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- ¿Me vas a besar hoy, o tampoco? - la pelinegra solamente le miraba a los ojos, como si fuera lo más hermoso del mundo, nada le importaba ni siquiera el lugar donde estaban, eran ellas dos y nada más.
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- ¿Sabes? Te merec...
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(...)
La mañana en qué debían regresar a Hogwarts llegó más rápido de lo que hubiera querido. Su baúl ya estaba listo a los pies de su cama junto el de Hermione, quien se había quedado a dormir con ella todos esos días.
— Iré a despedirme de Sirius — anuncio a Hermione
Tomo su baúl y lo arrastró para salir de la habitación, caminando por el pasillo hasta llegar a la zona de las escaleras donde comenzó a bajarlo con cuidado de no tropezar y terminar rodando escaleras abajo. Sí... Había olvidado por completo que podía usar su varita sin mucho problema. Cuando llego al final de las escaleras, camino hacia donde estaba la sala del tapiz familiar, dejando el baúl justo a las afueras de esta. Al estar la puerta entreabierta se asomo y noto que Sirius ya estaba dentro, observando el tapiz.
— Tío... — cuando llamo a Sirius este pareció salir de su trance y la volteo a ver, dibujando una pequeña sonrisa triste
— ¿Ya se van? — pregunto Sirius con un toque triste
— En una hora — dijo mientras entraba por completo a la habitación, colocándose a la par de Sirius — ¿Qué haces aquí? Es decir... De todas las habitaciones de la casa, precisamente está es la que menos te gusta —
— Es un lugar tranquilo para pensar — contestó Sirius cruzandose de brazos — A nadie le gusta entrar aquí por respeto o algo así, cómo sea — hizo un movimiento con la mano — ¿Las clases con Snape son duras? —
— Bueno, en realidad no o quiero darle crédito a que ya había tenido clases de oclumancia — se encogió de hombros — No es precisamente un trabajo fácil, pero si lo preguntas por Harry... — se llevó una mano a la parte trasera del cuello — Creo que será difícil para él, la oclumancia no es fácil precisamente. La primera vez que la practiqué fue... Horrible, aunque bueno... Le doy crédito a la manera ruda en que me la enseñaron —
— ¿Era mala contigo? — pregunto Sirius de repente
— Definamos mala — soltó una risa sin gracia
— Castigos, palabras, su manera de tratarte... — enumero Sirius
— Bueno... Solo recuerdo una ocasión que su castigo fue... Ya sabes — miro sus pies — "duro" — volvió a levantar la mirada para ver a Sirius — Y bueno... no era precisamente la persona más blanda para hablar, pero a veces tenía su lado suave — una pequeña sonrisa se dibujo en su rostro — Aunque sea difícil de creer, ella era... Bueno... no era muy dura conmigo, aún recuerdo que cuando era más pequeña le gustaba jugar conmigo y con Dyna a las escondidas por la casa o cuando nos hacía trucos de magia — una sonrisa nostálgica apareció en el rostro de Lyra — Teníamos 6 años, probablemente Dyna no lo recuerde. Aunque no termino de entender porque Dyna es como es, digo... Realmente jamás le faltó nada, siempre que quería algo lo obtenía, jamás la castigaba, ella si podía salir de casa. —
