La mañana del 6 de Junio Lyra despertó con el sol colándose por su ventana, gruñendo por el contacto con sus ojos y tapándose el rostro con su cobija. Se tomó varios minutos más para poderse levantar de su cama, sentándose con pereza sobre la orilla de la cama y rascándose los ojos con el dorso de las manos.
A su mente llegaron todos los recuerdos de la noche anterior, recordando como es que Blaise y Theo se les había ocurrido la maravillosa idea de festejar los cumpleaños de Draco y Lyra por separados, y por ende habían terminado organizando una fiesta de cumpleaños para el rubio.
Aquella celebración se había llevado a cabo en el jardín de la casa de verano de los Black, siendo Regulus quien había organizado todo el lugar para ambientarlo de la manera correcta y para que tanto los las jóvenes y los adultos estuvieran cómodos en ese lugar.
Hacia ya un mes desde el final de la guerra y Lyra aún se preguntaba cómo es que habían tenido la gran fortuna de salir todos vivos de ahí, aunque realmente cada noche tenía pequeños fragmentos sobre ver morir a algunos de sus amigos, lo cual le generaba cierta inquietud del porque su mente le hacía ver eso.
Pero olvidando aquellos amargos recuerdos, el que la fiesta de Draco se haya celebrado después del final de la guerra y que lo hayan disfrutado con completa tranquilidad solo le demostraba cada día el que la guerra al fin había terminado, el que finalmente iban a tener la vida tranquila que siempre habían soñado. Siete años de constante lucha no habían sido en vano y ahora podían disfrutar de la vida sin temor a perder.
El cumpleaños de Draco fue algo grande, a pesar de solo estar presentes los más allegados al grupo, vio el reencuentro de las hermanas Black, Narcissa y Andromeda, así como la reunión de dos generaciones diferentes de primos en un mismo lugar, por un lado Regulus, Narcissa y Andromeda, y por el otro estaban Draco, Dyna, Tonks y Lyra. A pesar de Tonks ser mayor que los otros tres -y de ser madre- supo congeniar perfectamente con los tres jóvenes, hablando como si se conocieran de toda la vida. El reencuentro más emotivo fue el de los primos Black mayores, quienes parecía que estaban reviviendo sus años de juventud y lamentando a sus hermanos caídos, porque a pesar de que Bellatrix haya sido un monstruo en su vida adulta, ninguno de los tres adultos podía evitar en pensar en la joven Bella que hacía todo por proteger a sus hermanas.
Los jóvenes disfrutaron esa fiesta a lo grande, pero tampoco se divirtieron lo suficiente para dejar energía para el día siguiente, el cual sería el primer cumpleaños de Lyra estando con su familia entera.
Fue en ese momento donde se pregunto donde estaba Hermione, pues si recordaba bien se habían ido a dormir las dos juntas la noche anterior, incluso recordaba de como es que Hermione le había dado un manotazo en la cara y el como casi la tiraba de la misma.
Sus ojos recorrieron se pinta a punta su habitación, dándose cuenta que no había nadie en ese lugar por lo que dedujo que probablemente Hermione estaría en el comedor, tal vez charlando con sus tías pues había descubierto que les encantaba madrugar, o tal vez se había apuntado en apoyar a Tonks y Remus para cuidar de Hope y Teddy, eran muchas posibilidades y no tenía idea de cuál sería la acertada.
Pronto se puso sus pantuflas afelpadas de toda la vida, poniéndose de pie con algo de lentitud mientras un largo bostezo salía de su boca mientras avanzaba hacia la puerta, girando el pomo y saliendo de su habitación.
Los pasillos estaban más silenciosos que de costumbre, considerando que desde el final de la guerra tanto todos sus amigos, la familia Weasley, sus abuelos, Dyna, Draco, Narcissa, ¡Vaya! Hasta Daphne se estaba quedando con ellos, era muy normal que desde temprano hubiera ruido, aunque a veces no eran muy audibles los sonidos por la sencilla razón de que era una casa enorme, pero considerando que el lado silencioso de la mansión era el lado izquierdo, donde dormían todos los adultos y que el lado derecho donde estaban las habitaciones de los más jóvenes, siempre era normal escuchar desde las 8 de la mañana las voces de Hermione, Pansy y Astoria, algunas veces se les unían Dyna y Daphne o a veces solo eran las últimas dos, pero siempre había alguien hablando a esa hora del día.
Era extraño ver tanto silencio, aunque le dio crédito al que probablemente ya habrían bajado las otras chicas al desayuno, sobre todo porque eran muy de madrugar mientras los chicos y ella preferían dormir hasta que los fueran a despertar.
Si era honesta, esperaba que al despertar lo primero que viera fuera Hermione deseándole un feliz cumpleaños y después estrellándole un pastel al rostro, aunque se llevó tremenda decepción al darse cuenta que estaba sola en esa habitación.
Queriendo reunirse lo más pronto posible con sus amigas, comenzó a darse prisa para bajar las escaleras que la llevarán a la sala principal, caminando hacia la cocina y preparándose para un repentino susto sorpresa, sin embargo aquello no sucedió, y solo se encontró a su padre, sus abuelos, Remus y su tía Andy charlando con tazas en las manos.
- Ahí está la cumpleañera – sonrió ante las palabras de su padre, siendo rápidamente abrazada por aquel hombre - ¡Salazar! No puedo creer que ya tengas dieciocho, me he perdido tanto –
- Ya habrá tiempo para recuperar el tiempo querido – menciono Sarah por detrás de Regulus – Feliz cumpleaños mi niña – su abuela también la abrazo con fuerza
- Espero que no crezcas más porque a este paso vas a alcanzarme en altura – sonrió Roger con diversión abrazándola de igual forma
- Feliz cumpleaños cachorrita – Remus sonrió con dulzura para posteriormente darle un abrazo
- Feliz cumpleaños Lyra – dijo su tía Andy, a lo que Lyra le sonrió aceptando gustosa el abrazo
- Gracias a todos – sonrió agradecida, acercándose a la enorme caja color gris que mantenía frescos todos los alimentos que compraban cada semana - ¿Han visto a las chicas? – pregunto mientras se servía leche en una taza
- Salieron temprano, la directora Mcgonagall les pidió ayuda con algo – menciono Remus
- ¿Por qué no me llamo? – pregunto frunciendo las cejas
- Dijo que no quería tenerte trabajando como elfo doméstico en tu cumpleaños – dijo su papá soltando una risa – Y nos ordenó específicamente que no te dejáramos ir a Hogwarts de ninguna manera o ella misma te echaría con un hechizo –
- Suena a algo que diría Minerva – concordó Sarah
- Ama –
Su plática se vio interrumpida cuando unas pequeñas manos jalaron de su camisa de dormir, bajando la mirada y dándose cuenta de que Kreacher tenía un pastel en sus manos.
- Kreacher le ha preparado su pastel favorito a la ama Lyra – menciono el elfo mientras con un chasquido lo hacía flotar en dirección a Lyra – Kreacher le desea un muy feliz cumpleaños a la ama Lyra – el elfo hizo una reverencia para después desaparecer en un giro
- ¡Gracias Kreacher! – agradeció Lyra a pesar de que el elfo ya no estuviera en su campo de visión
- Yo era el favorito de Kreacher, solía despertarme todos los días de mi cumpleaños con un pastel – Regulus sonrió con nostalgia
- Tú lo has dicho papá, eras – dijo Lyra mientras daba un sorbo a su taza, dibujandose una sonrisa divertida en su rostro mientras miraba la mirada ofendida en el rostro de su padre
Si a Lyra le preguntarán tan solo al inicio de ese año que iba a tener un día completamente normal, donde toda su familia estaría bajo el mismo techo que ella, con su padre vivo, con Voldemort derrotado y el mundo mágico viviendo con tranquilidad… definitivamente llamaría loca a esa persona y se preguntaría a cuánta tortura le habrían sometido para llegar a aquella conclusión.
Algunas veces le resultaba complicado pensar que ahora si estaba viviendo una vida normal, como cualquier adolescente normal merecía vivirla. Le era imposible no ponerse a pensar en lo terrible que había sido el año anterior, ni siquiera tenía que ir tan lejos… prácticamente un mes atrás estaba montando un dragón con sus amigos y huyendo del banco, un mes atrás había muerto por unos minutos y se había enterado de toda la verdad, un mes atrás se dio cuenta que su padre estaba vivo… toda su vida había dado un cambio drástico en solo un mes y a pesar de que por fin podía dormir con ambos ojos cerrados, habían noches donde le parecía imposible hacerlo, se había acostumbrado a siempre dormir con un ojo abierto, su instinto de peligro estaba activado y un simple ruido le despertaba.
Muchas veces había escuchado a Hermione quejándose entre sueños y casi siempre eran sobre Bellatrix y lo que había pasado en la mansión.
No la culpaba.
Las primeras semanas después del final de la guerra ella misma no podía pegar un ojo para dormir, todas las noches recordaba el tormento de la mansión el año pasado, recordaba la muerte de Sirus, la de Cedric y la de su abuela. No había día donde se sintiera mal y no merecedora de vivir toda esa tranquilidad que estaba viviendo, sentía que ellos también la merecían vivir y que ella no debía estar ahí, que debía haber muerto en la guerra.
Pero Hermione no dejaba de decirle que si estaba ahí era por algo y que debía aprovechar la segunda oportunidad que la vida le otorgó por todos aquellos que no lo había podido vivir…
- Ahora que lo pienso… ¿Dónde está la tía Cissy? – pregunto con las cejas fruncidas dejando su taza en la encimera
- Minerva le pidió acompañar a las chicas – respondió su abuela – No te preocupes por ello, regresarán a tiempo, mejor vamos a sentarnos que solo te estábamos esperando a ti para desayunar –
- ¿Y los chicos? – pregunto con la misma curiosidad de antes
- Ellos siguen durmiendo, digamos que… sus juegos de ayer no fueron los más inteligentes – menciono Remus con un toque divertido
- Terminaron bebiéndose los floreros de tu abuela – dijo Roger provocando la risa del resto de adultos
Lyra negó divertida, caminando en dirección al comedor.
(…)
El desayuno se había extendido un poco más de lo normal, unos 10 minutos después de que se habían sentado todos para desayunar habían bajado los chicos con cara de querer morirse, arrastrando los pies hasta sus asientos y dejarse caer en ellos con pereza. Le mesa se vio en vuelta llena de varias conversaciones, tanto entre los adultos y los más jóvenes.
Mientras Draco y Harry estaban encerrados en su mundo, Lyra se había puesto a discutir con Theo sobre quién podía correr más rápido en su forma animaga mientras Ron reclamaba que quería que le enseñarán cómo convertirse en un animal y Blaise solo reía.
Sin embargo y a pesar de sentirse muy a gusto en donde estaba, Lyra no podía evitar sentir la ausencia de las chicas, sobre todo de Hermione pues muy en el fondo se había imaginado que al despertar lo primero que vería sería su rostro sonriente y deseándole un feliz cumpleaños. Bajarían a desayunar juntas y recordarían por enésima vez aquella ocasión en que se habían perdido en una selva durante quinto año.
- He estado pensando –
La voz de su padre llamo su atención, dirigiendo su mirada en su dirección para así poderlo escuchar.
- Nunca te pude dar tu primer paseo por el callejón Diagon, que te parece si… -
- Absolutamente si – sin dejarle terminar su pregunta, Lyra ya se había puesto de pie con entusiasmo – Así me tenga que borrar los recuerdos de la primera vez que visite Diagon, iremos a dar ese paseo –
- Borrar esos recuerdos, es borrar tu primer encuentro con Hermione – Murmuró Ron por lo bajo con un toque de risa
- Bueno, tampoco lleguemos a esos extremos – se apresuró a negar Lyra
- Tal vez ya conozcas Diagon como la palma de tu mano – dijo Andromeda – Pero conocerlo con tu padre aun lado es otra experiencia diferente – añadió con una ligera sonrisa
- Bueno, y se que James hubiera querido hacer lo mismo contigo Harry… se que no soy tu padre, ni mucho menos Sirius, pero… si gustas venir con nosotros –
La mirada de Harry se iluminó en ese instante, sonriendo ante aquella invitación.
- Todos en realidad – añadió el mayor de los Black, mirando al resto de jóvenes en la mesa
Algo que Regulus había intentado hacer desde que todo había vuelto a la normalidad era intentar ser el padre que no pudo ser con Lyra, pero no solamente con ella… Él era muy consciente que no era el padre de nadie más, ni que quería ocupar ese lugar en la vida de los demás jóvenes, sin embargo había tratado de no hacer diferencias con ninguno de ellos, había intentado tratar a todos como si en verdad fueran sus hijos, lo hacía porque él más que nadie sabía lo que era tener un padre abusivo, un padre ausente y un padre que nunca velo por él. Conocía poco la historia de los demás jóvenes y eso lo motivó a tratar a todos por igual, porque ninguno merecía vivir con el sentimiento de no haber tenido un buen padre.
Incluso Remus lo apodo el papá de los pollitos, pues al salir, todos los jóvenes seguían a Regulus como si de una manada se tratará.
- Sería un placer señor Black – acepto Blaise
- Estamos encantados de aceptar su invitación – ahora fue Theo el que acepto
- Basta de educación muchachos, estamos en confianza y me hacen sentir viejo – Regulus soltó una ligera risa – Saben que todos ustedes siempre son invitados a todo lo que hagamos, son parte de la familia Black ahora y para un Black la familia es lo más importante –
Los 4 jóvenes sonrieron con timidez, bajando la mirada apenados mientras Draco y Lyra soltaban pequeñas risas.
(…)
Entrar al callejón Diagon de la mano de su padre y después de la guerra si era una sensación diferente… Era algo realmente maravilloso de admirar, mirar como es que la alegría regresaba en la calle principal, los viejos locales de magia oscura estaba cerrados y eran remplazados por sus locales originales. Tan la florería como la heladería habían vuelto a abrir sus puertas y estaban abarrotadas, incluso la tienda de mascotas estaba abierta. Dar el primer paso dentro del callejón se sintió espectacular, podía sentir una ligera corriente de magia recorrer cada nervio de su cuerpo, igual a cuando había sostenido su varita por primera vez.
- Muy bien chicos, ¿Quieren ir primero por un helado? ¿O prefieren recorrer el callejón mientras finjo que es su primera vez aquí y les muestro las tiendas? – pregunto Regulus con nerviosismo, no muy seguro de lo que le gustaría hacer a unos jóvenes de 18 años.
- Creo que la segunda opción me gusta más – asintió Lyra con una sonrisa
- Suena muy bien la verdad – concordó Harry con ella
- Bien, eh… entonces creo que vamos a recorrer el callejón Diagon –
Caminar por la calle principal se sintió como la primera vez, poder sentir la magia del ambiente, la felicidad entre los lugareños, respirar con tanta tranquilidad y sin temor a que algo pudiera pasar. Nuevamente se sintió como la pequeña de 11 años que había visitado sola ese lugar, la diferencia era que ahora tenía a su padre a un lado y deL otro estaban los chicos que consideraba prácticamente sus hermanos.
Ver las mismas tiendas que había visto 7 años atrás, y darse cuenta de lo poco que habían cambiado le hacían creer que el tiempo ahí se había pausado, era como estar nuevamente en 1991. Mirar a los niños correr emocionados con sus padres, preguntando sobre cualquier objeto extraño que pudieran observar y les pareciera curioso.
Fue como si el destino quisiera hacerla revivir ese día, pues por estar muy entretenida admirando la belleza del callejón, no se dio cuenta de la joven castaña que venía caminando en dirección, quien también venía distraída charlando con otra joven a su lado, terminando por chocar entre ambas y prácticamente caer al suelo.
- Lo siento no me fijé – Dijo mirando a la persona con la que choco, sonriendo con diversión y su mirada se iluminó al darse cuenta que se trataba de Hermione
- Oh no te preocupes, también estaba distraída – contestó la castaña con el mismo toque de diversión en su rostro
- ¿Nueva aquí? – pregunto Lyra divertida
- Sí, no conozco mucho de este mundo – continuo diciendo la castaña
- Ya veo… ¿A ti también te tienen encerrada? –
Tras decir aquello, ambas chicas se soltaron a reír bajo las miradas extrañadas de sus acompañantes, quiénes no se molestaron mucho en interrumpir su momento.
- ¿Aún lo recuerdas? – pregunto Hermione una vez dejaron de reír
- Un poco, si – asintió Lyra
- ¿Nos perdimos algo? – pregunto Pansy interrumpiendo
- Oh, lo que pasa es que la primera vez que nos conocimos fue porque choque con ella y le pregunté si la tenían encerrada – respondió Lyra con una sonrisa
- Mis padres me preguntaron si eso era normal aquí y comenzaron a cuestionarse si era buena idea dejarme venir – añadió Hermione con una sonrisa nostálgica
- Ok… - asintió Astoria confundida
- ¿No se suponía que estaban con la directora? – pregunto Lyra con curiosidad
- Minerva nos pidió buscar algo en el callejón – se apresuró a responder su tía Narcissa, que al parecer estaba acompañando a las chicas en ese momento
- Ajam… - Lyra asintió con sospecha - ¿Me puedo unir? –
- ¡No! –
Diferentes “NO” llegaron de todos los lados posibles, a lo que Lyra se sintió un poco aturdida por ser varios los que gritaron al mismo tiempo.
- Solo preguntaba – Dijo Lyra levantando sus manos en forma de rendición – No hacia falta dejarme sorda –
- La profesora Mcgonagall… - intento decir Dyna
- Dijo que me hechizaria si me atrevía a pisar el castillo, lo tengo muuuuy claro – interrumpió Lyra
- Fue muy firme cuando lo dijo – comento Daphne quien estaba a un lado de Dyna
- Bien, ya no insistiré – acepto Lyra derrotada
- De todos formas estamos aquí dando un paseo ¿Recuerdas? – menciono su padre a sus espaldas
- Sisisisi – asintió Lyra – Entonces vamos por ese helado que me prometiste –
- Mimada – susurro Pansy con diversión
- Cómo si la abuela Sarah no las hubiera llevado a cambiar todo su clóset la semana pasada – Lyra miro acusadoramente a las 5 chicas
- Ya habrá tiempo para hacer competencia de mimadas – interrumpió Ron
- Tenemos calor y también queremos un helado – continuo Theo
- Nos veremos más tarde ¿si? – menciono Narcissa en dirección a su sobrina – Feliz cumpleaños – le sonrió con dulzura
- Gracias – sonrió Lyra - Ahora me siento un 10% menos ofendida –
- Feliz cumpleaños tonta – dijo Pansy rodando los ojos
- Feliz cumpleaños – continuo Astoria
- Un año más de vida, es un año menos de vida – menciono Dyna a lo que Lyra se le quedó mirando con una sonrisa
- Aprecio tu forma de decirme “Feliz cumpleaños “ –
- Te vas a volver loca si escuchas otra felicitación – respondió Dyna encogiéndose de hombros
- En ese caso… ¡Feliz vuelta al sol! – menciono Daphne
- Gracias, gracias lo aprecio mucho – realizó una pequeña reverencia
- Vamos chicas, se hace tarde – anuncio Narcissa comenzando a caminar – Papá pollito – asintió en dirección de Regulus
- Mamá pato – Respondió Regulus con una risa
- Te daré tu regalo más tarde – dijo Hermione tomando una de sus manos – Feliz inicio de otro año de nuestro viaje hacia lo desconocido cariño, nos vemos en la tarde – antes de irse dejo un corto beso en su mejilla, haciendo que una enorme sonrisa se dibujara en el rostro de Lyra.
(...)HOLAAAA
Quería subir este extra el 6 de Junio pero no tuve el tiempo de terminarlo:c
Pero lo subo ahorita y lo voy a dividir en dos partes, así que disfruten de leer lo que pudo haber sido<3
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You Will Be My Girl ~ Hermione Granger
Hayran Kurgu_____________ - ¿Me vas a besar hoy, o tampoco? - la pelinegra solamente le miraba a los ojos, como si fuera lo más hermoso del mundo, nada le importaba ni siquiera el lugar donde estaban, eran ellas dos y nada más. ______________ - ¿Sabes? Te merec...