Blyana
Corrí sin detenerme hasta que las piernas me gruñeron en protesta. La única manera de no ser atrapada de nuevo era alejarme lo más posible, tan lejos como mi cuerpo ya de por si cansado y mallugado soportara, y para el colmo, a pesar de ser verano, las noches en ese lugar eran frías. Sin mencionar que estaba completamente empapada y casi no podía mover mi brazo izquierdo.
Salir... necesitaba salir de ahí lo antes posible.
Yo lo sabía, sabía lo frágil que era el cuerpo humano, lo fácil que puede morir: una fiebre, una infección, un leve golpe. Es como si nuestro cuerpo no estuviera hecho para este planeta.
Guiándome por la posición del sol me orienté para ir al sur, ya que según lo que me había contado Lasly estábamos más al norte de Enpher. Lo primordial para mí en esos momentos era salir del bosque, si encontraba un pueblo, tal vez un auto... podría moverme más rápido, pero por ahora debía pasar la noche en el bosque. No me asustaba, para nada, no era la primera vez que lo hacía. Lo que me preocupaba eran dos cosas: que el golpe en mi hombro me provocara fiebre y que me encontraran.
Cuando ya casi no quedaba luz, reuní unas ramas y por suerte pude encontrar unas piedras para poder generar chispas y encender fuego porque se me haría imposible frotar una rama con el dolor de mi hombro. También corté la parte baja de mi vestido para hacer un cabestrillo improvisado. Por lo menos, mi ropa se había secado lo suficiente, aun así, no es que fuera muy abrigadora.
Hice una especie de techo para que se escapara la menor cantidad de humo posible y que no pudieran ver mi posición. Quisiera decir que dormí, pero fue obvio que no fue así. Apenas comenzó a amanecer, emprendí la marcha.
Cuando el sol estaba en su punto más alto supuse que era mediodía y los gruñidos de mi estómago también me lo decían. Ya no podía más, me derrumbaría en cualquier momento. Me recosté de un árbol tratando de recobrar algo de fuerzas, pero comencé a percibir movimiento... salí de ese lugar y comencé a buscar algo para comer mientras avanzaba, pero no encontré más que hongos. Hongos en los que no confiaba para nada, pero era tan grande mi hambre que decidí arriesgarme. Justo cuando iba a llevar el susodicho a mi boca, escuché unos pasos que se acercaban.
«No puede ser que me hayan encontrado» pensé poniéndome en pie.
Tomé una piedra en mi mano y esperé que apareciera, pero dentro de mí, mi deseo era que tomaran otro camino, pues no tenía la fuerza suficiente para luchar.
Un paso
Y mi corazón comenzó a martillear contra mis costillas...
¡Bum!
Otro paso
¡Bum!
Un paso más
¡Bum!
Ya estaban sobre mí...
Me lancé sobre él para golpearlo y luego salir corriendo, pero sostuvo mi mano y me estampó contra el árbol. Por el impacto cerré los ojos un momento y luego sentí que alguien me abrazaba. Me pegó tan fuerte contra él que no pude ver quien era, sin embargo, pude percibir un olor que conocía bien, una mezcla de lavanda y madera.
Era Cless.
Creo que nunca en mi vida me había sentido tan aliviada y tan a salvo como en ese momento.
Era Cless.
Estaba a salvo. Me permití bajar mis defensas y descansar en sus brazos por unos minutos.
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Intersección [De mundos] #PGP2024
Science Fiction¿Qué estás dispuesto a hacer para proteger a los tuyos? ¿Estarías dispuesto a llenar tus manos de sangre? ¿Dejarías la moral de lo que está «bien»? ¿Te convertirías en lo que la humanidad llama «monstruo» por los que amas? Cuando el mundo es invadid...