Amor en tiempos de tragedia...

Capitulo 2: Enamorados

Desde que comenzamos a ser pareja, tratamos de meter materias juntos en los siguientes semestres, sobre todo aquellas asignaturas con prácticas de campo. En nuestro primer viaje nos tocó acampar en medio de un Bosque de neblina por seis días que duraba la práctica. Aprendimos mucho con los profesores que eran expertos en Helechos y Orquídeas. Durante el día trabajabamos recolectando muestras, por la tarde describiamos todo lo que habíamos encontrado en nuestra bitácora y por la noche nos reuníamos alrededor de una fogata en nuestro campamento para cenar. A veces contabamos historias de terror y nos embriagabamos con un poco de whisky cuando los profesores se iban a dormir.

-A ver Àngel, cuéntanos una historia de terror-dijo uno de nuestros compañeros.
-Que va, yo no creo en eso. Somos científicos amigos, no podemos hablar de cosas no comprobables-. mi novio cerró sus ojos mientras una sonrisa se asomaba de su boca -pero un día, cuando tenía 15 años, en mi casa una sombra pasó por la sala, subió por las escaleras y tiró un florero.
Todos escuchaban callados la historia con mucha intriga: -¿y qué era?- preguntó otra compañera.
-No era nadie, yo estaba sólo en casa.
-¿no te dio miedo?
-No. Nunca le he tenido miedo a esas cosas. Es mas, el único miedo que siento es por el examen de mañana- Todos comenzamos a reírnos porque en serio los exámenes de esta materia eran difíciles, aunque los profesores eran buena onda con nosotros, no dejaba de darnos miedo el que eso nos hiciera confiarnos y tener que volver a repetir la materia.
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En la tienda que llevabamos, solo dormíamos mi novio y yo, nos gustaba tener privacidad en las noches. La casa de acampar era de él y lo que más amaba era que tenía una ventana plastificada en el techo por lo que dormiamos abrazados mientras mirabamos las estrellas.

-La Vía Lactea es verdaderamente hermosa- suspiró y me acurrucó en su regazo.
-¿Te imaginas? Las miles de galaxias que existen en el Universo. La probabilidad de que haya vida en otros planetas es alta... de sólo pensarlo, quedo realmente facinado. Este Universo es bastante abrumador y misterioso, me fascina-. Ángel hablaba de estos temas con tanta energía, podía verlo en su rostro, estaba realmente extasiado. Amo la forma en que la luz de la luna iluminaba su hermoso rostro, sus ojos verdes brillan como si fueran dos grandes esmeraldas. -¿Cómo te sientes al saber lo inmenso que es el lugar donde habitamos?-me preguntó.
Mientras esperaba una respuesta, de mi boca sale un suspiro y digo: ¡realmente me siento grande, me siento inmensa porque la materia de la que estan hechos nuestros cuerpos es la misma de la que estan compuestas las estrellas, los planetas... el Universo entero!, somos materia estelar diría Carl Sagan.

Mis palabras lo dejaron en silencio un instante, en ese preciso momento supe que la conexión que ambos teníamos estaba a otro nivel. Una sonrisa apareció en su rostro -Estoy de acuerdo con lo que dices, somos inmensamente sorprendentes. Pero de algo si estoy totalmente seguro y es que tu eres más hermosa y fascinante que cualquier estrella allá afuera. 《Nuestras manos se entrelazarón》

Sin darnos cuenta, nos quedamos dormidos abrazados bajo una inesperada lluvia de estrellas. Mi pecho se sentía cálido porque estaba bastante segura que lo nuestro iba a durar toda la vida.

¿Dónde estuviste todo este tiempo? Tantas veces que sufrí en manos de chicos que no valoraron mi cariño. Tantos besos vacíos, tantos sueños rotos... Ojalá hubieras llegado antes. ¡No!, este es nuestro tiempo, aquí era donde nos tocaba converger y es perfecto.
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Con forme los semestres avanzaban nuestros intereses iban cambiando, ya que sentíamos atración por diferentes materias optativas que son las que comienzas en niveles avanzados. Este semestre nos alejamos un poco ya que compartíamos solo una materia juntos. Yo metí una clase que me habian recomendado mucho porque su práctica de campo era ir en un crucero por una semana entera. Se trababa de ir estudiando principalmente ballenas y animales marinos que se encontraran en la zona. Lo cual me emocionaba bastante, en cambió Ángel no la metió porque a él le interesaba tomar una materia de modelos estadísticos avanzados, le gustaba mucho esa área y había esperado tanto tiempo para meter esa materia con el profesor que él quería.

Sin embargo a pesar de nuestros horarios que casi no coincidían, nos tomabamos nuestros espacios entre clases para comer juntos y platicar sobre nuestro día. Mi última clase los viernes terminaba a las 8:00 pm, y la de mi novio a las 6:00 pm, sin embargo Ángel me esperaba para acompañarme a casa ya que decía que le parecia bastante insegura la zona a esas horas de la noche. Siempre había sido así de protector conmigo, tanto que no le importaba esperar dos horas más en la escuela con tal de no dejarme sola.

Aunque claro, a veces si me llevaba a mi casa, otras nos desviabamos a una que otra fiesta que nos invitaban porque los viernes casi siempre había reuniones de este estilo. Eran actividades más comunes de lo que se cree entre los universitarios.
U

na vez en una fiesta invitaron a un profesor de la facultad que terminó siendo el alma de la reunión. Pero tómo demasiado alcohol que hasta terminó vomitando y unos compañeros tuvieron que acompañarlo hasta su departamento. Eran anécdotas que nos divertian demasiado y lo mejor es que quedaban para la posteridad.
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Las práctica de campo se daban casi mediados o casi al final del semestre. Ángel esta vez había elegido puras materias teóricas por lo que este semestre no saldría de viaje a ningún lado, lo cual le ayudó bastante para concentrarse en sus entrenamientos, ya que como había mencionado anteriormente, Ángel jugaba fútbol americano para el equipo de la facultad. Me contaba que ya desde muy joven le había llamado la atención este deporte, por eso el primer equipo en el que estuvo fue a los 15 años. Desde entonces no ha dejado de jugar, solo que ahora por la Universidad tuvo que dejar el equipo en el que estaba por falta de tiempo. Sin embargo encontró una solución para seguir jugando cuando descubrió que había equipo de americano aquí.
Los juegos importantes eran los sábados y nunca falte a ninguno, siempre estuve en primera fila echándole todas las porras que podía. Ese era uno de mis hobbys preferidos, apoyar a mi novio.

Entre nuestras clases, fiestas y juegos de su equipo, a veces los domingos nos escapabamos solos a visitar algún pueblo mágico cerca de nuestro estado. Esto lo hacíamos para relajarnos de todas las presiones y tener un rato a solas para divertirnos juntos. El último viaje que hicimos fue a un lugar llamado Peña de Bernal, que se encontraba en el estado de Querétaro. Ese día fue bastante mágico, bebimos un par de cervezas y nos pusimos a subir la peña que era la principal actividad de ese lugar. Cuando llegamos a la cima pudimos admirar el hermoso atarceder mientras nos tomabamos de las manos.

-Sabes, todo lo que he vivido contigo ha sido como un fantástico sueño, quiero permanecer a tu lado siempre. Desde ahora todos mis proyectos te incluyen a ti, quiero que terminemos la carrera, consigamos trabajo y nos vayamos a vivir juntos. Quiero que viajemos por todas las partes del mundo, quiero conocer todo a tu lado. Lo quiero todo, pero todo a lado tuyo.

Mis lágrimas no dejaban de salir de mis ojos al escuchar las hermosas palabras que salían de su boca -No hay nada que más quiera en este mundo que cumplir todos mis sueños a tu lado. Iría al fin del mundo contigo si me lo pides.

Lo abrace fuertemente, su rostro se inclinó para darme un dulce beso.
-Te amo, mi Sandy, te amo. Eres lo mejor que me pudo haber pasado.

Las personas a lado nos miraban con bastante interés, pero eso no importaba porque estabamos gozandolo como nunca. Este amor era de esos que no se daban siempre, venía lleno de experiencias increíbles, tanto que parecía un sueño.