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- ¿Me vas a besar hoy, o tampoco? - la pelinegra solamente le miraba a los ojos, como si fuera lo más hermoso del mundo, nada le importaba ni siquiera el lugar donde estaban, eran ellas dos y nada más.
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- ¿Sabes? Te merec...
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(...)
Lyra podía jurar que de no haber sido por Hermione se hubiera ahogado ahí mismo con el sorbo de jugo que había dado. Escucho a Dumbledore decir su nombre y el jugo que había bebido se había salido por su nariz, comenzando a ahogarse con este y dejándole una sensación horrible en la nariz.
Estoy segura que un pedazo de cerebro salió en eso.
Aquello le genero una vergüenza enorme al pasar enfrente de decenas de personas. Con Hermione dándole palmadas en la espalda para que respirara mejor, Lyra volteo a verla con miedo, estaba más que segura de que ella no había colocado su nombre ni porque le hubieran pagado miles y miles de galeones.
Hermione la miro comprensiva y pudo escuchar su pequeño susurro con un "ve" acompañado de un ligero empujón. La miro una última vez y tragó saliva fuerte, observo a Ron y este tenía una cara de pocos amigos, mirándole con cierto enojo.
Se puso de pie y camino por el medio del gran comedor, entre las mesas de Hufflepuff y Gryffindor y giro su mirada hacia la zona de los Slytherin, chocando sus ojos con los de Draco, quien lucía consternado por la situación. Choco miradas con Dyna quien por primera vez en su vida la vio sorprendida, no burlona ni divertida, sorprendida. Observo a Blaise y Pansy quienes lucían aterrados de solo imaginarse a su amiga en aquel torneo. Theo era un caso distinto pues parecía estar procesando la situación, mirando el suelo y elevando un poco la mirada para chocar con la de Lyra.
Definitivamente iba a tener que dar demasiadas explicaciones esa noche.
Llegó hasta Dumbledore y este le entrego el papel con su nombre, lo tomo con la mano y lo miro.
Esa ni siquiera era su letra.
Lo guardo en el bolsillo de su túnica y siguió avanzando bajo las miradas acusadoras del resto de estudiantes, escuchando los murmullos que habian.
Que tramposos
Tienen 14, no deberían estar ahí
Potter y Black son unos mentirosos
Entre más cosas que prefirió ignorar. Llegó hasta la puerta donde estaba posicionada McGonagall quien la miro entre asustada y comprensiva, coloco una mano sobre el hombro de la chica apenas llegó donde ella y luego la dejo ir hacia aquella habitación, desapareciendo de la vista de todos.
(...)
Entro temblando al mismo cuarto que el resto de campeones, buscaba mil y un razones de como rayos había terminado donde estaba. Adentrándose a la habitación por completo fue que vio en la chimenea a los otros 4 campeones reunidos, los 3 mayores rodeaban a Harry intentando comprender la situación, hasta que uno se volteo, Cedric la había visto.
— ¿Black? — pregunto confundido.
— No Cedric, Lyra no pudo ser — escucho la voz de Harry.
