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- ¿Me vas a besar hoy, o tampoco? - la pelinegra solamente le miraba a los ojos, como si fuera lo más hermoso del mundo, nada le importaba ni siquiera el lugar donde estaban, eran ellas dos y nada más.
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- ¿Sabes? Te merec...
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(...)
— Ya no quiero estudiar — un nuevo día había comenzado en Hogwarts, era muy temprano por la mañana cuando Hermione despertó a Lyra para ir a clases, la azabache estaba bastante cansada pues la noche anterior apenas pudo pegar el ojo gracias a las pesadillas que tuvo. Lyra de manera perezosa se sentó en su cama mientras se mantenía mirando el suelo fijamente.
— Vamos Lyra, tenemos que estudiar — Hermione lucía más emocionada que la chica, era su segundo día después de las vacaciones de navidad y eso le gustaba demasiado.
— ¿Es necesario? — pregunto Lyra entre un bostezó mientras se dejaba caer contra su almohada para ver el techo. Hermione al notar esto le lanzo su ropa en la cara para que se vistiera — ¡Granger! — grito la chica mientras se sentaba de regreso en la cama.
— Anda, ve a ducharte y nos vamos a clases — decía Hermione mientras se acomodaba su túnica.
— Bien — gruño un poco molesta la chica mientras se ponía de pié para ir en dirección al baño de la habitación.
Lyra sabía bien que Hermione sabía que mintió con quién le había regalado su escoba, pero tampoco pensaba permitir que le quitarán aquella escoba pues ya era una enorme ventaja para su equipo para poder ganar la copa de Quiddicht. Hermione por su parte sabía que la chica solo protegía su regalo, ella era testigo de lo mucho que la chica disfrutaba jugar Quiddicht y no quería arruinar su felicidad, pero tampoco se podría permitir que le pasará algo si era un regalo-trampa de Sirius Black, aunque... Se preguntaba si Sirius Black era capaz de "matar" a su sobrina.
— Ya estoy lista — Hermione salió de sus pensamientos cuando escucho a Lyra salir del baño, ya cambiada y lista para iniciar su día.
— Eh... Lyra — la mencionada elevó su mirada para ver a la castaña — No te molestaría si te adelantas, debo ir a buscar un libro a la biblioteca —.
— Oh no, no te preocupes. — se apresuró a responder la chica — Puedo ir con Harry y Ron — le sonrió.
— De acuerdo, entonces nos vemos en el comedor — se despidió la castaña y se apresuró a salir de la habitación dejando a la chica sola.
Lyra solamente ignoro un poco el comportamiento de la castaña y se dispuso a tomar su mochila y su varita y bajo a su sala común para esperar a sus dos amigos quienes no tardaron mucho tiempo en bajar pero se sintieron confundidos de no ver a la castaña.
— ¿Y Hermione? — pregunto Ron.
— Ella fue a la biblioteca, ya saben... le encanta estar ahí — respondió Lyra.
El pelirojo solamente se encogió de hombros y comenzó a caminar con sus amigos camino al gran comedor para tomar su desayuno y así poder empezar sus clases del día.
(...)
El día fue ciertamente pesado para los chicos, Snape hundiendolos en tareas que apenas entendían, Mcgonagall exigiéndoles como de costumbre, la clase aburrida del profesor Binns, el desastre que hicieron en Herbologia y las clases de Hagrid que cada vez perdían lo interesante. Todo aquello les hizo ignorar la actitud de Hermione durante el día, mostrandose nerviosa y algo alejada del grupo de amigos, claro no fue ignorado del todo pues Lyra más de una vez le pregunto si estaba bien recibiendo simples asentimientos.
