Grace Keller ~
Dormir, ir a clases, comer, estudiar y dormir. Esa era mi rutina, excepto cuando salía con mi mejor amiga Gigi algunas que otras tardes
Pelo castaño oscuro, rizado y corto, piel algo morena, ojos del color de la piel de venom, ni baja ni alta, un poco de vaguería y llegaba a ser borde depende de como me despertara aquel día
No tenía una familia rica ni un hermano sobreprotector y guapo que me cuidaba allá a donde vaya
Ni si quiera era la popular de la clase (más bien la que casi no existía) ni tenía un novio jugador del equipo estatal de fútbol americano del instituto
Tampoco tenía matrículas de honor en mis notas (aunque tampoco muy bajas) etc.
Es decir, se podía ver claramente que era del montón, era una copia del 99,9% de la gente de mi edad, en conclusión: mi vida no era interesante. Más tarde descubriría que no solo era aburrida, era desagradable y dura
Por último, tenía un perro llamado Gollum que no me solía hacer caso, pero le quería más que a nada, él me acompañaba en mi vida, y hoy en día estaría bastante mejor a su lado...
En fin, esta es mi vida. Corrijo, esta era mi vida
* * *Lunes a primera hora
Llegaba tarde, como no, se podría decir que era ya una tradición. Pero no fue mi culpa, me compré un despertador nuevo y puse la alarma a las 7 de la tarde, total, que me tuvo que despertar mi madre
Agobiada, cogí el café y me lo tomé de un sorbo. Agarré y me coloqué mi mochila y fui corriendo a 100 km/h hacia mi instituto
Al empezar a asfixiarme, veo unas edificaciones a lo lejos.
Ya estaba, por fin, pero cuando me quiero dar cuenta ya eran las 8:10 y me había tocado esa misma hora con el profesor que me tenía manía.
Entro a mi aula, y ahí estaba el de historia señalándome su reloj como diciéndome que, había llegado más que tarde
— Señorita Keller, aquí no se toleran infracciones como esa — dijo en un tono calmado pero molestado
— Lo siento, no se volverá a repetir — dije en volumen más bajo que pude, intentando que me escuchase la menor parte de la clase posible
Y me señaló el sitio que quedaba, delante de Gigi (mi mejor amiga), que se tapaba la boca para disimular su risa
— Si se hubiese acordado de todas las veces que has llegado tarde, ahora mismo tendrías un parte — dijo Gigi entre risas por lo bajo mientras que el profesor mandaba coger apuntes
— ¿Cómo puedes hablar a esta hora? Son las 8 de la mañana — dije entre bostezos
— Porque yo no he competido en una carrera antes de venir — dijo con un toque humorístico, pero a mi no me hizo nada de gracia
Si tuviese que describir a Gigi me tardaría días diciendo todo lo necesario para hacerlo.
Algo más morena que yo, pelo rizado y castaño, pero si me iba a lo principal: era la amiga que te sujetaba el pelo en los baños de la discoteca mientras tú vomitabas. Eso sí, no paraba de reírse de mí ni yo de ella. Y lo mejor era que, a veces, podía llegar a dar hasta buenos consejos. En resumen: era un poco pesada, pero la quería mucho. Además, ella también tenía que aguantarme
* * *
Siguiente Lunes (7:58) ~
Como mi padre me conoce muy bien, me hizo una tostada para que me la comiera por el camino
Mientras que corría y con medio pulmón fuera, pensaba y analizaba excusas para que mi profesor de historia no me pusiese un parte
Podría decirle la verdad, que no sabía despertarme sola o podría decirle que había mucho tráfico, aunque en verdad yo iba andando al instituto, corrijo corriendo
Entré al aula y ahí estaba él, con cara de que quería pelea. Así que dejó el cuaderno que sostenía en la mesa y me dijo:
— Señorita Keller... — dijo gritando
— Hoy había mucho tráfico — le interrumpí antes de terminar su frase, y él hizo lo mismo conmigo
— Pues la próxima vez se deberá levantar antes, queda usted expulsada de mi clase una semana completa — dijo con mucha firmeza y seguridad, parecía que le gustaba la idea de echarme de clases
Me quedé con una cara de tonta paralizada, no me lo podía creer, acababa de empezar el curso y ya tenía una expulsión
Lo peor fue como de repente mis compañeros pusieron atención a la clase, aunque tenía que decir que la mirada de Gigi me reconfortó
Mi profesor estaba de pie señalándome la puerta y mirándome con descaro
Salí, y por la ventana que había a fuera ví a Gigi, que me indicaba con los dedos el número nueve. Supuse que se quería referir a que nos viéramos a esa hora (la hora de la siguiente asignatura) en la entrada, porque no coincidimos en la mismas clases
Sí, pude deducir que me había dicho eso solo con un número, eran vínculos y mucho tiempo que había pasado con ella
Así que sin otra opción, salí del instituto a pensar en algo productivo que hacer o en qué le diría a mis padres cuando le llegase el mail titulad " expulsión de Grace Keller "
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La Sombra Que Esconde El Árbol
RomanceUna novela en la que dos personas pueden poseer el todo y a la vez la nada Para ellos son dos seres que se recomponen del peso de la vida cotidiana lo mejor que pueden, aún estén pasando por la posible peor época de su existencia Para ellos no es...