Amor en tiempos de tragedia...

Capítulo 50: ¿Aniversario?

~Ángel ~

Estaba mirando mi reflejo en el espejo que estaba en frente de mi mientras realizaba los ejercicios de rutina. Mirando mi cuerpo en general podía notar que ahora estaba más delgado, aunque ya me había mentalizado que era algo que iba a notarse cada vez más mientras mi cuerpo siguiera paralizado, o sea que sería para siempre.

     — ¿Qué piensas?—  La voz de mi amigo Cristian se escuchaba aproximándose detrás de mí hasta que su reflejo estuvo a mi lado. 

     —En qué extraño mis músculos.

     —Te entiendo, aunque yo no era una persona muy atlética antes de estar en silla de ruedas. Creo que hago más ejercicio ahora que antes de mi accidente.

     — En teoría porque los ejercicios no los hacemos nosotros— giré mi silla — lo hacen los terapeutas y las máquinas.

     —¿Así es como pagas mi amistad? ¿Diciéndome que pase de ser un flojo a un flojo en silla de ruedas?

     —Yo no dije eso—  comencé a reírme.

     — Perdón porque no todos éramos unos atletas guapos, altos y musculosos como tú.

     — Disculpame, pero yo sigo siendo guapo.

     — Eso es cierto y no puedo negarlo—  alzó un poco su brazo— ¿Pero puedes hacer esto?

     — Definitivamente has ganado esta batalla—  dije— mis brazos no me obedecen hoy, pero quizá algún día lo volverán a hacer.

     — Amigo, si lo nuestro tuviera cura, sería lo mejor que podría pasarnos.

     — Y si te digo que hay una posibilidad…

     — ¿De qué?

     — Tal vez no de recuperarnos completamente, pero tal vez podría haber una posibilidad de recuperar más de lo que ya perdimos.

     —¿Hablas de lo que estuviste haciendo en Alemania?

     — Si, allá encontramos varios estudios que han hecho en China y tal vez podríamos cooperar en conjunto para ayudar a miles de personas en nuestra situación.

     —¿ Pero aún no está probado?

     — Han hecho pruebas de ensayo y error, algunas tuvieron dificultades, pero es porque encontramos lo que tal vez está fallando.

     — ¿Fallado de qué forma? hablas de que no funcionó y listo o de que ese tratamiento tuvo repercusiones en los pacientes.

     — Ambas.

     — Eso suena arriesgado… 

     — Ya sé, pero si hubiera una mínima posibilidad de cambiar nuestra situación actual, ¿No estarías dispuesto?

     — La verdadera pregunta es ¿Ángel, tú lo harías?

     — Si.

     — ¿Qué dice tu familia?

     — Aún no lo saben…

     — Pues si estas pensando en someterte a ese nuevo tratamiento, deberías de decirles. Ellos te aman, te han apoyado todo este tiempo. Creo que es importante. 

     — Tienes razón—  sus palabras me hicieron darme cuenta que el ocultarles esto, a mi familia, amigos y a mi novia, no era la mejor forma de llevar a cabo el asunto.

     —Te lo digo como tu amigo. Además quiero que me mantengas informado sobre el asunto. Tal vez quiera someterme también.

     — ¿En serio?