Capitulo 17 - El inicio de la pesadilla

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(...)


—¡Chicos! —Hermione tiraba de su manga, mirando el reloj—. Tenemos diez minutos para regresar a la enfermería sin ser vistos. Antes de que Dumbledore cierre la puerta con llave. —

—De acuerdo —dijo Lyra, apartando los ojos del cielo—, ¡vamos! —

Entraron por la puerta que tenían detrás y bajaron una estrecha escalera de caracol. Al llegar abajo oyeron voces. Se arrimaron a la pared y escucharon. Parecían Fudge y Snape. Caminaban aprisa por el corredor que comenzaba al pie de la escalera.

—... Sólo espero que Dumbledore no ponga impedimentos —decía
Snape—. ¿Le darán el Beso inmediatamente? —

—En cuanto llegue Macnair con los dementores. Todo este asunto de
Black ha resultado muy desagradable. No tiene ni idea de las ganas que tengo de decir a El Profeta que por fin lo hemos atrapado. Supongo que querrán entrevistarle, Snape... Y en cuanto el joven Harry y la Señorita Black vuelvan a estar en sus
cabales, también querrán contarle al periódico cómo usted los salvó. —

Harry apretó los dientes. Entrevió la sonrisa hipócrita de Snape cuando él y Fudge pasaron ante el lugar en que estaban escondidos. Sus pasos se
perdieron.

— Como quiero dejar calvo a ese...— susurro Lyra apretando los puños.

Harry, Hermione y Lyra aguardaron unos instantes para asegurarse de
que estaban lejos y echaron a correr en dirección opuesta. Bajaron una
escalera, luego otra, continuaron por otro corredor y oyeron una carcajada
delante de ellos.

—¡Peeves! —susurró Harry, asiendo a las chicas por la muñeca—. ¡Entremos aquí! —

Corrieron a toda velocidad y entraron en un aula vacía que encontraron a
la izquierda. Peeves iba por el pasillo dando saltos de contento, riéndose a
mandíbula batiente.

—¡Es horrible! —susurró Hermione, con el oído pegado a la puerta—.
Estoy segura de que se ha puesto así de alegre porque los dementores van a ejecutar a Sirius... —Miró el reloj—. Tres minutos, chicos —.

Aguardaron a que la risa malvada de Peeves se perdiera en la distancia.
Entonces salieron del aula y volvieron a correr.

—Hermione, ¿qué ocurrirá si no regresamos antes de que Dumbledore cierre la puerta? —jadeó Lyra.

—No quiero ni pensarlo —dijo Hermione, volviendo a mirar el reloj—. ¡Un minuto! —Llegaron al pasillo en que se hallaba la enfermería— Bueno, ya se oye a Dumbledore —dijo nerviosa Hermione—. ¡Vamos! —

Siguieron por el corredor cautelosamente. La puerta se abrió. Vieron la espalda de Dumbledore.
— Voy a cerrar con llave —le oyeron decir—. Son las doce menos cinco.
Señorita Granger; tres vueltas deberían bastar — cuando el profesor parecía haber desaparecido este volvió asomando la cabeza por la puerta — Le sugiero señorita Black, que tome la poción que está a un lado de su cama. Buena suerte — le sonrió a la chica antes de desaparecer.

You Will Be My Girl ~ Hermione GrangerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora