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- ¿Me vas a besar hoy, o tampoco? - la pelinegra solamente le miraba a los ojos, como si fuera lo más hermoso del mundo, nada le importaba ni siquiera el lugar donde estaban, eran ellas dos y nada más.
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- ¿Sabes? Te merec...
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(...)
Lyra llegó a la tienda donde habían estado más temprano con la ayuda de Hermione, quien no paro de preguntarle si estaba bien y si necesitaban volver a casa con la señora Weasley. Lyra insistía en que estaba bien, lo cierto era que no había hablado con nadie sobre lo que habia sentido al ver la marca en el cielo.
Hermione llevo a la pelinegra a la habitación apenas entraron a la tienda, mientras Lyra se despidió con un vago "adiós" y "buenas noches" de la familia Weasley y Harry. La castaña la dejo sentarse sobre la cama en la que había dormido antes de todo el desastre. Sabiendo que no iba a poder subir a la cama de arriba.
- Estoy bien Mione, solo fue una torcedura - Hermione lucía realmente preocupada y eso ciertamente le provocaba ternura a Lyra, pues hasta le había dado una almohada por qué acomodara su pie lastimado - Nada del otro mundo - sonrió intentando tranquilizar a la castaña.
- Una vez vi en un programa de televisión como a alguien le habían cortado la pierna - comenzó diciendo Hermione - Y decía que estaba bien - arqueó una ceja hacia la pelinegra.
- Punto número uno - se acomodo mejor en la cama - No tengo ni la más mínima idea de que rayos sea un programa de retevision o si quiera que es una retevision —.
— Televisión — corrigió Hermione.
— Esa cosa — hizo un movimiento extraño con la mano — Lo que quiero decir es que eso es improbable. No me cayó una piedra, no se me salió el hueso, es más — hizo una pausa — Bueno en realidad no tengo idea de cómo paso esto — señaló su tobillo — unos 6 hechizos aturdidores o hasta más ¡Impactaron sobre mi! — se señaló a si misma — pero me interesa saber más acerca de ese programa que dices — señaló.
— Es muy largo — menciono Hermione mientras subía a la cama de arriba — Me tomo un buen rato terminarlo de ver —.
— El tiempo da igual — le resto importancia Lyra.
— Primero debes saber siquiera que es una televisión — soltó entre risas la castaña.
(...)
La mañana siguiente, cuando Lyra despertó le pareció muy curioso no escuchar ni un solo ruido en la tienda cuando normalmente solía haber demasiado que en ocasiones la pelinegra no lo soportaba.
Algo adormilada se levantó de la cama y colocó sus pies sobre el piso, paso su mano por su ojos para así poder quitar todo rastro de sueño que tenía encima. Se colocó aquella afelpadas pantuflas que tanto adoraba y se ajusto la bata de dormir que tenía puesta y se puso de pie. Comenzó a caminar por el cuarto, notando que estaba completamente sola, se sintió extrañada y comenzó a recorrer la tienda. Camino hacia la salida donde atravesó la cortina que separaba el interior del exterior, notando que estaba absolutamente sola, no había ni un alma y las tiendas estaban destruidas.
