Jonathan WadeY en un instante, ocurría
A veces no era lo que te esperas. A veces no era lo que quieres. A veces, duele
¿Qué sé sentía al perderlo todo? ¿Qué sé sentía al estar completamente solo? ¿Qué se sentía al ver tu propio fracaso ante tus ojos? ¿Qué se sentía al ver que todas las posibilidades que imaginaste se redujeron a imposibilidades? Esto. Esto mismo se sentía
Pero aún sintiendo millones de cosas ni una parte de mí supo reaccionar al instante. No era una causa y un efecto, era una causa y un tiempo para los pensamientos
Presentía que no era un dolor común, que no era de los que se quedaban durante un periodo y cuando se cansaban se iban. Presentía que se quedaría, como una cicatriz que aunque ya estaba curada, seguía más que presente su marca
Se me había escapado alguna lágrima, pero cuando fui capaz de empezar a creerme que lo que estaba viendo era real, cerré mis puños con fuerza, hundiendo los dedos en mis manos
¿Era rabia? ¿Era tristeza? ¿O tal vez no era ninguna? ¿Para que servía saberlo si no sería capaz de remediarlo?
Pero, ¿y si no era cierto? ¿Y si todo esto era mentira? ¿Debía comprobarlo? ¿Podía? Y lo hice. Furioso y lleno de lágrimas, quité bruscamente mi brazo de las manos que me retenían y agarraban y alargaban mi dolor
Corrí hacia mis preocupaciones transformadas en vida probablemente desvanecida. Me arrodillé en la carretera, ante los causantes de mi dolor y les hablé, les supliqué que volviesen a pesar de que sabía que no lo harían. Les dije que podían volver a entrar en mi vida, que no me importaba si las ganancias de mi trabajo se las apropiaban. Pero con la condición de que regresasen a ella, sin importar la manera u el modo
Agarré del hombro a uno de los proyectiles que continuamente me lanzaba balas metafóricas y le agité, suplicando que no me dejase solo en este mundo tan grande. Que no sería capaz, que aunque no estuviesen presentes me dijeran que estaban ahí, y si no estaban para hablarles, que por lo menos estuvieran para soñarles diciendo que me querían como a un hijo
Cuando vi que nada de lo que hacía era efectivo, reposé mi cabeza en su torso, abrazándolo
Las personas que anteriormente intentaron detenerme me intentaron arrancar de esto, intentando despegarme, y a los pocos intentos consiguieron que me debilitase y me diese por vencido, en esto y en todo
Sentía dolor, pero ¿qué dolor? ¿El de saber que han muerto o, el de saber que siempre habían estado muertos? Nunca estuvieron para mí ni por mí, me habían criado unos desconocidos
* * *
Nací sin quererlo ni yo ni mis padres
Mi madre se descuidó con mi padre y decidió abortar. Hasta ahí todo iba bien
Pero un día, después de haberse tomado tal cantidad de pastillas tales días, dio por hecho que yo había desaparecido, pero no era cierto, las pastillas no fueron efectivas y cuando los médicos se dieron cuenta de que yo ya tenía unos meses no pudieron hacerme desaparecer de verdad, cosa que me hubiese gustado
A los tres años, cansados de mí, idearon un proyecto para no tener que estar trayéndome a casa de sus amigos para que se quedasen conmigo, no solía quejarme, pero ellos como excusa nombraban al parto de mi madre. Sabía que tenía que ser doloroso, pero yo no quería que le hubiese tenido. Ellos llamaban a esta idea fama y futuro, actualmente, yo lo llamo explotación
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La Sombra Que Esconde El Árbol
RomanceUna novela en la que dos personas pueden poseer el todo y a la vez la nada Para ellos son dos seres que se recomponen del peso de la vida cotidiana lo mejor que pueden, aún estén pasando por la posible peor época de su existencia Para ellos no es...