Con el oxígeno llegando difícilmente a sus pulmones, la chica corría internándose más y más en el bosque con árboles de hojas perennes. Saltando troncos caídos, apartando ramas y teniendo cuidado de que la niña que llevaba en la espalda no se lastimara. Pero los pasos que la perseguían cada vez se escuchaban más cerca... demasiado cerca.
La pequeña se aferró a ella con más fuerza.
—Tranquila, no dejaré que te atrapen —le susurró con la respiración entrecortada sin detener su carrera por el nebuloso bosque.
«Más rápido, necesito ir más rápido», pensó mientras enviaba todas sus fuerzas a sus piernas.
Un lugar donde esconderse, eso era lo único que necesitaba. Un lugar donde poder esconder a su sobrina, despistar a los hombres que la perseguían... ella sabía, sabía lo que querían cuando los vio posar sus miradas sobre su cuerpo. Nunca debió detenerse en ese poblado apartado de la vista de los antiguos espíritus, pero ahora no le quedaba más que correr, esconder a su sobrina y luego lidiar con ellos. Una cosa a la vez, lidiaría con todo, pero con una a la vez.
—¡Cuidado, tía! —dijo la niña, pero la chica no pudo detenerse a tiempo, solo quedó sujeta a una raíz que sobresalía del saliente por el que se había precipitado. Por suerte, la niña seguía sujeta con fuerza a su cuello.
—Necesito que subas —le dijo a su sobrina. No se permitió mirar hacia abajo más que un segundo para ver si podría seguir bajando, pero la única salida era subir. Alejó ese miedo que la ahogaba, debía salvar a su sobrina, después podría llorar como un bebé.
—Tengo miedo, tía —respondió con la voz en un susurro tembloroso y se aferró más a ella.
—Lo sé, corazón, pero si no subes nos caeremos —dijo con toda la calma que pudo, pero podía sentir un dolor punzante en su brazo, no resistiría mucho—. Vamos, recuerda que eres una guerrera.
—Bien —susurró levantando la cabeza. Unos ojos marrones, iguales que los de ella y los de toda su familia, le devolvieron la mirada, unos llenos de vida, una vida que estuvo a punto de perder.
—Trata de llegar a la misma rama que estoy sujetando, yo sostendré tus pies. —La niña solo asintió con la cabeza y, al principio con miedo, trató de llegar a la rama—. Solo mira hacia arriba, puedes hacerlo. —Poco a poco la niña logró sujetarse de la rama y la chica empujó sus pies para que ella pudiera subir. Ya con su sobrina en un lugar seguro, incitó a su cuerpo todo lo que pudo para sujetarse con su otra mano, su hombro se quejó por el esfuerzo, pero trató de apoyarse contra las piedras para subir.
—Rápido, tía, ya vienen —le dijo la niña tirando de ella para ayudarla a subir y como si los hubiera convocado, cuando se estaba poniendo de pie para volver a correr, tres figuras salieron de entre los árboles como espectros infernales decididos a devorar sus almas. Ella sujetó a su sobrina en brazos buscando alguna salida, pero sabía que la alcanzarían y detrás solo había un barranco con un río que corría como una fina línea de plata. No tenía escapatoria.
«Por favor, quien sea, que nos ayude», pedía a cualquier dios que la escuchara. No sabía a cuál en especial rezarle, rogarle... le había rezado tanto, a tantos dioses cuando a su sobrina le habían diagnosticado cáncer y no sabía cuál de todos los dioses a los que le había rezado le había respondido. Esperaba que ese mismo dios no dejara morir a su sobrina en ese lugar, no de esa manera, nunca de esa manera, ya que ¿qué sentido tendría dejarla morir justo ahora si antes la había sanado?
«Por favor», volvió a repetir mientras los hombres se seguían acercando como bestias hambrientas babeando por el manjar encontrado. Ella dio un paso hacia atrás, pero no había a donde ir más que hacia abajo, bien al fondo, a una muerte segura. Pensó que los invasores no eran de los únicos que debían defenderse. Cuando a los hombres le soltaban la correa, cuando rompían la burbuja en la que vivían, revelaban lo que realmente eran: unas bestias, unos monstruos peores, muchas veces, que los que se esconden en la oscuridad.
ESTÁS LEYENDO
Intersección [De mundos] #PGP2024
Fiksi Ilmiah¿Qué estás dispuesto a hacer para proteger a los tuyos? ¿Estarías dispuesto a llenar tus manos de sangre? ¿Dejarías la moral de lo que está «bien»? ¿Te convertirías en lo que la humanidad llama «monstruo» por los que amas? Cuando el mundo es invadid...