Pasé más de una semana en lo más profundo de la guarida, entre el huerto y mi habitación. Domingo y Lasly trataban de estar conmigo todo lo que podían y mi hermana se pasaba bastante seguido teniendo en cuenta que los ataques se habían vuelto muy sádicos. Ya no les importaba someter a la población humana, ahora habían optado por el exterminio total.Domingo me había puesto al tanto de todo lo que estaba sucediendo con el plan y con eso trataba de distraer mi mente mientras Zwodder seguía enviándome cartas con Cruster todos los días. Yo nunca respondía. Ni siquiera me molestaba en abrirlas, aunque permití que una o dos veces, Cruster, se quedara conmigo un rato haciéndome compañía. El hecho de que su dueño fuera un bastardo no indicaba que él lo fuera.
—¿Puedo pasar? —preguntó Chris después de tocar la puerta de mi habitación.
—Adelante —dije mientras cerraba la computadora que yacía en mi regazo.
—Te traje algo de comer —dijo colocando una bandeja delante de mí, era obvio que me quería rellenar porque había estado recibiendo comida constantemente de parte de él. Tendría que decirle que se detuviera porque sabía que no podíamos permitírnoslo—. La verdad es que es un intento de lasaña —agregó pasando su mano por su nuca.
—Gracias, Chris.
A pesar de que no tenía hambre, sabía que me la terminaría comiendo toda. Me era muy difícil rechazar la comida, no solo porque soy una persona de gran apetito, sino también, porque me parecía un sacrilegio desperdiciarla. Creo que eso era por las innumerables veces que me había acostado con el estómago dolorido de hambre en el orfanato. Aprendí a comer todo lo que podía cuando tenía la oportunidad y aunque eso había sido hace mucho tiempo, ese hábito en mí no cambiaba.
Teníamos suerte de que aún nos quedara algo de comida. El huerto prosperaba de maravilla, aunque no sabía si era por mis poderes o no. Lo que sí, era que las demás guaridas no lo estaban pasando bien con ese asunto. Varias veces habíamos enviado suministros desde aquí y unas cuantas veces el grupo insurgente Shadow lo había robado.
Él se sentó a mi lado en la cabecera de la cama.
—Así que al final lo elegiste a él —dijo mirando a la puerta por la cual una rendija de luz, donde navegaban pasiblemente miles de partículas de oro y plata, se colaba. Yo bajé la cabeza y me concentré en mis manos para contener las lágrimas, ya estaba cansada de llorar, pero cada vez que alguien mencionaba a... Cless, no podía contenerlo—. Lo entiendo, de alguna manera siempre lo supe —agregó esta vez colocando una mano en mi mejilla y haciéndome levantar la cabeza para que lo mirara a los ojos. En ese momento me di cuenta de que, para mí, sus ojos ya no representaban el cielo que veía antes, eran los ojos de mi amigo de la infancia, solo eso.
—Yo...
—Puedes recargarte en mí todo lo que quieras —ofreció con una sonrisa triste en sus labios y me abrazó.
—Gracias, Chris.
—Sabes, siempre supe que él estaba enamorado de ti. —Me estrujé más contra él, buscando ese soporte en mi amigo de la infancia—. Y desde siempre supe que él no sería bueno para ti.
—¿Qué dices? Cless me salvó —dije separándome, sorprendida por sus palabras.
—¿Lo hizo? —repuso él, levantándose. Cuando intentó acariciarme el pelo me aparté y él salió de la habitación dejándome con un sabor amargo en la boca.
Después de un rato decidí ir al huerto, necesitaba aire fresco. Era tarde, el huerto solo era iluminado por unas luces que Cless había colocado, deambulé por él hasta que me detuve de golpe.
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Intersección [De mundos] #PGP2024
خيال علمي¿Qué estás dispuesto a hacer para proteger a los tuyos? ¿Estarías dispuesto a llenar tus manos de sangre? ¿Dejarías la moral de lo que está «bien»? ¿Te convertirías en lo que la humanidad llama «monstruo» por los que amas? Cuando el mundo es invadid...