Subí las escaleras hasta llegar al segundo piso con intenciones de entrar en mi cuarto. Tiré mi mochila a la cama de mi habitación y me senté nerviosa encima de esta"Grace" introduje en el buscador, pero lo eliminé. ¿Cómo iban a tener mi nombre?
Así que se me ocurrió buscar lo mismo que ayer, antes de ayer... : "Jonathan Wade""Jonathan Wade es... empezó su carrera... " encontré en internet
Hice un click con mi dedo en el apartado "noticias". Cargando... Cargando... Cargando...
— Maldita sea, cárgate ya — maldije silenciosamente, observando atentamente la pantalla de mi móvil
Pronuncié un silencioso grito de satisfacción cuando, al fin, arrancó mi teléfono
Me fijé en el primer y segundo titular que vi en fila
" Grace Keller, la nueva pareja de Jonathan Wade "
" ¿Una nueva afortunada? Grace Keller... "
No... no... creía que hoy no sucedería. No había nadie fuera. Gigi tampoco vio a nadie. ¿Ahora que haría? También tenían mi nombre
Observé una y otra vez las fotos mías saliendo de la casa de tía Miller, más objetivamente cada vez. Salía despeinada, plana, seria, con una cara que daba asco. En cuanto a imagen y estética, salía realmente horrible
Y en cuanto a mi yo, quitando el exterior (las capas de piel y huesos que me envolvían), contaban cosas igual de horribles o peores.
No pude evitar entrar en la noticia. Hablaban de mí, pero como si fuera una propiedad, a pesar de que no decían nada cierto.No estoy saliendo con Jonathan ni soy "la novia de Jonathan". Soy Grace, Grace Keller, no esa chica tonta a la que según las noticias "Jonathan había poseído rotundamente". Me hacían ver como el juguete de usar y tirar del actor, como su posesión. Además de que me habían fotografiado unos cuantos días seguidos sin mi consentimiento y eso me molestaba, como supongo que a cualquier persona
¿Cómo son capaces de hacer esto a una persona? ¿Cómo es posible ridiculizar a tanta gente para ganar dinero? ¿Cómo podían hacerme esto? Tenía mi vida arruinada, todo el futuro que he intentado construir poco a poco, tomando su tiempo, se ha derrumbado en una semana, o menos todavía
— ¡Joder! ¡Joder! ¡Joder! — maldije reprimiendo el volumen bajo. Tiré el móvil con rabia al lado contrario de la cama (al que estaba libre) y me tumbé en ella
Una lágrima salió de mi ojo, yo me frotaba estos para evitar que fuera a más, pero no pude, todo se descontrolaba. Cada vez surgían nuevas lágrimas y cada vez se me empapaba más la cara, a pesar de que intentara limpiármela con la mano
No podía más, ni con esto, ni con nada
También intenté aguantarme los sollozos para evitar pasar vergüenza delante de mi familia. Pero como también era imposible, hundí mi rostro sobre la almohada, quedándola húmeda
El sonido de una puerta abriéndose rápidamente retumbó en mi cuarto
— Joder — intenté ocultar el susto que obtuve. Cogí el móvil (que estaba a mi lado) rápidamente e hice con que le prestaba atención
Gigi entró a mi habitación con su mirada puesta en su móvil, sin apartar ningún ojo, así que no pudo notar mis ojos irritados, por lo que mejor para mí
— ¡Grace! ¡Me ha escrito mamá que James está bien! Espera, te lo leo... pone que James, nuestro abogado " está consciente, recuperándose en el hospital local. Recientemente se ha encontrado al responsable de los disparos, todavía no está verificado si hay posibilidades de que el individuo pueda ser un sicario" ¿Lo has escuchado Grace? Es una pasada, se ha despertado
— Que bien – dije con único, fino y agudo hilo de voz, que estaba apunto de romperse en mi garganta. Intenté disimularlo, poniendo la voz más grave
Gigi apartó la mirada de su móvil, levantó la cabeza y me observó, mientras yo me tapaba la cara con el móvil
— Grace... — dijo Gigi preocupada
— ¿Qué? — me hice la sorprendida
— No te hagas la tonta, quítate el móvil
— Tengo muchos granos — me defendí ante Gigi, que se acercó a mi y me apartó bruscamente el móvil de la cara
— Oh, Grace... ¿esto es por James o...? — casi pude ver cómo se la iluminó la mente, averiguo lo que me pasaba al segundo, por eso éramos primas por no decir casi hermanas —desbloquéame tu móvil — me ordenó
— No, es mi movil — dije con un tono borde
— Tu dedo — insistió para que le dejara mi pulgar. Me crucé de brazos en la cama para que no fuera posible
— No — volví a decir borde. Gigi agarró brutamente mi dedo pulgar y lo puso en el botón de la parte inferior de mi móvil. Solté un quejido que fue más de resentimiento que de dolor
Aunque Gigi estaba en frente mía y veía mi móvil por su parte trasera, podía imaginar como leía y observaba todas esas noticias
— No se lo cuentes a tía Miller, por favor, Gigi — dije en voz baja, casi en un susurro. Eso fue lo primero que tuve que replicar a Gigi, estaba ansiosa por saber si me daría su palabra. No quería que la tía se preocupase
— Vale, pero solo si tú hablas con el asqueroso Jonathan Wade — dijo con tono amenazante, mientras continuaba leyendo el artículo
— Pero él no tiene la culpa, Gigi... — lo más extraño es que aunque lo decía y sabía (como he dicho anteriormente), una parte de mí no quería volverse a acercar a él por lo sucedido
— ¿Que no? ¿A quién de estas personas famosas se le ocurre ir a un casino con alguien, darle un abrazo en un parking?... otro sitio ¡público! Y sobre todo, no saber que va a tener paparazzis durante el resto de su vida. Y no es que fuera un simple actor, es que es ¡conocido mundialmente! ¡¿Te estás dando cuenta de la que te ha preparado?! — dijo Gigi histérica — prométeme que vas a hablar con él, Grace, y en un lugar más privado, vamos a ser listos...
— Vale — mentí, no quería cargarle con mis problemas, ya bastante tenía con los suyos
— No me engañes, sé que no lo vas a hacer
— ¡Pero esos son mis problemas, no los suyos! Gigi, no lo entiendes... ya tiene suficiente con lo suyo
— ¿Y qué? Esto también es su jodido problema, ha sido culpa suya y tuya por haberte dejado llevar. Grace... prima... mírate en un espejo, estás llorando. Y mira como sales en internet... — dijo Gigi con un tono más relajado
— ¡No me voy a mirar en un jodido espejo! ¿Vale, Gigi? ¡Y déjame en paz por una jodida vez, ya me he mirado suficiente en internet! ¡A ti te da igual porque tú no estás viviendo lo mío! — dije desesperada, gritando lo primero que se me vino a la mente. No tuve que decirlo, no era cierto. Volvieron a surgir lágrimas de mis ojos
— Grace, no me digas que no has vuelto a ir
— ¡No, no vuelto a ir! ¡Y no pienso volver a ir! — dije histérica
— Si no vas para allá vas a estar así, y no quiero volverte a escucharte gritándome, así que vas a ir a la próxima cita
— Gigi, nadie va al psicólogo, eso es cosa de inútiles — dije más calmadas, pero aun llorosa
— No es cosa de inútiles, es cosa de gente que lo necesita, y tú eres una de ellas — me abrazó fuertemente y caminó hasta la puerta de mi habitación — y no quiero volverte a ver con Jonathan después de hablar con él, te esta arruinando, Grace — dijo Gigi, preocupada, cerrando la puerta. Me recordaba a las órdenes propias de una madre
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La Sombra Que Esconde El Árbol
RomanceUna novela en la que dos personas pueden poseer el todo y a la vez la nada Para ellos son dos seres que se recomponen del peso de la vida cotidiana lo mejor que pueden, aún estén pasando por la posible peor época de su existencia Para ellos no es...