Capitulo 34: Necesidad

270 40 55
                                    

-Ángel-

El viaje había sido largo y sumamente cansado, afortunadamente mamá venía conmigo porque no me imaginaba lo complicado que era viajar en avión actualmente, por supuesto la aerolínea en la que volamos fue muy atenta y también ayudaron con todos los trámites. Después de varias escalas, pudimos llegar al aeropuerto y aunque ya era bastante noche, no tenía sueño porque aproveche para dormir en todo el camino.
-Brr, hace bastante frío, bueno ya sabíamos que estos países europeos no son conocidos por sus climas cálidos pero en serio esto está más intenso de lo que imaginé- dijo mi madre mientras abría una de las maletas -te voy a poner una manta más caliente, no quiero que te vayas a resfriar.
-Pues yo no siento frío- dije con media sonrisa porque obviamente esa era una de las consecuencias que venían con mi lesión medular, no poder sentir si hace frío o hace calor en el ambiente.
-Lo sé, pero que no puedas sentir el frío no quiere decir que no te puedas enfermar, recuerda que tu papá nos dijo que debíamos ser muy cuidadosos con ese aspecto ya que por tu traqueotomía, las infecciones respiratorias eran peligrosas.
-Tranquila, todo va a estar bien.
-Mejor hay que apurarnos, necesito llegar a descansar.
-¿No dormiste nada en el viaje?- pregunté porque ni siquiera me había dado cuenta.
-Nada, ya sabes, me dan miedo los aviones
-Era poco probable que se cayera- dije con voz seria -aunque siempre existe una pequeña probabilidad de que suceda.
-Ay no, ni siquiera lo menciones, lo bueno es que llegamos bien.
-Bueno yo no tanto.
-¿Por qué lo dices? ¿Te sientes mal? ¿quieres que llamemos al servicio médico del aeropuerto?- comenzó a buscar a alguien cerca para pedir ayuda.
-No, tranquila, no es nada, solo siento las piernas un poco entumecidas, ah y los brazos también, ni siquiera los puedo mover.
-No juegues así conmigo, chamaco chistoso- mi madre se enojó un poco por la broma y me dio un sape en la frente, el cual si puedo sentir.
-Auch- dije cerrando un ojo.
-Para que pienses dos veces antes de preocupar así a tu madre.
-Ya perdón- comencé a conducir mi silla para llegar a donde estaba esperándonos un taxi.

Tardamos unos 15 minutos en subir todo el equipaje y acomodarme dentro del taxi especial para sillas de ruedas, pero todo había sido más sencillo de lo que imagine, por suerte el colega de mi papá, que ahora será mi tutor de tesis, nos consiguió este tipo de transporte.
Después de avanzar por un buen rato en la carretera, nos topamos con un poco de tráfico, lo cual me recordó a mi país en el cual podías pasar hasta 1 hora enfrascado en un tráfico que parece eterno, y se me hizo curioso porque pensé que no encontraríamos algo parecido en este lado del mundo, siempre había escuchado que en estos países no sufren de eso.
-¿Siempre hay tráfico por aquí?- Pregunté en inglés, porque no sabía hablar alemán.
-No, es raro de hecho. Aunque parece que hubo un accidente más adelante.
Al escuchar eso, miré por la ventana y mientras el taxi avanzaba pude notar que era cierto, tres autos habían tenido un choque bastante fuerte. No supe en ese momento, pero una extraña sensación recorrió todo mi cuerpo, comencé a recordar momentos que probablemente mi cerebro había mantenido oculto desde que desperté del coma. Imagenes de mi cabeza estrellada en el volante mientras miraba la ventana del conductor rota y manchada de sangre, ruido de sirenas por todos lados, un paramédico hablándome mientras me sacaban del auto para mantenerme despierto. Mi mano comenzó a temblar, parecía un espasmo, pero para mi era algo relacionado con lo que justamente estaba recordando.
-Tranquilo hijo, sé lo que estás pensando- mire a mi mamá acariciando mi mano para calmar el espasmo -todo va a estar bien.
-Es solo que....- sentí como si la boca se me secara, estaba realmente afectado después de haber recordado.
-Ya no veas por la ventana, mejor trata de pensar en otra cosa, que te parece, de Sandra.
-¿Sandra?-con solo escuchar su nombre, comencé a sentir emociones diferentes al miedo y dolor que estaba experimentando en ese momento -¿Qué pasa con ella?
-No sé, solo me preguntaba si te habías despedido de ella.
-No, no lo hice.
-¿Por qué?, no me hace sentido que estén separados.
-A veces la vida es así, nuestros caminos se tenían que separar algún día.
-Yo juraba que estarían juntos siempre, la forma en que se amaban era muy intensa.
-Yo aún la amo, pero probablemente ella ya no...
-Lo dudo- giró su cabeza para ver las montañas del camino, se quedó en silencio por un momento y después volvió a verme -Yo estuve presente como estuvo cada día de su vida en el hospital esperando a que despertarás. Como madre, pude ver la devoción con la que te miraba, paciente y algo triste de verte inconsciente.
-...- no sabía que responder eso.
-No sé que pasó entre ustedes, pero definitivamente tienen que hablarlo.
-Ya llegamos, este es el lugar que indica la dirección- dijo el taxista
-Gracias, ¿cuánto le debemos?
-Nada, ya está pagado el servició por quien me contrató.
-Oh perfecto, gracias de nuevo- dijo mi madre mientras descargaban todo, afortunadamente habíamos conseguido habitación junto al elevador, lo cual nos hizo las cosas más fáciles.

Amor en tiempos de tragedia...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora