-. Asentí pero volví a jalarlo de la mano a lo que río

- Me das un beso?-.

- Lindo-. Sonriendo se acercó y me dió un pequeño beso, luego salió y al minuto entraron dichas mujeres que se abalanzaron como estampidas sobre mi.

- Mami cuidado! Sacudes al engendro-. Dije divertido hacia Irene, ella sonrió y sus ojos se llenaron de lágrimas, la abrace con fuerza.

- Mi pequeño rey, tuve tanto miedo, que haría mamá sin ti?, No vuelvas a darnos un susto así okey?, Te amo mucho mi sol-.

- Entre en tanto pánico que si no hubiese Sido por Doyoung me habría quedado de piedra hace más de dos horas-. Contesto Seul. Les sonreí a ambas, tome sus manos y las mire a los ojos.

- Lamento haberlas asustado, no fue mi intención y la de Mark menos, estamos aprendiendo, prometo que llevaré una mejor vida apartir de ahora, no las voy a decepcionar-.

- Jamás nos haz decepcionado Lee Donghyuck, eres nuestro Sol brillante, nos enorgulleces siempre y si eres feliz con Mark y él es feliz contigo, nosotras lo somos-.

- Aunque ese niño debe ganarme, empezó siendo un muy mal yerno-.

- Lo sabe, pero lo querrán, se hace querer rápido-.