Capítulo 76

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Azel entra en la sala, lleva en los hombros una mochila y frunzo el ceño cuando veo que tiene un libro que se parece al diario de Zoe en la mano.

Querida, créeme, no quieres saber que dice ese librito.

¿A qué te refieres?

—¿Te vas? —pregunto, él se detiene delante de mí y yo me levanto.

—Siento mucho lo que voy a hacer —me dice mientras me abraza y es claro que su abrazo es una despedida—. Lo estuve pensando mucho, pero creo que es justo que lo sepas —agrega y se separa—. Este es el diario de Zoe y creo que debes leerlo.

—El diario de Zoe, ¿por qué lo tienes tú?

—Cuando peleamos fue por esto. Aquí están muchas cosas que te harán entender la actitud de Cless y la de Christian. No te lo estoy dando porque quiero hacerte daño, Bly, sino porque quiero que abras los ojos, especialmente si piensas entregarte a ese loco por ella, por ellos. —Él pone el diario en mis manos y me da un beso en la frente antes de marcharse.

Veo un segundo el diario en mis manos, el peso de las palabras de Azel cada vez más grandes. Al final no me puedo contener y lo abro.

Hoy ha sido la estúpida recaudación de fondos y el viejo ese no entiende que ya no quiero nada con él, por eso le dije a Blyana que quería que muriera. Espero que le dé un susto tan grande que no vuelva a presentarse por aquí, o mejor, que sí lo mate. ¡Ya no lo soporto! No sé por qué papi James me consigue clientes tan del asco, cuando los de Blyana son mucho mejores...

Dejo caer el diario. No puedo estar leyendo bien. Esto debe ser una broma, pero sé que es el diario de Zoe. Que es la letra de Zoe. Después de unos segundos me agacho y recojo el diario; busco otra página.

Pero es que no tengo suerte, cuando por fin las cosas con el tonto de Christian me están yendo bien, tiene que llegar Cless y arruinarlo todo. Nos encontró a Christian y a mí en casa de este y se puso como un loco, según él, porque mi hermanita no se merecía eso, pero qué le voy a hacer si a Christian no le importa un bledo Blyana, además ella no sacaría el provecho necesario...

Tengo que detenerme para respirar. La máquina que antes se había apagado ahora vuelve a estar en marcha y con una fuerza nuclear, vuelvo la vista al diario. Me voy a enterar de todo y para cuando lo termino, lo dejo con unas manos temblorosas sobre el escritorio.

La rabia y el dolor causado por su traición hace que quiera acabar con todo esto en este momento. Me comienza a doler la cabeza y llevo mis manos a ella tratando de contener todo lo que sé que se escaparía de mí si no me calmo. Dejo salir un grito que hace temblar toda la estructura. Bajo el pitido de mis oídos oigo los gritos asustados de los que están en la estancia. Caigo de rodillas y comienzo a hiperventilar. Mi cuerpo tiembla, mi boca se ha secado. La puerta se abre y Domingo y Lasly entran.

Ella... ella, por la que entregué todo, por la que me destruí poco a poco... necesito... necesito salir... necesito ayuda, que alguien me saque, por favor, por favor, por favor...

Unos pies que no conozco aparecen ante mi visión. No sé cómo lo hago, pero levanto la mirada y un hombre muy alto está delante de mí. Sus alas se arrastran contra el suelo y su expresión es de confusión. Es tan hermoso que duele. Las figuras de Lasly y Domingo se siguen acercando a mí y la figura desaparece. El dolor me sigue consumiendo.

El hueco, la grieta que antes era solo una ranura se comienza a expandir en mí y el negro se desborda, se comienza a apoderar de todo, comienza a devorarme, a diluir mis huesos y mi alma... quiero salir de aquí, que alguien me ayude...

Intersección [De mundos] #PGP2024Donde viven las historias. Descúbrelo ahora