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- ¿Me vas a besar hoy, o tampoco? - la pelinegra solamente le miraba a los ojos, como si fuera lo más hermoso del mundo, nada le importaba ni siquiera el lugar donde estaban, eran ellas dos y nada más.
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- ¿Sabes? Te merec...
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(...)
Mentiría si no pensó que algo mas iba a pasar en aquel momento, ambas estaban sumidas en un mundo donde todo era perfecto y el desastre del torneo o lo que había pasado días atrás en la enfermería no hubiera pasado, un mundo completamente lleno de luz.
Claro que todo buen momento tenia que ser interrumpido.
— ¡Lyra! Ya van a comenzar los... Oh — escucho la voz de Theo a sus espaldas,
Rápidamente se separo muy nerviosa de Hermione, quedando ambas completamente como tomates de lo rojas que estaban.
— ¡Nott! — grito mirando al chico que intentaba ocultar su sonrisa burlona — ¿Cómo supiste donde estabas? —
— Eh... Solo seguí el rastro de brillo que dejo el vestido de Granger — señalo el piso con una sonrisa mal disimulada — Es el único vestido que tenia brillos que se estaban cayendo —
Volteo a ver hacia el vestido de Hermione y evidentemente se dio cuenta de que de este estaban cayendo unos cuantos brillos.
— Como sea, ya están empezando los juegos que organizaron los de séptimo — soltó una pequeña risa — aceptaron que podíamos participar siempre y cuando ya sabe, no tomaremos lo que llevaron —
— ¿Solo para eso me buscabas? — El chico asintió — Oh te voy a... —hizo ademan de acercarse al chico mientras llevaba sus manos a su cuello
El chico solo se dispuso a correr, huyendo de Lyra dejando así a las dos chicas solas.
Lyra volvió a voltear a ver a Hermione quien no había dicho nada en todo ese lapso de tiempo. Ambas conectaron miradas por unos segundos hasta que Lyra negó soltando un par de risas seguidas de las de Hermione.
(...)
Todos se levantaron tarde el 26 de diciembre. La sala común de Gryffindor se encontraba más silenciosa de lo que había estado últimamente, y muchos bostezos salpicaban las desganadas conversaciones. El pelo de Hermione volvía a estar tan enmarañado como siempre.
— Use demasiada poción alisadora, pero seria un desastre si lo usara todos los días — confeso Hermione mientras rascaba a Crookshanks detrás de las orejas.
— Se te veía increíble el cabello — halago Lyra con una sonrisa.
Hermione solamente sonrió ante el cumplido y agacho la mirada continuando con sus caricias a Crookshanks.
Ron y Harry las pusieron al tanto de la conversación entre Madame Maxime y Hagrid, pero al menos por parte de Hermione no le pareció encontrar tan sorprendente la noticia de que Hagrid era un semigigante.
— Bueno, ya me lo imaginaba —dijo encogiéndose de hombros—. Sabía que no podía ser un gigante puro, porque miden unos siete metros de altura. Pero, la verdad, esa histeria con los gigantes... No creo que todos sean tan horribles. Son los mismos prejuicios que tiene la gente contra los hombres lobo.No es más que intolerancia, ¿verdad? —
