— Lo siento — me dijo Gigi, el abrazo se profundizo aún más — mi padre había bebido demasiado, pero ni yo ni mi madre pudimos controlarle —— Gigi, tú también has perdido a tu padre — me separé de ella y la vi sollozando, agarré y sostuve sus manos y añadí — nadie pudo hacer nada, fue un accidente — no me salían las palabras. No paraba de recordar a mis padres aplastados y a Gigi conmigo, en el hueco que había en el coche con el techo undido hacia dentro
— Pero te tuvimos aquí, sola... — dijo limpiándose las lágrimas
— Da igual, Gigi, da igual — inhalé aire — ¿Nos vamos? — pregunté y asintió
Salimos de la casa, cerrándola con llave.
— Gigi, ¿Qué pasó con tu madre? — pregunté con curiosidad mientras que íbamos hacia el taxi. Se me acababa de venir a la mente sin motivo alguno
— ¿A que te refieres? — dijo abriendo la puerta de este
— A que ¿cómo sobrevivió? -- volví a preguntar y me senté en el asiento del fondo de la segunda fila del taxi
— ¿No te acuerdas? — preguntó después de que se sentara y se pusiera el cinturón, asegurándose sorprendida
— No, ¿tú si? — de nuevo la planteé la pregunta. Gigi cerró la puerta
— Mi madre iba atrás, con Dan — se tomó un respiro para hablar de este tema, se veía en su rostro que se la hacía dificultoso decir lo que después pronunció — El coche solo llegó a aplastar el techo de la parte delantera y del medio - dijo. Tiene sentido, como nosotras éramos más pequeñas y por lo tanto más bajas, solo nos hizo unas heridas y algunas roturas
A partir de esa frase, fuimos durante todo el viaje guardando silencio, esperando a que alguna hablara y lo rompiera, cosa que no hizo ninguna de nosotras
Estaba mirando por la ventana del coche, pero a la vez no lo hacía, solo pensaba en cosas que no tenían sentido nombrarlas ahora. Como que hubiera pasado si, o que pude haber hecho para evitar ese accidente
* * *
Al llegar a mi nuevo hogar, la mujer que casualmente era mi tía (la madre de Gigi), me dio un abrazo muy fuertemente y contenta.
Carl (ahora mi primo), no me recibió, se quedó tumbado en el sofá viendo la televisión. Pero, aunque me hubiese sentado un poco mal, no le había dado importancia. Ya me habló Gigi sobre Carl y sabía lo que iba a pasar
Gigi me había contado, que habían hecho del antiguo despacho una habitación nueva, y esta sería para mi sola.
Era más grande que mi antigua habitación, aunque antes tampoco necesitaba tanto espacio. Prefería tener una habitación más pequeña, me agobiaba menosNada más llegar, deshice las maletas y coloqué mi habitación a mi gusto (soy muy perfeccionista), y ahora mismo, estoy leyendo un libro, ya que he acabado con mi habitación.
Todavía no me he acomodado en la casa ni me he acostumbrado a mi nueva habitación, pero, hago lo que puedo por familiarizarme con esta lo máximo posible
* * *
Lunes (7:00 a.m.) ~
Volví a coger mi rutina anterior de levantarme a las 7 de la mañana, ya que tocaba ir a clases, y esta vez con Gigi
La semana anterior se me hizo eterna, no porque fuese aburrida, sino porque pasaron muchas cosas a la vez y parecía que estaban transcurriendo meses
A Gigi y a mi nos llevó Carl, obligado. No hablamos ninguno durante el viaje, y menos, Carl, que como siempre, estaba enfadado y no tenía ninguna intención de sacar un tema de conversación
Me preguntó Gigi si quería ir delante, pero la dejé a ella el sitio y me monté en los asientos traseros del coche, porque sabía que esta incomodidad podía ocurrir y no quería tener que soportar tanta tensión* * *
Comida
— Vaya sermón la clase de historia, yo creo que hasta se ha preparado lo que iba a decir para que la clase se nos haga eterna — dijo Gigi mientras que intentábamos pasar por la entrada de la cafetería con la multitud de gente
— A mi me da la impresión de simplemente quería darnos más temario para el examen — dije
— Y... ¿has estudiado algo para el examen? — preguntó
— No, cada vez que veo mis resúmenes me da que tengo apuntes de chino y no de historia — respondí
— Ostras, menos mal, pensaba que era la única — dijo mientras que cogíamos un plato para la comida — ¡¿Enserio?! ¿hoy toca guisantes? — dijo a la que servía la comida
— Tú lo has dicho — dijo con una voz ronca mientras que me ponía otro plato de guisantes a mi. La parte positiva es que no solo había guisantes, también algo de carne y verdura
Había días en los que podías elegir la comida, pero otros días te ponían el menú que ellos querían, para gastar la que nadie queríaCon nuestras bandejas, nos marchamos a coger sitio y Gigi me dijo — ¿Quieres que nos sentemos con mis amigos?
— Como quieras — la respondí. No me importaba conocer a gente nueva, además, si eran amigos de Gigi, me caerían bien
Seguí a Gigi por el comedor, que pudo localizar a sus amigos y se fue en su encuentro. Me señaló quiénes eran y dónde estaban. Y si, si los conocía, eran los que me dejaron un posit en la mesa de mi clase, los que solo se juntaron conmigo porque querían sacarme información sobre Jonathan Wade
— ¿Esos son? - pregunté y señalé disimuladamente con el dedo, me tenía que asegurar por si acaso
— Exacto — me respondió. No dije nada al respecto, porque si Gigi era feliz, yo también lo era
Estaban todos sentados en una mesa en el centro del comedor, hablando a un volumen al que era posible oírles, por ejemplo, les escuché decir "tía, ¿has oído lo de Terry? Que estúpida" y cotilleos de esos.
Cuando nos vieron acercándonos a ellos nos miraron de reojo, susurraron unas palabras y tras levantarse se fueron en nuestra dirección contraria.Gigi estaba extrañada, igual que yo.
Se acercó a la rubia del grupo (a la que me dejó el pósit en mi mesa) y la dijo confundida - ¿Os vais? -— Sí, ya hemos terminado de comer — contestó con chulería y me miró de arriba a abajo, analizándome. Después, siguió caminando
— ¿Tan pronto? — volvió a preguntar Gigi, cuando lo dijo ya se habían ido
Después de eso, no volvimos a sacar el tema de sus amigos, solo, nos quedamos mirando a la comida del plato mientras que con un tenedor, comíamos los guisantes
* * *
Al final de las clases, salí con Gigi del instituto y nos dirigimos al coche de mi primo para regresar a casa.
Durante el viaje de vuelta, me acordé del campo de detrás del instituto, y aunque tenía ganas de ir, también tenía razones para no hacerlo. Como que no sabría que decir al respecto de lo que pasó la última vez, que me había ayudado, o más bien, salvado y no tenía nada con que agradecérselo, o más fácil, que Carl estaba en el aparcamiento con su coche y, ya que hacía el favor de recogernos, no quería hacerle esperar a Gigi ni a él
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La Sombra Que Esconde El Árbol
RomanceUna novela en la que dos personas pueden poseer el todo y a la vez la nada Para ellos son dos seres que se recomponen del peso de la vida cotidiana lo mejor que pueden, aún estén pasando por la posible peor época de su existencia Para ellos no es...