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- ¿Me vas a besar hoy, o tampoco? - la pelinegra solamente le miraba a los ojos, como si fuera lo más hermoso del mundo, nada le importaba ni siquiera el lugar donde estaban, eran ellas dos y nada más.
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- ¿Sabes? Te merec...
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(...)
Las siguientes dos semanas definitivamente no habían sido las mejores, Umbridge cada vez estaba tomando más y más poder en Hogwarts. Estaba presente en la mayoría de las clases haciendo un supuesto "chequeo" para saber si los profesores estaban haciendo adecuadamente su trabajo según las normas del ministerio. La encontró en clase de Pociones, Encantamientos, Herbologia, Cuidado de las criaturas mágicas, incluso estaba presente en su clase de Runas antiguas, volviéndolo algo tedioso pues todo la semana había tenido la mala fortuna de verla, cuando antes solo la veía 3 veces a la semana.
Lo que nos lleva a otra aburrida clase de Defensa con la profesora Umbridge, quien seguía usando los métodos del ministerio y no los dejaba siquiera tener su varita fuera de la mochila.
- Varitas fuera - les ordenó con una sonrisa, y aquellas persona que habían tenido la esperanza suficiente para sacarlas, tristemente las regresaron a sus mochilas - como en la clase pasada terminamos con la última lección del capítulo uno, quisiera que todos fueran a la página diecinueve para comenzar con el capítulo dos, “Teorías Defensivas Comunes y sus Derivaciones”. No será necesario hablar -
- No hay necesidad de pensar - había susurrado Hermione a su lado.
Umbridge sonriendo ampliamente, con su sonrisa de auto satisfacción, se sentó en su escritorio. La clase dio un suspiro audible cuando todos comenzaron a buscar la página diecinueve. Suspiro y se preguntó aburrida si habrían suficientes capítulos en el libro para mantenerlos leyendo durante el resto del año.
Se había estado sintiendo muy agobiada últimamente, teniendo encima montañas y montañas de tareas, teniendo que hacerlas con Hermione pues está argumentaba que era mejor hacerlas con antelación que a las prisas. Por otro lado también tenía los entrenamientos, pues ya estaba muy cerca el primer partido de la temporada y el equipo no mostraba un estado anímico completo. Estaba cansada física y mentalmente, a veces se cuestionaba ella misma el como podía estar haciendo varias cosas en un solo día y al otro estar como si nada.
Etaba a punto de revisar la página de su libro cuando notó que Hermione había levantado la mano reclamando atención.
La profesora Umbridge también lo había notado, y no sólo eso sino que parecía haber ideado una estrategia para tal eventualidad. En vez de tratar de pretender que no había visto a Hermione, se puso de pie y caminó alrededor de la primera fila de escritorios hasta que estuvieron cara a cara, entonces se inclinó y susurró, para que el resto de la clase no pudiera oírla.
-¿Qué es lo que pasa esta vez, señorita Granger?-
-Ya leí el capítulo dos- explicó Hermione.
-Bueno, entonces avance al capítulo tres. -
-También lo leí. Ya leí todo el libro. -
Sonrió a sus adentros, orgullosa de Hermione.
La Profesora Umbridge se quedó callada por un momento, pareciendo analizar su siguiente movida.
