💮Peces con cuerpo de mujer💮

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Querido padre:

Entre caramelos malignos, novicias asesinas y diablos que cuidan al mundo se me ha olvidado el coro, creo que estuve lo suficientemente triste como para ignorar lo que me hace feliz, en este caso el coro en la iglesia

Mamá y Pericolo siempre están discutiendo por algo, que el clima es más caliente que ayer, que el precio de la papa es un robo o que el pantalón de Pericolo ya no le cierra con la misma facilidad de antes, sin embargo, esta mañana los astros se alinearon y estuvieron de acuerdo en algo, ambos juraron que desde que salí por el almuerzo aquella tarde luzco más animada. Supongo tienen razón, no me he sentido mal o triste en este lapso de tiempo

Por otra parte mamá es una buena negociadora, cuando Pericolo o yo estamos en desacuerdo con ella siempre habla con nosotros y llega a un acuerdo, en esta ocasión ella sabía que el encierro no era mi predilecto así que hicimos un trato, yo podría salir a la compra y al coro de la iglesia siempre y cuando no me desviara del camino y no pasara cerca de la escuela a la que solía asistir, por supuesto esto me puso tan feliz como no tienes idea por lo que he cumplido muy bien con mi parte del trato hasta ahora

Ese día cuando pude salir de nuevo y a lo lejos pude escuchar a Pericolo diciendo “cuídala mucho Donatella, pudiste sacar a la sirena del mar pero no al mar de ella”, después se rió y mamá le sonrió pero no comprendí muy bien en ese momento, qué se supone era una sirena?

Al llegar al coro todos me recibieron bien y mi yeso se llenó de bonitas firmas y dibujos de todos los niños que aunque tardíos me hicieron sentir muy bien pero eso no fue todo ya que al cambiar mi turno de la tarde a la mañana pude conocer a tantos niños nuevos y entre ellos hay uno en particular que es mucho mayor que yo, alto y rubio pero es demasiado extraño, no es muy común ver gente rubia por está parte del pueblo, la mayoría son de piel clara pero no rubios además sus ojos azules parecen retarme como si su mirada dijera saber algo que yo no y eso me disgusta

Me parece imposible que todos mis compañeros sean tan cálidos y agradables y el solo se pare ahí cómo si nada o nadie le importara

Aquella tarde le di un bolígrafo para que adornara mi yeso pues deseaba una firma de absolutamente todos pero en vez de hacer algo lindo en él escribió su nombre, yo proteste por qué no quería su feo nombre en mi brazo pero él se defendió con el argumento de que eso significaba realmente firmar y por tanto proclamó que mi brazo derecho era de su propiedad, lo que de hecho es ilógico por qué cómo el brazo de alguien más puede ser tuyo?, qué se supone haces con un sólo brazo? o cómo podría darle mi brazo si este era mio?, no le respondí nada en momento y el no volvió a hablarme después de eso pero era realmente peculiar

En esa misma semana mi mamá llegó tarde por mí así que esperé sentada en las escaleras del edificio entonces lo ví de nuevo, tranquilo limpiaba los ventanales de la capilla sin prestar mucha atención a mi persona, yo no estaba dispuesta a rogarle nada y si él se mantenía en silencio yo lo haría también

—cuál es tu nombre niña?— rompió el silencio

Odio que me digan niña, se que  soy una niña pero no me gusta que me llamen así pues es tan frío como si le estuvieras hablando a una piedra y no a mi

—Trish— le respondí con disgusto

Supuse era un tonto, había dicho mi brazo era suyo pero nisiquiera sabía mi nombre, eso no le importó mucho pues como si cambiará de actitud habló conmigo de todo y pude ver una nueva faceta suya, era agradable y elocuente e incluso descubrí que no éramos muy diferentes después de todo como dice Pericolo, "ustedes son solo niños"

El rubio me hablaba muy contento algo que lo hacía lucir de hecho muy inteligente entonces decidí preguntarle qué era una sirena?

—es una mujer con cuerpo de pez— dijo despreocupado
 
Pero eso por alguna razón me hizo sentir mal, con él aprendí que las sirenas eran criaturas mitológicas que los marineros decían ver en sus viajes pero en palabras más simples eran peces con cuerpos de mujer, lo que es muy poco común pues yo conocía pájaros con cara de mujer más no peces con cuerpo de mujer, de todos modos no entendí por qué me había llamado así Pericolo?, soy una niña pero no tengo cola de pez, o es que acaso tengo cara de pez?

Cuando se lo dije a mi amigo el se rió histérico he hizo que lo esperara, volvió con un libro pesado y me mostró tanta pinturas e imágenes de sirenas, vimos desde bonitas mujeres que cantan cerca de la bahía hasta hasta aterradores monstruos que devoran hombres, yo estaba sorprendida eran tantos dibujos para un solo concepto

El pudo ver mi asombro y me permitió llevar el libro conmigo siempre y cuando se lo regresara pronto en buen estado y le trajera golosinas de vez en cuando, fue a partir de ese momento que Prosciutto se volvió mi mejor amigo

Alguna vez Cristobal Colón juró haber visto sirenas en las costas de Haití, según él eran muy feas y con cara de hombre pero era lo bastante ciego como para confundir una sirena con un manatí, esto me mantuvo riendo por un buen rato lo que me hizo percatarme de que había pasado mucho tiempo en el que no reía así, cuando se lo conté a Pericolo el río mucho junto mío y me aclaro que el se refería a las sirenas de voces magníficas y por mar se refería al coro

Mamá estaba aliviada de que su idea no hubiera tenido ningún contratiempo y estaba muy feliz por mí que mostraba mi yeso pintando con mucho orgullo

Pensar en ese muchacho me hacía olvidar el dolor de las cosas que me había dicho Ramona pues él era cortés y educado y en ningún momento salió lastimado

Estoy bastante satisfecha con el trato de mamá, ella parece tan feliz al igual que Pericolo y yo me encuentro bastante bien, además estoy muy contenta pues Prosciutto no ya dejado de hablar conmigo e incluso me ha mencionado como amiga suya y aunque aún le debo una bolsa de dulces por el libro de las sirenas estoy muy alegre de poder haber encontrado a alguien e me escuché como él

Sin nada más interesante que contarte hasta el momento me despido

        —Te quiere mucho Trish🌺

Diario de una mártirDonde viven las historias. Descúbrelo ahora