Faltaban apenas unos días para el cumpleaños de Harry pero antes de eso iban a traerlo a la seguridad de la madriguera. Sabían perfectamente que ya no podían confiar en nadie dentro del ministerio, solo se podía confiar en personas dentro de la Orden, por lo que habían decidido llevar a Harry desde Privet Drive hasta la madriguera dónde comenzarían a planear su siguiente movimiento.
Volver a Hogwarts no era una opción para los más jóvenes y eso era algo que ya habían hablado (en realidad Lyra) con sus abuelos. No quería dejarlos con el pendiente de a dónde se iría su nieta, por lo que solo les contó sobre que Dumbledore le había encargado una misión que era importante y no podían retrasar por nada del mundo.
Al principio Sarah se negó y estuvo varios días insistiendole que podían mudarse un tiempo a Estados Unidos hasta que las cosas se calmaran, pero Lyra estaba completamente segura que ningún lugar podría ser seguro en ese momento. Roger tampoco acepto al principio, pero a diferencia de Sarah, él solo quería saber cuáles eran los planes que tenían, sus alternativas y todo para que no tuvieran problemas. Duro un tiempo para que Sarah finalmente aceptara con la condición que siempre le reportará todos sus movimientos, si estaba bien, cuanto más tardaría y con quiénes iría.
La única persona que se opuso completamente había sido la señora Weasley, quien se negaba si quiera dejarlos salir al patio, temiendo que pudieran escapar en cualquier momento. Incluso los tenía entretenidos día y noche con tal de no pensar en no volver al colegio e irse a quien sabe dónde.
Lyra sabía que Hermione no debía tardar en llegar, pues había recibido una carta de ella por la mañana donde le decía que estaría ahí esa misma tarde, poco antes de irse por Harry. Nunca pensó que estaría muy ansiosa de verla llegar, pues prácticamente llevaba 3 horas en las escaleras que daban hacia la puerta para ver el momento en que llegará.
Inicialmente Lyra sería quien iría por ella hasta su casa, pero con la negativa de Roger, Sarah y Remus al ir ella sola, no pudo siquiera pensar en escaparse para ir por ella.
Algo verdaderamente irónico pues Lyra nunca había sido fanática de seguir las reglas.
Apenas escucho la puerta ser tocada, Lyra se puso de pie cual saeta de fuego, fingió ser lo más normal posible y abrió la puerta. Al principio sonrió radiante al ver a su novia del otro lado de la puerta, pero su sonrisa se desvaneció completamente al ver cómo es que Hermione tenía los ojos llorosos y se lanzaba directamente a sus brazos, aferrandose a ella como si su vida dependería de eso, escondiendo su rostro en el cuello de la pelinegra.
- Amor... ¿Qué pasa? - susurro Lyra suavemente mientras correspondía el abrazo
- Tuve que hacerlo - sollozo la castaña, aferrandose más a los brazos de su novia - Sino lo hacia ellos les harían daño - Hermione se separó un poco para mirar hacia los ojos de Lyra - Solo quería protegerlos ¿Hice bien? -
- Corazón ¿De que me hablas? - pregunto Lyra colocando sus manos suavemente sobre los hombros de la castaña
- Les... Les tuve que borrar la memoria a mis padres - Hermione volvió a sollozar, abrazándose nuevamente a los brazos de su chica.
Lyra no dijo nada, solo podía verla con los ojos muy abiertos y dejándose abrazar. Cuando Hermione le había dicho que quería pasar su último verano con sus padres, se imagino que lo decía porque muy probablemente el siguiente estarían aún buscando Horrocruxes o tal vez habían logrado vencer a Voldemort, volverían am colegio y se graduarian, buscarían trabajo y no tendría tiempo para estar con ellos.
Nunca se imagino que sería para que Hermione creará recuerdos con ellos y luego les borraría la memoria para siempre.
Se sintió culpable al saber que ella era la razón de aquello, sabía que Hermione no iba a dejarla ir sola a una misión suicida. Se sentía culpable porque nuevamente había desintegrado una familia, se sentía terrible de saber que ahora su novia era víctima de su mal augurio.
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You Will Be My Girl ~ Hermione Granger
Fanfiction_____________ - ¿Me vas a besar hoy, o tampoco? - la pelinegra solamente le miraba a los ojos, como si fuera lo más hermoso del mundo, nada le importaba ni siquiera el lugar donde estaban, eran ellas dos y nada más. ______________ - ¿Sabes? Te merec...