—Rápido —nos apremió un saqueador de cabello rojo desde atrás, obligándonos a ponernos de pie y caminar al frente.
El sol comenzaba el trabajo del día haciendo que el asfalto comenzara a calentarse, vi como varios animales: perros y gatos, que seguro se habían alejado de sus dueños, se escabullían para alejarse de la conmoción que estábamos creando.
Yo mantenía la planta en mi mano junto con el encendedor, buscando cualquier oportunidad para poder escapar. Mi corazón aporreaba con fuerza contra mis costillas; si ellos querían podrían acabarnos ahí mismo, ellos estaban armados y nosotros... bueno, nosotros teníamos salud.
Sus armaduras plateadas se ajustaban en su pecho como si fuera una segunda piel y la parte que estaba en sus hombros, brazos y piernas eran una sucesión de piezas que encajaban entre sí simulando escamas de dragón y los hacían ver tan poderosos, tan imponentes, pero... podían morir, podíamos matarlos, podíamos salir de esta, ¿Cómo? No lo sabía, pero debíamos hacerlo.
—Así que había más ratas —dijo uno de cabello negro ladeando un poco la cabeza.
¡Rata tu abuela!
Cuando llegamos al frente del vehículo solo estaban el señor River, Cless y Lucas. Los tres estaban bien y noté que Cless me miraba de una manera que no supe interpretar. Una mezcla de preocupación y alivio, ¿talvez?
—Esta es bonita, ¿Debemos llevarla al castillo? —El de pelo rojo se acercó y con el cañón de su arma recorrió desde mi muslo, mis caderas hasta pasar por mis brazos y terminar en mi barbilla para obligarme a mirarlo. Me dedicó una mirada nauseabunda y yo me estremecí ante el toque. Quise dar un paso atrás, alejarme, pero me contuve, cualquier movimiento podría provocar que nos dispararan.
¿Te vas a quedar así, Blyana? ¡Dale un puñetazo!
¡Déjame pensar!
—Sí, creo que es del tipo que le gusta al señor Zwodder, seguro la pondría en su harem —dijo otro de cabello blanco acercándose a mí y me volví a estremecer. Un harem, ese psicópata tenía un harem, no me quería imaginar las atrocidades que le hacía a las chicas en ese lugar, no, no, no, yo no podía terminar en ese sitio.
—Aunque creo que podemos jugar un poco con ella antes —dijo el de cabello rojo, bajó el arma y comenzó acercarse más a mí.
Si nos tocas te mueres.
Había comenzado a dar un paso atrás, posicionando bien mis pies en el suelo, comenzaba a cuadrar mis hombros para luchar, pero... todos quedamos sorprendidos cuando, Lucas, sí, Lucas. Salió de detrás del señor River y se lanzó sobre el de cabello rojo y le encestó un puñetazo en la cara que lo lanzó al suelo.
—¡No la toques! —gritó y trató de lanzarse sobre él.
Cada vez me agrada más este Lucas.
El de cabello negro actuó rápido, levantó su arma y le disparó. Lucas cayó sobre su espalda golpeándose de paso la cabeza. El sonido me dejó inmóvil en mi sitio y luego todo pasó tan rápido que no pude reaccionar en los primeros segundos.
—¡No! —grité tan fuerte que las miradas se desviaron hacia mí, tomé el encendedor y encendí la planta—. ¡Al auto! —ordené y de la planta comenzó a salir humo violeta, al igual que las llamas que la estaban consumiendo, se hondeaban y crujían, elevándose y expandiéndose en todas las direcciones como una fuerza antinatural con mente propia.
El señor River fue el primero en reaccionar; se giró tomando a Lucas del suelo consigo, la sangre cayendo a su paso, se lo llevó con él al coche mientras Chris me sujetó a mí y salimos disparados detrás de él. El señor River dejó a Lucas detrás conmigo y encendió el vehículo. Pisó a fondo el acelerador sacándonos de ahí. En ese momento me di cuenta de que no estaba la nave que habíamos encontrado. Cless estaba en el asiento del copiloto indicando la dirección que debíamos tomar, nuestras miradas se cruzaron varias veces a través del retrovisor.
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Intersección [De mundos] #PGP2024
Fantascienza¿Qué estás dispuesto a hacer para proteger a los tuyos? ¿Estarías dispuesto a llenar tus manos de sangre? ¿Dejarías la moral de lo que está «bien»? ¿Te convertirías en lo que la humanidad llama «monstruo» por los que amas? Cuando el mundo es invadid...