Capítulo 2 ~ La llamada (parte 1)

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Jonathan Wade (8:30 p.m)

El chofer bajó la ventanilla interior de la limusina negra

— Ya estamos en el edificio — me informó. No pude reconocer su cara por las gafas negras que llevaba. Un pinganillo le colgaba de la oreja derecha

Se notó el frenazo de llegada y los tres guardaespaldas que se sentaban a mi lado salieron a sostenerme la puerta de la limusina, o por lo menos a hacer con que la sostenían

Respiré hondo, me coloqué el traje negro, la camisa blanca desabotonada que llevaba debajo, saqué mi mejor sonrisa y salí del coche, que se fue al momento

Eché una mirada rápida al sitio. Era un edificio enorme, tanto de ancho como de largo. Había una alfombra roja por la que tendría que pasar en unos segundos y unas vallas que mantenían a la multitud de gente compacta en el lugar

El flash de las cámaras me hizo volver a la realidad. Cientos de fotógrafos se ponían a mi alrededor, fotografiándome. Otros cientos de periodistas intentaban acercarme sus micrófonos

— ¡Aquí, Jonathan! — gritó un periodista. La gente de al rededor hacía imposible escuchar mucho

— ¡Jonathan!

— ¡Jonathan! Una exclusiva para el periódico de la ciudad — exclamó en voz alta una periodista — ¿crees que ganarás algún premio hoy? — preguntó

Me vi obligado a responder, ya que estaba justo delante mío — nunca se sabe, y si no recibo nada voy a seguir estando orgulloso de mi trabajo en el cine — contesté con sinceridad, intentando no parecer muy creído, porque no era lo que en realidad era

— ¡Muchas gracias Jonathan, nosotros confiamos en que te den algún premio! — dijo la periodista. Eché una sonrisa y me fui

A pesar de que los periodistas, fotógrafos y etcétera me impedían el paso, los tres grandes guardaespaldas que iban conmigo me abrían el camino

Antes de entrar llegué a una pancarta enorme que patrocinaba la gala de los premios en los que me habían nominado. Aquí mismo me paré y sonreí mientras me fotografiaban junto a este. Las luces de los flash me cegaban por completo y se entrecerraban mis ojos

Poco después de que siguiera a los guardaespaldas al interior, noté la llegada de otro de los nominados, pero no pude ver su rostro

En la entrada aguardaba un recibidor inmenso, de palacio, con un suelo de mármol y mosaicos pintados, paredes doradas brillantes, al igual que el techo, y varias lámparas colgantes enormes. La alfombra roja que guiaba al salón central se dividía en dos, que pasaban por otras dos grandes escaleras doradas con forma circular, estas conducían a una inmensa puerta abierta, del tamaño de tres plantas seguidas

Subí por la escalera de la izquierda y entré por la gran puerta. Dentro se hallaba el salón o patio de columnas gigantesco. La gente de mi edad que había sido nominada se dividía en grupos, hablaban y tomaban algún trago antes de que comenzara la gala

Yo me fijaba en la multitud de al rededor, estaba un poco perdido, no tenía mucha idea de lo que debía hacer, no conocía a nadie

Un chico pelinegro de ojos verdes y una altura prácticamente igual a la mía, se acercó a mi, aparentaba ser veinteañero, pero no pasaba de esta edad. Este sonrió y extendió la mano. Miré hacia los lados, no se estaría fijando en mi, me habría equivocado

— ¿Yo? — me apunté con él dedo para asegurarme

— Si, tú — me miró de una forma extraña, como si no supiera ni él mismo que estaba pasando, pero el seguía sin apartar la sonrisa, ante todo educado

— ¡Ah! Encantado — agarré su mano y saludé cordialmente

— Lo mismo digo — apartó su mano de la mía — ¿Jonathan? — preguntó con inseguridad

— Así es — sonreí — perdona, ¿cómo te llamas? — pregunté, me sentí bastante mal al no saber su nombre cuando él sabía el mío

— Soy Dave — tomó un trago de la copa de cristal de Gin Tonic — He oído muchas cosas sobre ti — puse cara de extrañado ante lo que dijo

— ¿En serio? — pregunté intentando no ser borde y mantener mi sonrisa

— Si, em... ¿es verdad que vives solo? — volvió a juntar sus labios con la copa de cristal — debe ser ser un poco raro, es decir, no vivir solo, que te hayan dejado... — antes de que terminara la frase, tuve que cortarle

— Bueno, no está tan mal... — dije lo primero que me salió de la cabeza, intentando dejar el tema. Seguro que los paparazzis lo habían grabado todo, estaba indignado — cuéntame en qué películas has actuado, a lo mejor conozco alguna — puse cara de interesado

— Han echado en cines una de fantasía, que tiene... — interrumpí la frase, aunque estaba comenzando a pensar hasta yo mismo que era un poco pesado

— ¡Claro! El hombre que volaba ¿no? — comprobé si era la película de la que yo me refería

— Ahí te he visto — respondió Dave

Una voz aguda salió de los altavoces situados en las esquinas de los techos, avisando — dentro de media hora dará lugar la gala de los premios "Pequeños Artistas", por favor, tomen los asientos que les han sido asignados, repito, en media hora dará lugar la gala de los premios "Pequeños Artistas", por favor, tomen los asientos que les han sido asignados — un sonido de apagón indicó que el altavoz había parado
Antes de la gala, es decir, al recibir la nominación unos días atrás, me dieron una tarjeta que contenía mis datos personales y el número de mi asiento, que se situaba en las primeras filas

Dave y yo nos separamos. Tuve que atravesar el salón para ir al auditorio, donde se celebrarían los premios, después de encontrarlo, busqué mi asiento

En unos minutos algunas luces se apagaron, quedando semioscuro el lugar

La misma señora que habló hace media hora por los altavoces (sé que era ella por la voz) salió al escenario (cabe mencionar que también era inmenso, todo aquí era grande) y dio la bienvenida a todos, después, da comienzo a los premios

Algunos premios se los dieron a personas que conocía de vista, y a la mitad de estas no las había visto en mi vida

Más o menos, iríamos por la mitad de los premios, y una vibración sale del bolsillo de mi pantalón, era mi móvil, que estaba con la pantalla encendida, pero con el sonido apagado (no quería que sonase en la mitad de la gala). Miré con disimulo al aparato, con intenciones de averiguar quien era el dueño de la llamada, Posiblemente podría ser de alguien que había conseguido mi número con contactos (como la mayoría de veces), pero esta vez se trataba de la policía

La Sombra Que Esconde El Árbol Donde viven las historias. Descúbrelo ahora