Segundos después de mi expulsión (8:12)Me habían hecho publicidad por el camino
Fui a ayudar a una anciana a pasar por la carretera
Me caí porque la acera justamente estaba en obras
Esas eran las opciones que pensé en decirles a mis padres cuando se enterasen de mi expulsión, pero no valdrían de mucho porque mi padre ya me vió salir muy tarde
De todas formas también pude poner la excusa de que era la única que va a clases andando (nadie de aquí tiene el instituto cerca) y que es normal que me pasen estás cosas
Pero, dejando atrás el debate de mi mente sobre que le diría a mis padres, me decidí por la idea de que hoy no me iba a esforzar en sacar un día productivo, ya que si estaba malhumorada, no me iba a centrar al estudiar ni a hacer básicamente nada relacionado con las clases. Así que entré a mis redes sociales, me puse mis auriculares y caminé mientras miraba los perfiles de la gente a la que seguía y escuchaba música
Al cabo de unos minutos se paró la música. Lo primero que se me vino a la mente fue " están los auriculares inalámbricos otra vez sin batería, esto me pasa por no comprarlos por una página oficial y por la pereza que me da ponerlos a cargar "
Seguidamente me quité los auriculares sin batería, los guardé en la mochila y cuando me quise dar cuenta no me encontraba en la puerta de mi instituto, estaba caminando sobre una especie de campo de detrás de él.
Era una zona muy amplia y tranquila, como si estuviera en medio de la nada, con árboles, hierba alta... más adelante se podía observar un terreno con una gran cantidad de flores hermosas, se parecía al paraíso de mis sueños, pero no iría, no ahora, no estaba suficiente animada para caminar hasta allí, solo quería estar sentada e inmóvil
Y aquí llegó lo peor, a lo que más temía y de lo que menos estaba preparada, mi móvil estaba vibrando y a la vez sonando el tono aburrido de llamada de mi teléfono, que no cambiaré por vaguedad y, para colmo, dentro de ese cacharro se veía iluminado el nombre de mi madre y "llamada entrante", mi padre no habrá visto el email
Desesperada y rezando por dentro esperándome lo peor doy al símbolo verde de contestar
— ¡Grace! — dice mi madre gritando justo al responder la llamada — vas a estar encerrada en tu habitación después de venir de clase hasta que aprendas — a pesar de que tenía el volumen muy bajo se escuchaba como si lo tuviera al máximo por las voces que daba
— ¿¡Que?! — me tapé la boca después de decirlo, creo que lo había dicho demasiado alto
— Lo que oyes, vas a estar mucho tiempo sin salir y no me valen excusas — dijo mi madre en un tono amenazador, la quiero mucho, pero cuando se enfada es mejor alejarse de ella
— Mamá, que no ha sido culpa mía, es que... — dije desesperada
— Grace, que te he dicho que te vengas a casa en cuanto acaben las clases y se acabó — dijo mi madre en plan dictador. Al segundo de terminar de soltar todo lo que tenía que decirme se tranquilizó y añadió — lo siento, Grace.. intento actuar como lo que debería ser a partir de ahora... te dejo — colgó y la noté dolida, pero no tenía excusas
Estaba furiosa e inquieta, era incapaz de pensar en lo que me esperaba al volver a casa. Al instante suspiré y me agarré de los pelos con rabia e ira, dejé caer mi mochila de cuadros negros y blancos y me senté en el alto césped a no hacer nada más que mirar a el horizonte y así conseguir, o por lo menos intentar despejar mi mente
Tan pronto como me senté me di cuenta de que había alguien, alguien que se había reído de mi por lo bajo disimuladamente cuando suspiré. Se encontraba ahí delante, un poco hacia mi derecha
Me sentí avergonzada, me había incomodado y molestado saber que alguien sabía de mi existencia, más que se hubiera metido en mis asuntos y encima en este preciso momento
Tenía que haber hablado más bajo, no me esperaba que pudiese haber alguien más, y menos en un sitio tan escondido como este y, aunque pareciese demasiado exagerada, me era inevitable pensar y preocuparme demasiado en todo. Si no lo hacía no me quedaba tranquila
Ese alguien, de mi edad o quizá algo más mayor (no pude precisarlo), de pelo rubio oscuro y un corte libro (hacia los lados), ojos azul cielo, de 1'80 m de altura se podría decir que medía, tenía una chaqueta negra ancha encima de una camiseta blanca y unos pantalones vaqueros anchos oscuros conjuntados con unas converse negras
Se encontraba girado hacia el amanecer de delante, sentado con las rodillas flexionadas y su espalda apoyada en el tronco de ese bonito árbol mientras tenía su mirada puesta en algo escondido entre sus piernas, él chico parecía sacado de una película de instituto
Intenté no mirarle muy descaradamente
Pero, ¿qué estaba haciendo él? ¿No debería estar en clases ahora mismo? Pensé en que a lo mejor también lo habían expulsado, quién sabía, pero no creía, no suelen expulsar a mucha gente, excepto a mi, como no
"Cállate Grace, ¿a ti que te importa lo que haga él?
¿Es tu vida? No, pues nada más que hablar" me repetía una y otra vezNo pude evitar fijarme en él. Me di cuenta de que se encontraba escribiendo en unos cuantos folios un tanto arrugados con un bolígrafo azul, de vez en cuando se veía que tachaba algo. Me quedé con las ganas de saber que estaba escribiendo
Quería decirle que a qué había venido eso, pero no sé si fue por el disgusto de mi expulsión, mi timidez o la regañina de mis madre, que aunque quisiera, no me entraban las ganas, además de que yo era de esas personas que se callan todo y que están pensando todo el día en lo mal que te han sentado los actos del otro
¿Y si no lo hizo con mala intención? ¿Y si se le escapó la risa? A mi también me solía pasar, da igual, lo olvidaré, ahora no me apetece pensar en nada. Además, era ridículo
Giré mi cabeza y centre mi vista hacia el frente, se veía una puesta de sol preciosa, con colores rojos, naranjas, amarillos y algo de azul oscuro
Un gran grupo de pájaros pasaba y por suerte se escuchaba poco el sonido que hacían la multitud de coches juntos a consecuencia del tráfico, era insoportable
Además, como era un espacio abierto se podía ver perfectamente todo el cielo sin nada que lo tapase y eso era lo mejor, me estaba empezando a gustar este sitio
Después de unos cuantos minutos que me pasé mirando el amanecer (o probablemente al chico de los profundos ojos azules) mire el reloj, ya eran las 8:50, así que me fui al rencuentro con Gigi
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La Sombra Que Esconde El Árbol
RomanceUna novela en la que dos personas pueden poseer el todo y a la vez la nada Para ellos son dos seres que se recomponen del peso de la vida cotidiana lo mejor que pueden, aún estén pasando por la posible peor época de su existencia Para ellos no es...