Capítulo 21 ~ Palabras reservadas

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Jonathan Wade

Solo y pensando en cosas personales, con las manos en los bolsillos, salía del estudio de grabación después de un largo día rodando, cuando mi director, inesperadamente, me detuvo. Me giré hacia él confuso

— Anda, chico, abre tu correo — dijo este, y sin preguntar, entré en él. Me había enviado un archivo pdf dónde estaba escrito el comienzo de mi sueño. Después de leerlo no pude reaccionar, seguía impactado, era una noticia muy importante para mí y para mi carrera. Después de días intentando convencerle, había conseguido tener una de las cosas que deseaba — siempre he sabido que tenías talento, pero con tu edad no lo veía muy posible

— No me lo puedo creer, gracias, de verdad — en el texto ponía claramente que estaba autorizado para dirigir un episodio de la serie tan famosa en la que estaba actuando, sentía que mi vida estaba mejorando, que era un nuevo comienzo, una nueva etapa en mi vida. Todo lo que siempre he querido, a parte de actuar

— No me las des a mí, a sido gracias a Kate, me ha convencido — en ese momento me quedé más impactado todavía

El director se fue, dándome unas palmadas en la espalda y Kate se acercó a mi, sonriente

— Espero que esto compense todo — me dijo ella, que recibió una sonrisa de mi parte 

— ¿Que si compensa? Quiero decir, es una pasada — dije asombrado, Kate se echó a reír


Grace Keller

Horas antes

Retumbó en mi cabeza un mensaje emitido por mi móvil, que estaba en la mesita pegando al sofá. Le eché un vistazo

— Estoy cansada de todo... pero tampoco es eso, quiero ayudarle — dije sentada en el sofá

— Eres una quejica, solo te ha puesto dos mensajes de la tía esa — contestó Gigi, que estaba sentada al lado mío observando la televisión con atención y comiendo unas patatas que se compró anteayer

— Ya lo sé, pero es que odio tanto que me hable de Kate... y lo peor es que no sé por qué

— Estás celosa, súper celosa y solo piensas en Kate. Si solo piensas en ella, ¿por qué no te declaras a esa? — dijo irónica con la boca llena de patatas

— No estoy celosa y no me hace nada de gracia

— No sabes mentir

— No tenía que habértelo dicho

— Entonces ¿por qué me lo dices?

— Porque soy una inútil que no sabe hacerse cargo de sus dramas existenciales

— Sí, pero estás celosa

— Que no es eso, te lo estoy diciendo en serio, no sé el por qué

— ¿Y por qué no se lo dices?

— ¿Y cómo se lo digo sin que le haga daño?

— No sé... dile que la Kate solo se ha enfadado con él porque quiere llamar la atención y que te importa una mierda lo que haga la tía esa, que ya es momento

— Y ahora sin ser borde

— Entonces no sé que quieres que te diga, te he dicho antes unas cuantas opciones y no quieres ninguna, es que así no se puede

— No hace falta que me digas que soy una inconformista — cogí una patata de su bolsa, hambrienta y liada en mis tonterías

— Pero míralo por el lado bueno, ahora estás pendiente de la Kate y ya no tienes que pensar en tus padres

La Sombra Que Esconde El Árbol Donde viven las historias. Descúbrelo ahora